Investigación sobre el trágico ataque en Sydney
Investigación sobre los motivos detrás del ataque en Sydney y sus consecuencias
MELBOURNE, Australia (AP) — La policía australiana investigaba por qué el agresor que mató a seis personas e hirió a más de una docena con un cuchillo en un centro comercial de Sydney agredió a mujeres mientras evitaba a los hombres, indicó el lunes una comisaria. El padre del asesino lo atribuyó a la frustración de su hijo porque no tenía novia.
La policía mató a tiros al agresor, Joel Cauchi durante el ataque en el bullicioso centro comercial Westfield Bondi Junction el sábado, cerca de la famosa playa de Bondi.
La policía ha descartado el terrorismo y dijo que el agresor, de 40 años, tenía un historial de problemas de salud mental.
La comisaria de policía del estado de Nueva Gales del Sur, Karen Webb, dijo que los detectives interrogarían a la familia de Cauchi en un intento de determinar sus motivos. Imágenes de las cámaras de seguridad del centro comercial mostraban cómo Cauchi había dirigido sus ataques contra las mujeres.
"Los videos hablan por sí mismos, ¿no es cierto? Y desde luego eso es una línea de investigación para nosotros", dijo Webb a la Australian Broadcasting Corp.
"Es evidente para mí, es evidente para los detectives que ése parece ser un tema de interés: que el delincuente se centró en las mujeres y evitó a los hombres", añadió.
El padre del agresor, Andrew Cauchi, dijo que sabía por qué su hijo, que tenía equizofrenia, había dirigido su ataque contra mujeres.
"Porque quería una novia y no tenía habilidades sociales y estaba totalmente frustrado", dijo Cauchi, de 76 años, que estaba visiblemente afectado y habló con periodistas ante su casa en Toowoomba, en el estado de Queensland, a 870 kilómetros (540 millas) por carretera desde Sydney.
"Es mi hijo y yo amo a un monstruo. Para ustedes es un monstruo. Para mí era un chico muy enfermo. Créanme, era un chico muy enfermo", añadió el padre.
El único hombre fallecido fue Faraz Tahir, un refugiado paquistaní que trabajaba en el centro comercial como guardia de seguridad. Tahir no estaba armado.
La mayoría de las 12 víctimas que sobrevivieron a sus heridas también eran mujeres, dijo Webb.
Las pruebas se entregarán a un forense para que elabore un informe sobre las circunstancias de las muertes.
Webb esperaba que el forense también abordara la cuestión de si los guardias de seguridad en el centro comercial, uno de los más grandes de Australia, deberían ir armados.
Las familias de dos víctimas residentes en el extranjero fueron informadas de sus muertes, señaló la policía. Esos fallecidos eran Tahir, de 30 años y originario de Pakistán, y Yixuan Cheng, de 27 años y de China. También murieron Jade Young, de 47 años; Dawn Singleton, de 25 años; Pikria Darchia, de 55 años y Ashlee Good, de 38.
Ocho víctimas que sobrevivieron a sus heridas seguían hospitalizadas el lunes, incluida la hija de 9 meses de Good. El estado del bebé mejoró durante la noche del domingo de crítico a grave, según las autoridades de salud.
El estado de las otras siete víctimas iba de crítico a estable.
Andrew Cauchi dijo que su hijo sentía "fascinación por los cuchillos". El padre le quitó a su hijo cinco cuchillos de combate del ejército estadounidense cuando ambos residían en la casa familiar de Toowoomba el año pasado, por temor a que los empleara de forma violenta.
El padre dijo que su hijo se había enojado y llamo a la policía, acusándole de robo. Los cuchillos se entregaron a un amigo para que los guardara de forma segura.
"Le dije a la policía que mi hijo tenía esquizofrenia y temía por mí mismo", dijo Andrew Cauchi.
"Le dije a mi amigo, ¿por qué siento que me va a matar mi propio hijo en mi propia casa con un cuchillo de combate estadounidense?", añadió.
Las banderas ondeaban a media asta el lunes en edificios oficiales de Australia, en un día de duelo nacional por las víctimas. El lunes por la noche se colocaría un lazo negro en las velas de la Ópera de Sydney como parte de un espectáculo de luz.
La policía había devuelto el control de la escena del crimen, un edificio de siete plantas, a los operadores del establecimiento el domingo por la noche, aunque aún no se había anunciado cuándo reabriría al público.
La oficial de policía a la que se atribuía haber salvado muchas vidas al matar a Cauchi, la inspectora Amy Scott, sería entrevistada por detectives el martes.
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