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Navidad desentona con crisis política

Por AP

Septiembre 04, 2024 03:00 a.m.

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CARACAS.- Falta menos de un mes para la Navidad, al menos en Venezuela, y los ciudadanos aún no tienen claro si alcanzará el aguinaldo para comprar los ingredientes de la cena y ni siquiera cómo o cuándo se resolverá la crisis política en la que entró el país tras unas elecciones cuestionadas que tanto el presidente Nicolás Maduro como la oposición dicen haber ganado.

La decisión del mandatario de adelantar la Navidad al 1 de octubre, anunciada el lunes sin dar más detalles sobre lo que implicará ese cambio, encontró a los venezolanos en incertidumbre, pese a que no es la primera vez que lo hace.

Al desconcierto por los resultados de las elecciones —controvertidas dentro y fuera del país por falta de transparencia y de verificación— se sumaba la difícil situación económica que arrastran los ciudadanos desde hace años.

“Se supone que la Navidad es tiempo de alegría, encuentro con la familia, fiestas, regalos; sin dinero y con esta crisis política. ¿Quién se lo puede creer que hay un adelanto de la Navidad?”, dijo José Ernesto Ruiz, un oficinista de 57 años, cuestionando el ambiente navideño.

No cree que los venezolanos estén ahora de humor, como suelen estar en diciembre, cuando se recibe la Navidad como una de las fiestas más esperadas del año.

Ya otros años, Venezuela ha tenido una Navidad adelantada. Sucedió al menos en 2019, en 2020 y en 2022, siempre por decisión de Maduro. Esos años, las calles se decoraron más de dos meses antes de la fecha oficial de celebración y se celebraron conciertos y fiestas en parques públicos. Pero nunca hasta ahora se había adelantado tanto como hasta el 1 de octubre.

Maduró consideró el lunes que las “buenas perspectivas económicas” y el apoyo de los venezolanos en momentos difíciles merecían empezar a celebrar las fiestas navideñas antes.

“Llegó la Navidad con paz, felicidad y seguridad”, mencionó Maduro, en una aparente alusión a que las últimas protestas que sobrevinieron a los cuestionados resultados de las elecciones ya fueron neutralizadas.

Maduro fue declarado ganador por el Consejo Nacional Electoral, un organismo colegiado de mayoría oficialista, que aseguró que el mandatario obtuvo 6,4 millones de votos frente a los 5,3 millones que recibió González. En cambio, la oposición sostiene que las actas en su poder —copias recolectadas por sus testigos en las mesas de votación— arrojan que su candidato, Edmundo González, alcanzó 7,3 millones de votos y Maduro 3,3 millones.

Organismos de observadores internacionales cuestionaron la independencia e imparcialidad del tribunal electoral.

También el lunes pasado, un juez de Venezuela emitió una orden de detención contra González por petición de la fiscalía general, para una investigación penal abierta en su contra por la presunta comisión de los delitos de “usurpación de funciones, forjamiento de documento público, instigación a la desobediencia de las leyes, delitos informáticos, asociación para delinquir y conspiración”.

Ante esas recientes decisiones, el anuncio de adelantar la Navidad cayó entre algunos venezolanos con la sensación de que las preocupaciones del gobierno deberían ser otras.

“A todos nos preocupa qué vamos a llevar de comer a la mesa, cómo vamos a pagar la camionetica (el transporte público), a mandar a los muchachos al colegio y comprar una medicina cuando hace falta”, comentó Inés Quevedo, una secretaria de 39 años, madre de dos niños. “No creo que nos mejoren los sueldos y nos paguen el aguinaldo” en octubre, como llaman al bono de fin de año. “Sin eso y sin las hallacas —un plato típico—, no hay Navidad”.