Apoyo internacional a Ucrania en conflicto con Rusia
Perspectivas y declaraciones clave sobre el conflicto
KIEV, Ucrania (AP) — Los principales diplomáticos de Estados Unidos y Reino Unido pusieron de manifiesto su compromiso con Ucrania en su guerra contra Rusia durante un viaje conjunto el miércoles a Kiev mientras los funcionarios ucranianos presionaban a países de Occidente para que le permitan utilizar misiles de largo alcance contra objetivos dentro de Rusia.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, señaló que la visita se produjo “en momentos complicados” mientras el ejército más grande y mejor equipado de Rusia azota localidades y ciudades de la región de Donetsk, en el este de Ucrania, e impacta a la nación con misiles de largo alcance, bombas planeadoras y drones que han causado numerosas víctimas civiles.
Por su parte, el secretario de Asuntos Exteriores de Reino Unido, David Lammy, dijo que el conflicto que ya dura dos años y medio se encuentra en un momento “crítico” luego de la atrevida incursión del mes pasado en la región rusa de Kursk, incluso cuando intenta defenderse contra los ataques aéreos de su vecino en ciudades de todo el país.
“Transmitimos nuestras más profundas condolencias por los espantosos ataques que hemos presenciado, por la pérdida de vidas civiles, en particular de mujeres y niños: horribles, bárbaros, increíbles”, declaró Lammy.
Señaló que Reino Unido está reservando 3.000 millones de libras (3.900 millones de dólares) al año para ayudar a Ucrania.
A Ucrania le espera un invierno probablemente duro, que pondrá a prueba la determinación del país. La red eléctrica ucraniana está sometida a una gran presión después de que los misiles y drones rusos dejaran fuera de servicio alrededor del 70% de la capacidad de generación del país.
Los funcionarios de Kiev también tendrán que hacer frente al resultado de las elecciones de Estados Unidos en noviembre, que podrían producir importantes cambios políticos en Washington. El expresidente Donald Trump dijo en el debate presidencial del martes que quiere que la guerra llegue a su fin, pero no expresó claramente que quiere que Ucrania gane.
Los principales diplomáticos de Estados Unidos y Reino Unido llegaron a la capital ucraniana en tren desde Polonia.
Blinken viajó desde Londres, donde acusó a Irán de proporcionar a Rusia misiles balísticos Fath-360 de corto alcance, señalando que la acción era una “escalada dramática” de la guerra.
Un asunto clave que ha tensado las relaciones entre Ucrania y sus socios occidentales son las reiteradas peticiones de Kiev para que Occidente le autorice emplear las armas de largo alcance suministradas por Estados Unidos y otros aliados para atacar objetivos en territorio ruso.
El tema ha adquirido urgencia dada la última adquisición de armas de Rusia, pero los dirigentes occidentales se han mostrado reacios ante esta posibilidad, temiendo que suponga una escalada bélica.
El primer ministro ucraniano Denys Shmyhal comentó a Lammy que esperaba que se pudiera alcanzar un acuerdo para usar equipos de largo alcance "para atacar el territorio de nuestro enemigo". “Esperamos su ayuda y apoyo en este asunto".
En una publicación en su canal de Telegram, Shmyhal describió su encuentro con Lammy en la capital ucraniana como “intenso”, pero no ofreció más detalles.
En una conferencia de prensa en la víspera, Shmyhal apuntó que “si se nos permite destruir objetivos militares o armas preparadas por el enemigo para atacar Ucrania, se daría más seguridad a nuestros ciudadanos, a nuestro pueblo, y a nuestros niños”.
“Estamos trabajando para ello y seguiremos presionando todos los días”, añadió.
“El uso por parte de Rusia de armas de sus aliados terroristas para golpear a Ucrania continúa su guerra genocida y su terrorismo en nuestro territorio”, agregó en referencia a las armas iraníes. “Debemos ser capaces de responder a este terrorismo del mismo modo, destruyendo objetivos militares en su territorio para garantizar la seguridad de nuestros ciudadanos”.
La visita del miércoles se produce antes del próximo viaje del primer ministro de Reino Unido, Keir Starmer, a Washington. Está previsto que se reúna con el presidente, Joe Biden, en la Casa Blanca el viernes y que la solicitud ucraniana de autorización para atacar objetivos rusos forme parte de la agenda del encuentro.
El presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy también se reunirá con Biden durante una visita a Washington en las próximas semanas.
Biden ha permitido que las fuerzas de Kiev disparen misiles suministrados por Estados Unidos al otro lado de la frontera con Rusia en defensa propia, pero ha limitado en gran medida la distancia que pueden alcanzar por temor a una mayor escalda del conflicto.
La inusual visita conjunta de los jefes de la diplomacia británica y estadounidense fue anunciada con antelación, una señal pública del respaldo de Washington y Londres a Ucrania antes de lo que podría ser un brutal invierno de ataques rusos.
Los ataques aéreos rusos, dirigidos en su mayoría a debilitar la infraestructura energética rival, se han intensificado en las últimas semanas con ofensivas nocturnas de misiles y drones.
A la llegada de los diplomáticos a Kiev, Reino Unido anunció el veto a 10 barcos comerciales a los que acusa de transportar petróleo ruso de forma ilícita, violando las sanciones internacionales. El gobierno británico dijo que los buques no podrán entrar en puertos británicos y que podrían ser detenidos si lo hacen.
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