EEUU premia a activista guatemalteca y forense hondureña

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WASHINGTON (AP) — Su madre quería que fuera cirujana plástica y sus amigos pensaban que le iría mejor como dermatóloga, pero la vocación llevó a Julissa Villanueva a realizar al menos mil autopsias durante sus 16 años como médico forense.
Como ella, actual directora del Centro de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Honduras, otras nueve profesionales destacadas --entre ellas la activista guatemalteca de derechos humanos, Aura Elena Farfán-- recibieron el viernes el Premio Internacional a las Mujeres Valientes que otorga Estados Unidos.
“Mucha gente me decía, ‘usted tan suave, tan bonita, ¿por qué está con los muertos? Mejor dedíquese a la dermatología. Mi mamá quería que fuera cirujana plástica”, narró Villanueva durante una entrevista que concedió a The Associated Press minutos antes de recibir el galardón.
“Pero en realidad fue por vocación y hoy hemos hecho cualquier cantidad de procedimientos, desde los procedimientos más espeluznantes, de muertes más difíciles que ha habido en mi país, hasta los casos más tristes con menores”, agregó.
Villanueva considera que su principal logro profesional ha sido promover la aplicación de elementos científicos a la resolución de problemas judiciales, y señaló que durante los últimos cinco años el porcentaje de casos en su país que incorporan pruebas científicas ha pasado de 20 a cerca de un 50%.
También ha dedicado una parte importante de sus esfuerzos a la identificación de cadáveres descompuestos hallados a lo largo de las rutas de migrantes.
“El tener un fallecido putrefacto significa mal olor, gusanos, etcétera, pero cuando usted tiene la pasión por la investigación científica usted no ve en aquello un impedimento sino un aporte de una prueba”, indicó.
La primera dama Melania Trump dijo al encabezar la ceremonia de premiación en el Departamento de Estado que Villanueva, Farfán y las otras ocho mujeres homenajeadas son “heroínas en los países que ellas llaman casa y heroínas en el mundo entero”.
Farfán, la única de las diez homenajeadas que no asistió personalmente al evento porque una enfermedad cardiaca le impidió viajar ha luchado desde hace más de 30 años en la búsqueda y ubicación de detenidos-desaparecidos durante el conflicto armado en Guatemala (1960-1996) para que se reencuentren con sus familiares o, en caso de que hayan fallecido, se les dé un entierro digno.
Farfán dijo que el hecho de ser mujer le ha dificultado su lucha por defender los derechos humanos.
“Es más difícil porque aquí en nuestros países hay mucho machismo. Entonces la mujer no es muy bien vista. He pasado por muchos obstáculos pero de alguna manera tendremos que solventarlos”, señaló durante una conversación telefónica con AP.
Desde la creación del premio en 2007, Estados Unidos ha rendido homenaje a más de 120 mujeres de 65 naciones.