Poco a poco se apaga la vida de las Olimpiadas del ‘68

Ana Paula Vázquez

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Hace 55 años en nuestro país se realizaban los XIX Juegos Olímpicos de México 1968, suceso deportivo que cambio la historia de la nación al implicar un cambio exponencial en la ciudad, su estilo de vida y la forma en como percibir el deporte. Fueron 112 países los que vivieron la fiesta de los aros gracias a los 5,516 atletas participantes. 

Para vivir este gran sueño competitivo, México tuvo que darse a la búsqueda de personas comprometidas que llevarán en alto el nombre de todo el pueblo mexicano, un error, un escenario que no cumpliera con la reglamentación internacional o una falla en la seguridad, entre otras cosas, podría implicar una mala imagen ante el mundo. 

Para lo anterior, se necesitó de grandes seres humanos que liderarán importantes equipos de trabajo, mismos que debían de una u otra manera, cumplir, no sólo ante el mundo, sino, ante todos lo que soñaban con que México ofreciera su mejor versión de anfitrión. 

Hoy, es un día para recordar importantes nombres que le dieron vida a los Juegos y que lamentablemente ya no nos acompañan, ellos fueron: Pedro Ramírez Vázquez: El arquitecto de los Juegos Olímpicos, quien, adicionalmente estuvo a cargo de la logística y la organización de las justas. Paralelamente, diseñó la imagen de los Juegos con elementos como la paloma de la paz y el logotipo de México 68.

Por su gran aporte, el arquitecto fue integrado como Miembro del Comité Olímpico Internacional – COI en 1972. Por su trabajo y disciplina, estuvo a cargo del diseño del edificio para las oficinas centrales del COI, ubicado en Lausana, Suiza. En esta misma ciudad que transformó en gloría el arquitecto Ramírez Vásquez, perdió la vida el 16 de abril de 2013.

A él, como el gran líder lo acompañaron el Lic. Josué Sáenz, presidente del Comité Olímpico Mexicano; el Lic. Enrique Álvarez del Castillo, Oficial Mayor del Comité Organizador de la Olimpiada y el Lic. Eduardo Hely, director del Centro Deportivo Mexicano, siendo esta, la única vez que ha funcionado de la manera correcta, dejando en la memoria colectiva deportiva una huella invaluable.

En los últimos años, cada uno de ellos ha partido, pero su alma, su esencia y su excelencia quedaron plasmados en el recuerdo de como se trabaja para hacer historia y esto fue en los Juegos Olímpicos de México 1968. 

Desde hoy, a todo ellos, sus compañeros de trabajo, de lucha incansable y de soñar, por construir un mejor México, los acompañará el Lic. Alejandro Ortega San Vicente, quien fue el Secretario General del Comité Organizador para esta justa deportiva. A sus 92 años el Lic. Ortega San Vicente ha dejado este plano y nace una leyenda, cargada de historias, de grandes aportes y de un extraordinario trabajo por el deporte mexicano. 

Al respecto su hijo, Alejandro Ortega Arratia, declaró, “La familia entera, sus hijos y nietos estamos todos en paz, festejamos día a día la vida de mi padre, particularmente, festejamos más su vida que su partida. Mi padre, junto al licenciado Pedro Ramírez Vázquez y al Lic. Enrique Álvarez del Castillo, junto a otros integrantes de las justas construyeron una familia. Yo era muy niño, pero gozamos de los Juegos en gran manera y aprendimos a apreciar con el paso de los años su trabajo, nos llenamos de orgullo por sus aportes y por todo lo que brindaron a México. Mi padre es un motivo de orgullo para toda la familia, más que por su trabajo, por la familia olímpica que logró construir y nos enseñó a valora.”