Juicio por intento de atentado contra Cristina Fernández
Cristina Fernández califica de 'desastre' la investigación del intento de atentado
BUENOS AIRES (AP) — La exvicepresidenta argentina Cristina Fernández calificó la investigación del intento de atentado del que fue víctima en 2022 de “desastre total” y sostuvo que la justicia nunca intentó dar con los ideólogos del ataque al declarar el miércoles como testigo en el juicio a tres personas imputadas como los autores materiales.
"Acá no están los autores intelectuales ni los financiadores, más allá de todas las pruebas que se adjuntaron”, afirmó la también exmandataria (2007-2015) y una de las figuras políticas más poderosas de las últimas dos décadas ante los tres jueces del tribunal que dirige el proceso judicial.
Fernando Sabag Montiel y su exnovia Brenda Uliarte están acusados de tentativa de homicidio y los acompaña en el banquillo de los acusados Nicolás Carrizo como partícipe secundario. Sabag Montiel, quien fue el que empuñó el arma de la que no llegó a salir el disparo, ha confesado ser autor del ataque ante los jueces, mientras que su expareja expresó incoherencias y el tercero negó cualquier vinculación.
El 1 de septiembre de 2022 Sabag Montiel gatilló una pistola en la cabeza de la exmandataria peronista, ahora de 71 años, frente al que entonces era su domicilio en Buenos Aires, adonde se habían concentrado cientos de sus seguidores para darle apoyo cuando se desarrollaba un juicio en su contra por supuesta corrupción. Uliarte estaba muy cerca del lugar del hecho.
Fernández consideró ante el tribunal que, antes de ser víctima de ese ataque, fue objeto de una creciente “violencia simbólica”, tanto por parte de investigadores judiciales que la habían acusado de corrupción como por sectores políticos y de la prensa. "No es una cuestión de hacerse la víctima. Son datos duros y objetivos”, añadió mostrando publicaciones periodísticas que la mostraban caricaturizada con un ojo negro.
Mientras ella declaraba, decenas de simpatizantes del peronismo y seguidores se congregaron en las cercanías de la sede del tribunal para brindarle su respaldo.
Fernández cuestionó a la jueza federal María Eugenia Capuchetti porque, según dijo, no siguió la “trama del encubrimiento” del ataque. “Están sólo los autores materiales, el hilo se corta siempre por lo más delgado”, reprochó la exfuncionaria.
Los tres imputados también son conocidos como “La Banda de los Copitos”. Sabag Montiel, de nacionalidad brasileña y residente en Argentina desde hace décadas, trabajaba junto a Uliarte vendiendo en la calle algodón de azúcar, supuestamente a las órdenes de Carrizo. Los dos primeros se exponen a una pena máxima de 20 años de prisión.
A lo largo de la instrucción de la causa Fernández y su defensa se han mostrado convencidos de que sectores opositores habrían ideado el intento de magnicidio. Pero los funcionarios judiciales que investigaron consideraron que no había pruebas sobre la financiación, la planeación política y el encubrimiento del hecho.
Durante su declaración sobre el frustrado atentado, la exvicepresidenta apuntó contra el entonces diputado opositor Gerardo Milman y recordó los dichos del asesor de un legislador oficialista sosteniendo que lo escuchó decir en un bar cercano al Congreso “cuando la maten, yo voy a estar camino a la costa” dos días antes del hecho.
La exmandataria señaló además que los teléfonos móviles de las secretarias de Milman —quien ha negado cualquier implicación en el ataque— “fueron borrados” por funcionarios del actual Ministerio de Seguridad.
Durante la instrucción de la causa, la defensa de Fernández criticó que los investigadores no profundizaran la pesquisa sobre Revolución Federal, un grupo ultraderechista que organizó protestas contra la entonces vicepresidenta en una de las cuales participó Uliarte.
La defensa de la exvicepresidenta también cuestionó que no se investigara a fondo a una empresa de familiares del actual ministro de Economía Luis Caputo que, según sostienen, habría financiado a Revolución Federal, y que el celular del atacante se dañara en horas posteriores al intento de atentado estando en poder de policías.
El intento de asesinato no fue advertido por Fernández ni por su custodia. La detención de Sabag Montiel fue efectuada por militantes peronistas que presenciaron la maniobra y levantaron el arma del suelo. Horas después fueron arrestados los otros dos presuntos implicados en el hecho.
Si bien los tres detenidos carecían de filiación política, eran muy activos en las redes sociales contra el gobierno del entonces presidente Alberto Fernández y en especial contra la vicepresidenta.
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