Al llegar el tercer día oficial del Carnaval, miles de personas en Brasil se congregaron hoy para bailar al ritmo de la samba y del funk, y presenciar los desfiles de los llamados "blocos" y las Escolas de Samba, que en algunos casos aprovechan la celebración para criticar al gobierno.
Más de 700 mil personas salieron a las calles de Río de Janeiro este domingo a presenciar y sumarse al desfile de unos 67 "blocos" en escenarios como Leblon, la Plaza XV y el Aterro del Flamengo, aunque algunos grupos se dispersaron o cancelaron su salida a la calle debido a una fuerte lluvia que cayó por la tarde.
La primera noche de desfiles de las principales Escolas de Samba de Río se retrasó 45 minutos debido a las tormentas, y comenzó con la presentación de Império Serrano, de la zona de Madureira, en el escenario del Marqués de Sapucai, indicó el diario Jornal do Brasil.
Luego, como parte del grupo especial, desfilarán las Escolas de Samba de Marqués de Sapucaí, Viradouro, Grande Río, Salgueiro, la campeona del año pasado Beija-Flor, Emperatriz y Unidos de Tijuca.
En otras ciudades de Brasil, como Olinda, hubo "blocos" que durante la jornada criticaron medidas económicas, políticas y sociales del presidente Jair Bolsonaro, así como el escándalo de fondos irregulares de campaña que afecta a su hijo Flávio y al exasesor de éste, Fabricio Queiroz, indicó el portal Brasil de Fato.
Queiroz es investigado por el Ministerio Público Federal (MPF), después de que autoridades financieras identificaron movimientos atípicos en su cuenta, así como Flávio Bolsonaro.
Además de Queiroz, uno de los "blocos" mostró un cartel contra la ministra de Derechos Humanos, de la Familia y de la Mujer, Damares Alves, una figura ultraconservadora, contraria al derecho al aborto y al enfoque de género.
En Belo Horizonte, el "bloco" Ladeira Abajo entonó la marchita "Ay, ay ay ay, Bolsonaro es el carajo", así como "Olé, olé, olá, Lula, Lula", en apoyo al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, encarcelado por cargos de corrupción, lo que le impidió participar en las elecciones del año pasado.
El portal indicó que el Cordón Boi Tolo, en Sao Paulo, también congregó a participantes vestidos de naranja, un color que hace alusión al presunto fraude en los fondos electorales que involucra a Fabricio Queiroz y Flávio Bolsonaro.
De acuerdo con el investigador Tiaraju Pablo, los temas cantados y bailados de los carros alegóricos, conocidos como sambas-enredo, siempre han sido un elemento crítico, que en 1969, en el caso de la Escola Imperio Serrano, provocó la indignación de la dictadura militar.
El especialista citado por Brasil de Fato indicó que las escuelas de samba han retomado esa vocación crítica a partir de 2016, con críticas a los políticos, la corrupción o las empresas agroindustriales responsables de deforestar la Amazonia.
Agregó que el samba reivindica la negritud, las africanidades y las religiones afrobrasileñas. "Cuando las escuelas de samba y las religiones afrobrasileñas estaban bajo ataque, hacia 2016, percibieron que sólo sobrevivirían si incorporan esa vertiente crítica. Ellas fueron al ataque", resaltó.
Este año, en Río de Janeiro, las escolas Vai-Vai, Unidos del Peruche, Mancha Verde, Perla Negra, Paraíso del Tuiuti y Mangueira son algunas de las que llevarán al Sambódromo del Anhembi y en la Marquês de Sapucaí la cultura afrobrasileña y las denuncias sobre las fallas de la política nacional, señaló.