Geociencias Aplicadas en la problemática del agua en el Valle de San Luis Potosí

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Geociencias Aplicadas en la problemática del agua en el Valle de San Luis Potosí

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Se deben analizar factores como clima, geología, hidrogeología, cambio de uso de suelo y manejo de agua subterránea, que han afectado la recarga del acuífero del Valle de San Luis Potosí.

Con motivo del 20 Aniversario del Instituto Potosino de Investigación Científica y Tecnológica (IPICYT), el Instituto preparó una serie de actividades académicas y de divulgación que se vieron reprogramadas por la actual contingencia sanitaria; sin embargo, en el mes de mayo nos corresponde a la División de Geociencias Aplicadas hacer una aportación al periódico Pulso de San Luis para la sección Tertio Millenio, en la que creo podemos hablar de un tema que es de gran importancia para el devenir de nuestra zona metropolitana: la viabilidad y disponibilidad de nuestros recursos acuíferos.

En las últimas décadas, el estado de San Luis Potosí ha tenido un enorme crecimiento en la rama de la industria de la transformación, de tal manera que lo han posicionado entre los más desarrollados del país y se considera como un importante un polo de desarrollo industrial del centro de México. Esto ha traído como consecuencia una migración hacia la Zona Metropolitana de San Luis Potosí y su crecimiento urbano ha llevado consigo una gran demanda de agua, principalmente del subsuelo (agua subterránea) que forma parte del ciclo hidrológico y puede ser influenciada por factores naturales (clima, geología, hidrogeología) y antropogénicos (manejo del recurso hídrico y cambio de uso de suelo).

Factores

Relaciones del Clima con el Acuífero del Valle de San Luis Potosí (VSLP)

En las últimas décadas se ha hablado mucho del cambio climático global y de cómo puede modificar los patrones de lluvia en determinadas regiones de manera radical, provocando sequías prolongadas o inundaciones. En el caso del VSLP, la lluvia puede ser afectada por fenómenos meteorológicos del Pacifico y del Golfo de México, siendo este último la mayor influencia en el valle.

Existe un gradiente de humedad en la atmósfera que va de la Huasteca (más húmeda), hacia el altiplano donde la humedad es muy baja. En la planicie costera el contenido de humedad es muy alto y al ser transportada las masas de aire hacia el oeste, descargan su humedad en forma de lluvia en la zona montañosa de la Huasteca, la masa de aire con menor humedad continua y vuelve a descargar una vez que pasa la Zona Media en la Sierra de Álvarez, de tal manera que al llegar al VSLP, el contenido de humedad y la lluvia que puede producir, es mínima.

En las zonas del centro y altiplano, la lluvia es escasa y la evaporación la excede debido a las altas temperaturas, por lo que la capacidad de recarga de los acuíferos es muy baja. 

Geología

El VSLP está formado por fosas tectónicas intercomunicadas hidráulicamente, limitadas al este por Sierra de Álvarez y al oeste por Sierra de San Miguelito. En la Sierra de Álvarez dominan rocas sedimentarias de origen marino en estratos gruesos que llegan a formar excelentes acuíferos, debido a que se encuentra fracturada, la roca puede ser disuelta por el agua ácida, llegando a formar grandes cavernas y cavidades. Por otro lado, en el flanco que limita con el VSLP, las rocas carbonatadas son de estratificación delgada con un alto contenido arcilloso que reduce considerablemente su permeabilidad y funciona como barrera hidrológica que no permite la recarga de los acuíferos en VSLP. Por esta razón, el agua que se infiltra en la Sierra de Álvarez, fluye en el subsuelo hacia la zona Media y Zona de la Huasteca.

En el caso de la Sierra de San Miguelito, esta es formada por rocas volcánicas, se encuentran afectada por un sistema de falla con orientación NW-SE; sin embargo, en la última actividad hidrotermal en la Sierra de San Miguelito, el agua que circulo a través de las fallas y fracturas, selló estas aperturas, ocasionando que su permeabilidad secundaria quede impermeabilizada. Esta condición fue aprovechada para la construcción de numerosas presas en el pasado; sin embargo, no permite la infiltración del agua al subsuelo. Cabe mencionar que posterior a la última actividad hidrotermal ocurrieron esfuerzos distensivos que provocaron el colapsamiento que dio origen al valle tectónico de San Luis Potosí, produciendo una segunda etapa de fracturamiento que es en donde se aloja el acuífero fracturado del VSLP. 

