Condenado a muerte en EE.UU. solicita frenar su ejecución
Crimen y justicia en el estado de Florida
Loran Kenstley Cole, de 57 años, condenado a muerte por el asesinato de un estudiante de la Universidad Estatal de Florida (FSU) en 1994, pidió este lunes al Tribunal Supremo de EE.UU. que suspenda su ejecución, prevista para el próximo jueves.
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, firmó su sentencia de muerte el 30 de julio pasado y la ejecución con inyección letal está prevista para el próximo 29 de agosto en la Prisión Estatal de Florida, según documentos judiciales publicados en la web del Supremo del estado.
Cole torturó y asesinó al joven estudiante de la FSU John Edwards, de 18 años, en un bosque donde había acampado con su hermana, a la que violó el asesino.
En su apelación a la Corte Suprema estadounidense, Cole impugna los procedimientos de inyección letal con el argumento de que la administración del cóctel de medicamentos de Florida "muy probablemente le causará dolor y sufrimiento innecesarios" debido a los síntomas causados por la enfermedad de Parkinson que padece.
"Los síntomas de Parkinson de Cole harán que sea imposible para Florida llevar a cabo su ejecución de manera segura y humana, porque sus movimientos corporales involuntarios afectarán la colocación de las vías intravenosas necesarias para llevar a cabo una ejecución por inyección letal", dijeron sus abogados en los documentos presentados ante la corte.
El 18 de febrero de 1994, Edwards y su hermana, Pam Edwards, de 21 años, instalaron su campamento en el Bosque Nacional de Ocala, donde conocieron a Cole y a William Paul, según un informe judicial.
Cole y Paul alejaron a Edwards y a su hermana del campamento, los atacaron brutalmente y robaron.
Cole le cortó luego la garganta a Edwards, agredió sexualmente a la hermana y la dejó atada a unos árboles antes de que pudiera escapar y llamar a la Policía.
Los asesinos se dieron a la fuga en el automóvil de los hermanos.
El hombre que estaba con Cole, William Paul, quien se declaró en el juicio culpable de asesinato en primer grado, actualmente cumple una condena de cadena perpetua.
De llevarse a cabo la ejecución, será la primera en Florida desde que Michael Zack fuera ejecutado en octubre pasado por el asesinato de Ravonne Smith en 1996.
Sería también la novena ejecución que se realice en Florida durante el mandato del gobernador DeSantis, quien sacó adelante una reforma judicial que permite la mayoría simple, y no la unanimidad, para la imposición de la pena capital en este estado.
Según el Departamento de Correcciones de Florida, 105 personas han sido ejecutadas por ese estado desde 1979.
El pasado 23 de agosto la Corte Suprema de Florida rechazó una apelación de Cole, en la que también argumentó que su ejecución debía ser bloqueada porque sufrió abusos en un reformatorio administrado por el estado donde, durante décadas, los niños sufrieron golpes y violaciones. EFE
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