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El norte de Mali, ¿al borde de una nueva guerra entre el gobierno y los independentistas?

Por EFE

Agosto 30, 2023 11:04 a.m.

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Foto: AP

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RABAT (EFE).- El comienzo de la retirada de los cascos azules de la ONU del norte de Mali, el único organismo que vigila el alto el fuego en la región, ha aumentado la tensión entre el Ejército maliense y los grupos secesionistas de esta zona, que temen una nuevo conflicto armado en la región.

El norte y este de Mali, una zona conocida como el Azawad y que ocupa dos tercios de este país del Sahel, está gobernado de facto por los secesionistas (muchos de ellos tuareg) bajo una creciente presión yihadista. 

En las últimas semanas, el cambio de tono de los tuareg con contundentes acusaciones al gobierno militar golpista de Bamako hace temer un nuevo conflicto, que repetiría el escenario ocurrido en 2012, cuando se desencadenó una guerra entre los independentistas norteños y las fuerzas gubernamentales. 

ACUSACIONES DE VIOLAR EL ALTO EL FUEGO

La Coordinadora de los Movimientos del Azawad (CMA), la principal coalición independentista, acusó el pasado lunes en un comunicado a la junta militar de haber bombardeado sus bases, lo que supone, dice, una violación del alto el fuego recogido en el acuerdo de paz firmado en 2015, tras un conflicto armado que duró dos meses con cientos de muertos y desplazados.

Según la CMA, el Ejército maliense, apoyado por los mercenarios de la empresa rusa Wagner, lanzó en los últimos días bombardeos aéreos contra sus posiciones militares en una zona de la región norteña de Kidal.

La CMA asegura que mediante estos comportamientos las Fuerzas Armadas de Mali están optando "definitivamente y deliberadamente por una escalada hacia unas hostilidades con consecuencias desastrosas".

La población de la región desértica del Azawad se estima en aproximadamente 1,3 millones de habitantes y está formada por varios grupos étnicos y lingüísticos, siendo los principales los tuareg, árabes, songhais y peuls. Su religión dominante es el islam suní.

En 2012, tras la guerra civil libia que provocó el regreso de numerosos combatientes tuareg armados a Mali, el Movimiento Nacional para la Liberación de Azawad (MNLA, que forma parte de la CMA) lanzó una ofensiva contra el Ejército maliense y proclamó la independencia de la región, pero sin gozar del reconocimiento de la comunidad internacional.

En junio de 2015 se firmó un acuerdo de paz en Argel que prevé una mayor descentralización y desarrollo para el norte de Malí, pero la CMA acusa ahora al gobierno golpista de obstaculizar su implementación.

LA RETIRADA DE LOS CASOS AZULES

Tras la decisión del Consejo de Seguridad de la ONU de retirar los cascos azules a petición del Gobierno maliense, Naciones Unidas ha comenzado a ceder sus bases en el Azawad al Ejército maliense. 

La CMA considera que este paso supone una violación del acuerdo de paz, que obliga a las distintas fuerzas a mantener el status quo hasta que se llegue a un acuerdo sobre una solución final.

La misión de la ONU en Mali (Minusma) ha cerrado ya cuatro bases en las zonas más remotas del país, según un calendario que prevé que el 30 de septiembre solo queden abiertas tres -el cuartel general, Bamako, y las bases de Tombuctú y Gao-, que tienen cerrar antes del 31 de diciembre.

ADVERTENCIAS A LA ONU

El analista maliense Mohamed Ag Ismail indicó a EFE que "el conflicto es muy probable", ya que hay dos puntos de discrepancia en los que las dos partes no consiguen llegar a acuerdos: "la situación política y jurídica de la región y la reestructuración de las Fuerzas Armadas".

Los movimientos del Azawad crearon inicialmente la CMA, que luego se convirtió en una organización más amplia denominada el Marco Estratégico Permanente para la Paz, la Seguridad y el Desarrollo (CSP-PSD), considerado como la administración autónoma del Azawad.

En una carta a la que tuvo acceso EFE enviada al Consejo de Seguridad de la ONU el 28 de junio, la CSP expresa su preocupación por acciones que ponen en peligro el acuerdo de Argel, en particular una reciente reforma constitucional que no toma en consideración sus demandas autonómicas.

En una segunda carta enviada del 1 de agosto, la CSP exige al Consejo de Seguridad que preste atención a los "graves riesgos inminentes" del posible impacto de la retirada sobre el respeto del alto el fuego.

El secretario general del MNLA, Bilal ag Charif, aseguró el pasado 22 de este mes en una entrevista con la televisión británica BBC que los movimientos del Azawad rechazan el despliegue del Ejército en su región si no es en el marco del acuerdo de Argel.

Este acuerdo estipula que las fuerzas armadas malienses que operen en el norte de Mali deben esta formadas por una mayoría de militares originarios del Azawad, algo que nunca se ha llegado a hacer.