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LONDRES (AP) — Una pasajera acusada de muy mala conducta en un avión de Jet2 que tuvo que regresar al aeropuerto Stansted de Londres en junio recibió una enorme factura por parte de la aerolínea.
La aerolínea acusó a Chloe Haines de “conducta agresiva, abusiva y peligrosa” en un vuelo y le envió una factura por 106 mil dólares. La empresa también la vetó por el resto de su vida.
Las autoridades dicen que el avión con destino a Turquía tuvo que regresar a Stansted y fue escoltado por dos aviones caza Typhoon de la Fuerza Aérea Real.
La británica de 25 años fue arrestada por la policía de Essex cuando el avión aterrizó y está libre bajo fianza.
El motivo de su arresto fue por sospecha de agresión, daño delictivo y poner en riesgo a la aerolínea. Deberá comparecer en corte el 21 de agosto.
El director general de Jet2, Steve Heapy, dijo el jueves que la aerolínea intentará recuperar el costo por el desvío del vuelo.
Heapy dijo que las acciones de Haines fueron “uno de los casos más serios de conducta disruptiva de un pasajero que hemos experimentado”.
Agregó que Jet2 tiene “una estrategia absoluta de cero tolerancia hacia la conducta disruptiva y esperamos que este incidente sombrío, con sus muy serias consecuencias, sirva como una seria advertencia a otras personas que creen que pueden comportarse de esta forma”.
