Conmemoran 73 aniversario de liberación del campo nazi Mittelbau-Dora

[gallery link="file" ids="1322295,1322296,1322297,1322298,1322299"]En el Memorial de lo que fuera el campo de concentración nazi de Mittelbau-Dora y Buchenwald se reunieron varios cientos de personas para conmemorar el 73 aniversario de la liberación de ese lugar de muerte y tortura.

La ceremonia oficial se llevó a cabo en la plaza en donde estaba en ese entonces el crematorio, en la que se colocaron las ofrendas florales y las coronas. El ministro presidente (gobernador) de Turingia, Bodo Ramelow, del partido La Izquierda, encabezó el acto.

Algunos de los invitados acudieron en calidad de testimonios vivientes, como el caso de Albrecht Weinberg, quien hoy tiene 93 años y logró sobrevivir.

Llegó a ser solamente piel y huesos, tatuado con su número, reducido a un estado animal. En esas condiciones estaba cuando el campo de concentración nazi fue liberado por el ejército de Estados Unidos.

Tenía la tarea de trabajar en la galería subterránea de Kohnstein en el área conocida como Mittelbau-Dora. Consiguió sobrevivir porque pudo continuar realizando los trabajos forzados en los túneles.

Weinberg se encuentra en Alemania desde hace seis años después de vivir 60 en Estados Unidos, país que asumió como su patria. Durante esas seis décadas no habló acerca de su lucha por sobrevivir en el campo de concentración pero lo ha hecho en diversas ocasiones desde su regreso a Alemania.

Pertenece hoy en día a un grupo de unos cuantos que todavía pueden narrar lo que fue ese infierno. Viajó a Buchenwald Mittelbau-Dora como lo hace una vez al año para reunirse con compañeros de destino que tambiérn fueron designados por los nazis a los trabajos forzados para servir a la industria armamentista de la Alemania nazi.

En esta ocasión contó sus experiencias al diario de Turingia , Thüringer Allgemeine, que se publica en ese estado del oriente de Alemania.

Otros de los que estuvieron en la conmemoración de la liberación del campo nazi fueron Pierre Berg, Christian Desseaux, Stanislav Kaunov, Ivan Smakograi, Jerry Wartski. Recordaron a quienes también vivieron ahí en condiciones inimaginables bajo el férula del nazismo, que muchos no sobrevivieron.

Al mismo tiempo es una ocasión para despedirse una vez mas de quienes ahí fueron prisioneros así como de los compañeros sobrevivientes, que son cada año menos.

En Mittel-Dora trabajaron como esclavos 60 mil personas de casi todos los países de Europa, principalmente de la Unión Soviética, de Francia y Polonia entre 1943 y 1945. Laboraban en la fabricación de armamento. Mittelbau-Dora fue parte del campo de concentración de Buchenwald.

El Director del Memorial, Stefan Hördler, dijo en el discurso que pronunció que Mittelbau-Dora es un símbolo de la locura de lo que fue la guerra total entre 1943 y 1945.

El Memorial no es solo un lugar para la reflexión sino también de investigación de la Historia de lo que fueron esas instalaciones. Los prisioneros de los nazis vivían en las galerías de esos túneles fríos y en los que el aire estaba contaminado por el polvo de las enormes construcciones.

En las galerías se construían misiles en serie para las tropas nazis. Cientos de sacos de cemento se usaban continuamente para hacer el suelo y las paredes de los túneles y galerías en donde se colocaban los rieles ferroviarios. Gigantescas perforadoras creaban nuevas cavidades en una atmósfera turbia y polvorienta.

Los presos vestían uniformes de difernete color según la razón por la que se encontraban en el campo de concentración. Los presos políticos iban de rojo, los "criminales" en verde, los "asociales" en negro, los homosexuales en rosa, los Testigos de Jehová en violeta.

Los extranjeros llevaban un triángolo rojo con letras negras que correspondían a las iniciales del país del que provenían (hubo 48 nacionalidades), y en amarillo los judíos. Ese "código de uniformes" lo aplicaron lo nazis también en otros campos de exterminio. Los presos solo estaban ahí para trabajar hasta que se morían.

El director del campo, Stefan Hördler, declaró que no se debe poner un punto final al recuerdo, sobre todo ahora que en Alemania se escuchan de nuevo palabras que fueron prohibidas después de la caída del nazismo, y que ahora se pronuncian en voz alta de nuevol.

"No se debe retroceder (ante el recuerdo) en vista del creciente populismo de derecha y del antisemitismo" en Alemania, señaló.