Hidrogeología 

En el valle el agua subterránea fluye regionalmente a través de los valles de Villa de Reyes y San Luis Potosí. Tres acuíferos forman el sistema acuífero del VSLP, el somero con una extensión limitada (sólo en la zona urbana) y poco espesor (< 40 m). Está formado por depósitos aluviales con limo, arena y grava. Debido a la poca profundidad a la que se encuentra sus niveles responden rápidamente a la época de lluvias, tiene presencia de contaminantes. Una capa de arenisca fina bien litificada, separa el acuífero somero del acuífero medio que es compuesto por un medio granular que rellenó las fosas tectónicas y ha sido el más explotado, con pozos que alcanzan profundidades de hasta 350 m, de material sedimentario. 

El acuífero profundo es formado por un medio fracturado que corresponde a la roca volcánica fracturada y proporciona una aportación importante del flujo subterráneo al acuífero intermedio. Los pozos más productores se localizan en la zona suroeste del VSLP, en las vecindades de la zona de fallas normales que limitan la fosa tectónica, en donde el agua subterránea es termal (>33º C). 

En regiones áridas y semiáridas, los acuíferos son explotados por el hombre en proporciones que exceden por mucho los tiempos de renovación del agua subterránea, para lo cual es importante conocer la edad del agua (tiempo transcurrido desde su infiltración). En Villa de Reyes el agua tiene una edad aproximada de 6000 años, en la zona del VSLP, el agua del medio granular tienen edades de 1300 a 2300 años y en el medio fracturado se han identificado edades de 5300 a 6300 años. Entender el concepto de edad del agua subterránea, nos da idea de lo limitado que es el recurso. Teniendo en cuenta que la recarga del acuífero que estamos explotando, sucedió hace miles de años y a decenas de kilómetros del sitio de extracción, los efectos de la recarga de la lluvia actual serán experimentados en el futuro en varios miles de años. Además, el crecimiento urbano reduce las zonas de recarga naturales. Por este motivo debemos considerar al agua como un recurso no renovable. Bajo estas condiciones de renovación del agua en los acuíferos, el agua subterránea se considera como recurso minado. 

Cambio de Uso del suelo

La creciente población permanece concentrada en los municipios de San Luis Potosí y Soledad de Graciano Sánchez, causando la fusión de ambas ciudades y un aumento rápido en la demanda de servicios de agua. La población de San Luis Potosí creció 30% entre 1950 y 1970 y registró un importante aumento del 50% entre 1970 y 1980. Para el año 2000 el número total de habitantes en los dos municipios era equivalente al 38% del total de la población del estado. La zona conurbada de San Luis Potosí incrementó 15 veces su tamaño de 1959 a 2005. Estos cambios ocasionaron un incremento en agricultura de riego y pastizales inducidos, mientras que el pastizal natural y la agricultura de temporal disminuyó considerablemente en los últimos 40 años. Además, con el crecimiento urbano también se incrementa las zonas destinadas a uso industrial.

Manejo del Agua Subterránea

En la primera mitad del siglo XIX, la población de San Luis Potosí se abastecía de agua por medio de norias y el uso de ésta era principalmente doméstico y de irrigación de pequeños huertos. Para 1960, 59% del agua para uso doméstico era superficial y 41% provenía del acuífero colgado. Hoy en día, 92% del agua es obtenida del subsuelo y solo el 8% es agua superficial. La mayor densidad de pozos de extracción se encuentra concentrada en la zona urbana, generando un gran cono de abatimiento que profundizo 85 m de 1971 a 2001 y va creciendo conforme se incrementa el régimen de extracción.

Los últimos balances hidrogeológicos de 1995 y 2002 indican que el volumen de extracción se ha incrementado de 110.27x106 a 120.60x106 m3/año y el déficit también se incrementó de 36.66x106 a 42.5x106 m3/año. 

Actualmente, ya se enfrentan diferentes secuelas del déficit de agua y las prácticas de extracción como son: el constante descenso del nivel piezométrico, el aumento de costos de extracción debido a mayor profundad de los niveles de bombeo, la reducción en los volúmenes de producción, la utilización y búsqueda de agua superficial en el valle y fuera de este para uso potable y se ha incrementado el riesgo de contaminación y de subsidencia.

*El doctor José Alfredo Ramos Leal actualmente es el Jefe de la División de Geociencias Aplicadas del IPICYT.

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