Una agresión brutal destapa la crisis de la violencia machista en Bulgaria

SOFÍA (EFE).- La liberación en Bulgaria de un hombre que perpetró una agresión brutal a su exnovia ha desatado una inusitada ola de indignación en el país balcánico por la relativa impunidad de los agresores y la falta de protección a las víctimas de violencia machista.

La víctima, una mujer búlgara de 18 años, Débora Mihaylova, tuvo que ser hospitalizada con numerosas heridas, y necesitó 400 puntos de sutura.

Su exnovio, un portero de discoteca de 26 años, fue puesto en libertad a fines de julio poco después de ser detenido.

Ambos son de la ciudad de Stara Zagora, situada en el centro de Bulgaria.

La brutalidad de los hechos, divulgada por la madre de la víctima en unas fotos, y la mínima respuesta institucional movilizó la pasada semana a miles de personas indignadas en más de 30 ciudades.

Muchos de los manifestantes, en su mayoría mujeres jóvenes, portaban carteles con tinta roja imitando la sangre y con el mensaje "Ni una más". También se corearon gritos para demandar una reforma judicial para mejorar la protección de las mujeres.

Esta protesta inédita y espontánea denunciaba tanto las agresiones en aumento contra las mujeres, generalmente a manos de su pareja o expareja, así como la débil respuesta de las autoridades, que no atienden el problema o lo hacen de tal forma que dejan a las víctimas indefensas.

A pesar de la gravedad de las heridas, el agresor fue acusado de "daño corporal medio" y permaneció detenido. Pero su apelación acabó en su liberación y el crimen pasó a clasificarse como "daño corporal leve" ya que, según la ley búlgara, la vida de la víctima no estuvo en peligro.

La levedad de los cargos y la salida a la calle del acusado, que ya tenía antecedentes penales y estaba en libertad condicional por un delito anterior de agresiones, provocaron una ola de indignación.

Según la ley búlgara, en caso de "daño corporal leve" la víctima debe presentar una acusación privada contra el agresor, sin participación de la fiscalía. Al tratarse de una acusación menor se descarta que la agredida necesite protección alguna o se impongan medidas preventivas como una orden de alejamiento.

Además, tanto el tribunal como la fiscalía y la policía fallaron en informar a la víctima de la liberación de su agresor. La ciudadanía criticó un sistema que parece no sólo ineficaz sino que pone en riesgo la vida de las víctimas.

Los expertos ven varias razones para la indignación inédita en la sociedad búlgara. Ivaylo Ivanov, asistente en la facultad de Derecho en la Universidad de Sofía, señala que el caso subraya el mal funcionamiento del sistema judicial y posible corrupción.

"La judicatura es capaz de dejar que el agresor se vaya a casa a pesar de que tiene 'hábitos delictivos permanentemente establecidos', según coinciden dos instancias, que además habían visto las fotos de su agresión, que parece de una película de terror", critica el experto en declaraciones a EFE.

La política también ha contribuido a minimizar las agresiones machistas. El Partido Socialista Búlgaro y formaciones ultranacionalistas como Vazrazhdane realizaron campañas contra el Convenio de Estambul y la "ideología de género", lo que ha sido interpretado por muchos como una legitimación de conductas machistas.

Bulgaria no ha ratificado el Convenio de Estambul, un tratado internacional destinado a prevenir y combatir la violencia contra las mujeres y las niñas, que fue propuesto por el Consejo de Europa en 2011.

Las estadísticas corroboran un aumento del 36 % en las diligencias previas a juicios por "violencia doméstica" y un reciente estudio mostró que el 11,9 % de las mujeres entre 18 y 74 años ha sufrido violencia física o sexual.

La movilización ciudadana motivó las primeras destituciones por lo sucedido. El examen forense inicial después del ataque fue en parte culpable de los leves cargos ya que calificó las heridas de la joven como menores.

Tanto el fiscal de distrito como el médico responsable del informe forense original han dejado sus cargos y se han dado órdenes para un segundo examen médico.

Por otro lado, el agresor ha vuelto a ser detenido bajo la acusación de haber enviado una amenaza de muerte a la víctima dos días antes de perpetrar su ataque.

Pero el verdadero cambio deberá ser el legislativo: tras las fuertes protestas, el Parlamento búlgaro ha interrumpido su receso estival para celebrar este lunes una sesión plenaria de emergencia con el fin de introducir enmiendas al código penal.

El objetivo es aumentar las penas por lesiones corporales leves y moderadas y tipificar como delito el maltrato psicológico, lo que no ocurre en la actualidad.