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Atención mundial ¿Quién permite los raves?

Cómo en febrero de 2011, de nueva cuenta el mundo volteó a San Luis Potosí por un lamentable hecho que refleja la descomposición del estado de la seguridad pública en la entidad.

En aquella fecha, el ataque a una camioneta blindada de la embajada de EUA en México, en el que viajaban dos funcionarios migratorios, dejó a uno muerto y al otro herido.

El crimen en San Luis Potosí era nota internacional. Y sus consecuencias fueron de gran magnitud: el grupo delictivo responsable fue literalmente desmontado por las acciones posteriores de los gobiernos de México y de Estados Unidos.

Ocho años después, otro extranjero cae víctima del auge delictivo en la entidad y, de nuevo, atrae la atención mundial.

La víctima es un israelí, Ronen Dahan, más conocido por su nombre artístico, DJ Perplex, una estrella en el ámbito de la música electrónica.

El DJ murió en un ataque por desconocidos, que irrumpieron en un anónimo inmueble del rumbo de Tierra Blanca. Otra persona murió y hay varios heridos.

La escena del crimen fue una fiesta conocida como “rave”: de corte clandestino, sin autoridad que controle la venta de alcohol y hasta la circulación de drogas.

Dos versiones, vertidas ambas por la prensa israelí, hablan de un intento de asalto o un fallido cobro de piso.

El crimen atrajo la atención de la prensa internacional por el perfil de la víctima. Hasta el gobierno israelí anunció que indaga el asunto.

Para el estado, la situación es nefasta. Porque quizá DJ Perplex sea la víctima que llama la atención, pero en sólo siete días, entre el 22 y el 29 de junio, otras 14 personas perdieron la vida en hechos violentos registrados en San Luis.

Lo anterior luego de que mayo se ubicara como el mes con mayor cantidad de denuncias desde 2007.

En suma, el avance delictivo en San Luis no puede ser detenido, no importa lo que diga el discurso oficial. 

Lo que también revela este asunto es que los gobiernos pasan, pero los riesgosos “raves” no pueden ser erradicados.

Como se mencionó líneas arriba, estos eventos tienen un peligroso potencial de riesgo. La tendencia a que sean celebrados fuera del ojo de la autoridad los hace proclives a las actividades ilegales, en especial, la venta de alcohol y drogas.

Se celebran desde hace año en diversas partes de la entidad. Los eventos se anuncian, si bien no públicamente, sí por medios especializados, dirigidos a sus aficionados.

¿Ninguna autoridad les ha dado seguimiento? ¿No se detectó el riesgo de una tragedia como la ocurrida ayer? ¿Son toleradas, e incluso permitidas? En este sentido, además de la responsabilidad de las autoridades policiacas para con las víctimas, en el gobierno del estado y en las alcaldías deben buscar explicaciones de por qué este tipo de eventos se siguen registrando en San Luis.

¡HASTA MAÑANA!