Justicia por el asesinato de la concejal Marielle Franco

RÍO DE JANEIRO (AP) — La policía federal de Brasil arrestó el domingo a dos presuntos autores intelectuales del asesinato de la concejal de Río de Janeiro Marielle Franco en 2018, un paso muy esperado por la sociedad después de años de clamar justicia.

El brutal asesinato de Franco, una concejal de 38 años y quien era negra y bisexual, cometido desde un vehículo en movimiento, sacudió profundamente a Brasil y resonó en todo el mundo.

Dos fuentes de la policía federal al tanto de la investigación dijeron a The Associated Press que el congresista Chiquinho Brazão y su hermano Domingos Brazão, integrante del organismo de contabilidad del estado, fueron detenidos bajo sospecha de ordenar el asesinato de Franco. Ambos han sido vinculados a grupos criminales conocidos como milicias, que cobran a vecinos a cambio de protección y otros beneficios.

Las fuentes no revelaron el motivo del crimen.

El miércoles, el ministro de Justicia de Brasil, Ricardo Lewandowski, dijo que la Corte Suprema del país había validado un acuerdo de culpabilidad para el hombre que tras ser arrestado en 2019 confesó haber asesinado a Franco. Su confesión condujo a los arrestos del domingo.

Rivaldo Barbosa, jefe de la policía de Río de Janeiro cuando ocurrió el crimen, también fue arrestado por supuesta obstrucción de la investigación, indicaron las fuentes.

La concejal trabajaba como asistente para el entonces legislador estatal Marcelo Freixo en 2008, cuando éste presidía una comisión especial que investigaba a las milicias en la Asamblea Estatal de Río. El reporte final de Freixo imputó a 226 presuntos miembros de milicias, políticos y empleados públicos, incluyendo a Domingos Brazão.

La violencia política no es infrecuente en Río, y esos asesinatos suelen estar vinculados a disputas territoriales y políticas. Pero normalmente quedan sin resolver y nunca provocan el mismo nivel de indignación que la muerte de Marielle. Había sido una estrella política en ascenso y se había hecho famosa al exponer el abuso policial y la violencia contra los residentes de barrios de clase trabajadora conocidos como favelas.

Conocida universalmente por su nombre de pila, Marielle creció en una favela, el barrio Mare, cerca del aeropuerto internacional de Río. Allí se convirtió en activista de derechos humanos después que una amiga muriera al ser impactada por una bala perdida en un tiroteo entre policías y narcotraficantes. Trabajó para un legislador estatal que investigaba el crimen organizado y luego ganó un escaño en el concejo municipal de Río en 2016. Siguió recibiendo y compartiendo denuncias de abuso policial hasta días antes de ser asesinada.

Se destacó como una de las únicas mujeres negras en el consejo y, aunque su asertividad y su mera presencia irritaron a algunos, se mantuvo imperturbable.

La noche del 14 de marzo de 2018 abandonó un evento para empoderar a las jóvenes negras cuando un automóvil se detuvo junto al suyo y abrió fuego. Marielle y su conductor, Anderson Gomes, murieron en el lugar.