El Gobierno francés se enfrenta al enojo policial en forma de una oleada de bajas médicas

PARÍS, Francia (EFE).- Tras los violentos disturbios de junio, el Gobierno francés afronta ahora la cólera de los policías debido a los procedimientos contra algunos agentes detenidos por muerte o heridas graves, que se ha manifestado en una ola de bajas médicas. 

Esta semana se han acelerado las bajas laborales de agentes por causas médicas, hasta el punto de que el viernes la Dirección General de la Policía y el prefecto de policía de París enviaron sendas comunicaciones internas advirtiendo de que no se van a aceptar todas las bajas.

Esta bajas han sido especialmente numerosas en Marsella y en París, las zonas donde dos policías están detenidos uno por su actuación durante los disturbios y otro por los disparos que causaron la muerte del joven que fue el detonante de la ola de violencia, .

El caso más destacado está relacionado con Hedi R., un joven de 22 años al que se le tuvo que extirpar la mitad del cráneo tras recibir el impacto de una pelota de goma y una paliza por un grupo de policías en la madrugada del 2 de julio en Marsella.

Su imagen con la cabeza deformada ha sido vista por todo el país en entrevistas de prensa, en las que denuncia que no estaba participando en los violentos disturbios sino que caminaba junto a un amigo por una calle, versión confirmada por las imágenes de varias cámaras de seguridad.

Uno de los policías del grupo, de una brigada anticriminalidad y no de una unidad antidisturbios, está detenido desde el 21 de julio y otro se encuentra en detención domiciliaria.

Las solicitudes de baja médica de agentes, que habían comenzado tras la detención del policía, se han acelerado notablemente  después de que el jueves pasado, el juez que sigue el caso rechazó la solicitud de libertad provisional presentada por los abogados.

Solo en el departamento de Bouches du Rhone, que engloba a Marsella, hubo la pasada semana más de mil bajas sobre algo más de 3.000 policías nacionales, según detalló hoy el canal BFM.  

Los sindicatos policiales han criticado duramente esa detención, que se suma a la del agente que disparó mortalmente el 27 de junio contra un joven de 17 años por no parar el automóvil que conducía en Nanterre, cerca de París, incidente que detonó la reciente ola de disturbios.

En esos disturbios cerca de 4,000 detenidos y más de 900 policías heridos, además de miles de automóviles quemados y cientos de comercios y edificios públicos incendiados o saqueados. 

El sindicato Unité SGP Police-FO mantiene su llamamiento a que los agentes realicen únicamente "las actividades esenciales", lo que se llama en jerga policial un "código 562", señaló este sábado a FranceInfo su secretario general, Bruno Bartocetti. 

"No tenemos apoyo de la Justicia. Hay un malestar profundo en la Policía Nacional", afirmó por su parte Axel Ronde, portavoz del sindicato CFTC Police, en unas declaraciones.  

Bartocetti describió que en las filas policiales hay un sentimiento colectivo de estar "quemados", mientras que Ronde añadió que cada año 10,000 agentes sufren heridas de distinto tipo en su trabajo, además de que están "agotados" por las condiciones laborales mientras ven cómo personas detenidas en múltiples ocasiones no son condenadas.

En el lado del Gobierno se sospecha de que la oleada de bajas médicas es en realidad una huelga encubierta, pero Ronde insistió en que los sindicatos policiales "no han hecho un llamamiento para solicitar las bajas".

Este conflicto llega cuando Francia acoge en poco más de un mes la Copa del Mundo de Rugby, y en menos de un año los Juegos Olímpicos de París, dos eventos en los que la seguridad y la disponibilidad de los agentes tendrán una importancia crítica.