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Imprevisión en la ‘57 Robo al tren
La falta de coordinación y la imprevisión de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes del gobierno federal transtornó el día a miles de personas que transitaron ayer por la carretera a Matehuala. Al realizar reparaciones en varios tramos de esa vía, generó un enorme embotellamiento que alargó cinco veces el trayecto normal de dos horas que se lleva un viaje entre la capital y la principal ciudad del Altiplano.
Desde luego, las reparaciones son necesarias, pero el pesado flujo de tráfico por una autopista que es la columna vertebral de las comunicaciones del estado merece un esquema planeado de reparaciones, que no afecte más de lo necesario a los usuarios de la autopista.
La pesadilla de permanecer horas en la carretera, sin avanzar gran cosa, se repite ahora en el tramo norte de la carretera 57, luego de que el año pasado, reparaciones en San Luis, Guanajuato y Querétaro convirtieron cualquier viaje a la CDMX en una agonía.
Los afectados no podrán reponer el tiempo perdido que impidió que determinado cargamento fuera entregado en tiempo o provocó pérdidas de conexiones aéreas y terrestres a causa del retraso.
Hablando de Matehuala, los reportes de la SCT sobre inseguridad en las vías férreas que recorren el estado ubican a la zona del Altiplano como la de mayor incidencia de este delito.
Mientras que en otros estados, los granos o el cemento son los blancos de los ladrones, aquí, son las autopartes el botín más ambicionado.
El crecimiento de la industria automotriz en la capital, y la necesidad del flujo de carga hacia y desde la frontera con Estados Unidos está reflejándose en el interés de las bandas de ladrones de carga férrea.
El llamado de atención está hecho para que la SCT establezca alternativas para evitar que la transitada carretera se vuelva un estacionamiento.
En Nuevo México, los legisladores se aseguraron que el proyecto de la universidad de ese estado para colaborar con un campus en San Luis Potosí no implicara el uso de recursos públicos.
Quizá es tiempo de que aquí también se vigile que el erario no sirva para un proyecto de total naturaleza privada, sobre todo, cuando la colegiatura aquí será mucho más cara que la cobrada en el vecino país.
La afortunada aparición de una chica por la que se había emitido la Alerta Ámbar demostró que a la sociedad potosina aún le queda mucho trecho por recorrer para entender el problema de la violencia de género.
En redes sociales, la joven fue criticada por considerar que su desaparición no había “justificado” la emisión de la alerta y se especuló incluso sobre los verdaderos motivos de que no fuera localizada.
Esas voces no aquilataron, por desgracia, que por la causa que fuera, el caso no acabó con el descubrimiento de un cadáver, como lamentablemente ha ocurrido en muchos casos.
Se ve que, como sociedad, la potosina requiere aún mucha sensibilización para enfrentar este tema.
¡HASTA MAÑANA!