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Roma, Ita.- La pandemia del coronavirus ha incrementado la inseguridad alimentaria en el mundo a niveles no vistos desde hace décadas y para evitar que siga esta tendencia los países deben construir sistemas alimentarios más resistentes.
Así lo han señalado el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, el papa Francisco, la reina Letizia de España y otras figuras que han intervenido en el evento telemático para celebrar el Día Mundial de la Alimentación, organizado por Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), que tiene sede en Roma y que también ha conmemorado este viernes su 75º aniversario.
“Unas 130 millones de personas corren el riesgo de caer al borde del hambre a finales de este año. Esto se suma a los 690 millones de personas que carecen de lo necesario para comer. Al mismo tiempo, más de 3.000 millones de personas no se pueden permitir una dieta equilibrada”, ha lamentado Guterres.
El papa Francisco aseguró, por su parte, que el hambre no es sólo una tragedia, sino una vergüenza, y propuso crear un Fondo Mundial “con el dinero que se usa en armas y otros gastos militares para ayudar al desarrollo de los países más pobres”.
Sostuvo que el hambre, “en su mayor parte, está causada por una distribución desigual de los frutos de la tierra, a lo que se añade la falta de inversiones en el sector agrícola, las consecuencias del cambio climático y el aumento de los conflictos en distintas zonas del planeta”.
La reina Letizia de España, que es embajadora Especial de la FAO para la Nutrición, criticó que haya “cientos de millones de personas que no tienen qué comer y muchos más millones están enfermos por obesidad”.