Reto de austeridad La otra plaga

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El gobierno del estado “tropicalizó” el programa lopezobradorista de apoyos, poniéndole énfasis en el apartado de la austeridad.

Pero a diferencia de veces anteriores, en donde sólo era el Ejecutivo el que asumía la carga de la austeridad, ahora se extiende al resto de la administración pública.

Al menos así luce en el papel. Habrá que ver si en la práctica, el Legislativo, el Poder Judicial, la CEGAIP, la CEDH, el Ceepac la UASLP y el Tribunal Electoral del Estado, asumen las obligaciones de los acuerdos y se atreven a afectar lo que más protegen: sus presupuestos.

Los acuerdos suponen desafíos interesantes para las dependencias públicas, que pondrán en evidencia qué tan amplio es su compromiso con la ciudadanía potosina. 

El Congreso del Estado, por ejemplo, ¿aceptará la obligación de no contratar a personal de honorarios? Se trata de una de las erogaciones de mayor peso en el presupuesto legislativo y una fuente de recursos discrecionales para no pocos diputados.

Los organismos autónomos, que siempre han peleado el más mínimo aumento presupuestal, ¿renunciarán a una parte importante del mismo?

¿Aceptarán los jueces, magistrados electorales, consejeros, diputados, secretarios renunciar a un incremento en sus percepciones y a apretarse el cinturón en otros gastos?

¿Cuantos funcionarios, trabajadores de confianza y sindicalizados responderán al exhorto de donar un mes de salario a la causa contra el coronavirus?

Que ya haya versiones de los documentos, incluyendo uno con fecha, hace pensar que el asunto ya está amarrado. Habrá que seguir con atención si se cumple.  

La importancia de los documentos sería de tal peso que incluso se baraja la posibilidad de que se presenten incluso en Días Santos, aprovechando que el COVID-19 puso patas arriba el calendario y frustró el periodo vacacional. 

En tanto, la vida economíca del estado va muriendo. Los empleos formales perdidos por la pandemia son casi cinco mil en menos de un mes.

Cada vez son más los trabajadores afectados por los paros y negocios que son obligados a cerrar por la contingencia.

Un panorama indeseable, pero presente, que requiere de decisiones y acciones firmes. 

La otra plaga que azota al estado no tiene fin. La violencia delictiva no para por la contingencia.

Son pocos los días en los que no se registran ejecuciones y ayer mismo, una menor de edad resultó herida en un ataque armado.

El gabinete de seguridad puede presumir la baja de algunos delitos, pero se lo debe a la contingencia viral, no a su trabajo.

Pero en materia de violencia delictiva, la autoridad sigue debiendo mucho.

  

¡HASTA MAÑANA!