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CIUDAD DE MÉXICO.- A 10 años del fallecimiento de panista y entonces secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño, el ex presidente Felipe Calderón recordó el hecho en sus redes sociales, además de calificarlo como un “brillante” amigo y colaborador.
“Hace 10 años ya que, de regreso de San Luis Potosí, a donde acudió a impulsar el Acuerdo por la Seguridad, la Justicia y la Legalidad, falleciera en accidente aéreo nuestro brillante amigo y colaborador Juan Camilo Mouriño, junto con su equipo cercano. Lo recordamos con cariño”, escribió.
El 4 de noviembre de 2008, cerca de las 19:00 horas, el Lear Jet 45 con matrícula XC-VMC, en el que viajaba el entonces secretario de Gobernación se estrelló en la intersección de las calles Monte Pelvoux y Ferrocarril de Cuernavaca, en Lomas de Chapultepec IV Sección.
Inicialmente la aeronave se impactó con el terreno, en un ángulo estimado de 45 grados. La punta derecha del ala derecha golpeó un automóvil estacionado y se desprendió esa parte del jet, mientras que el ala izquierda golpeó un árbol del otro lado de la calle.
Así, la aeronave avanzó y se desplazó contra un poste de luz, carros estacionados y en movimiento, también contra un puesto ambulante de estructura metálica para luego colisionar contra el “Centro Empresarial Lomas”. Ahí explotó y se fragmentó en un sinnúmero de partes. Los restos se dispersaron hasta por 100 metros y un fuego posterior consumió la mayoría de la nave.
En el amparo directo 40/2016 que fue presentado ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), se dice que el ciudadano francés Paul Henri Gimenez circulaba en su automóvil justo en el momento en que la aeronave se impactó.
El francés salió del vehículo sufriendo quemaduras y lesiones de suma gravedad. Horas después, Giménez, de entonces 33 años de edad, ingresó al servicio de urgencias del Hospital General Dr. Manuel Gea González, donde fue atendido por quemaduras directas en el 75% de su cuerpo; probable trauma cerrado de tórax y abdomen, entre otros.
Las secuelas quedaron: cicatrices por quemaduras de segundo y tercer grado, injertos de piel, amputaciones de falanges en ambas manos, contracturas, muerte de músculos, lesiones cutáneas. Dos años después del accidente, Henri interpuso una reclamación de indemnización por daños causados por el Estado en contra de la Segob y de la SCT.
Solicitó una indemnización por daños personales, daño moral, gastos médicos pasados, presentes y futuros y perjuicios, lucro causante y daño al proyecto de vida. La Segob le dio un finiquito, mientras la SCT determinó que era improcedente su pretensión.
“Hace 10 años ya que, de regreso de San Luis Potosí, a donde acudió a impulsar el Acuerdo por la Seguridad, la Justicia y la Legalidad, falleciera en accidente aéreo nuestro brillante amigo y colaborador Juan Camilo Mouriño, junto con su equipo cercano. Lo recordamos con cariño”, escribió.
El 4 de noviembre de 2008, cerca de las 19:00 horas, el Lear Jet 45 con matrícula XC-VMC, en el que viajaba el entonces secretario de Gobernación se estrelló en la intersección de las calles Monte Pelvoux y Ferrocarril de Cuernavaca, en Lomas de Chapultepec IV Sección.
Inicialmente la aeronave se impactó con el terreno, en un ángulo estimado de 45 grados. La punta derecha del ala derecha golpeó un automóvil estacionado y se desprendió esa parte del jet, mientras que el ala izquierda golpeó un árbol del otro lado de la calle.
Así, la aeronave avanzó y se desplazó contra un poste de luz, carros estacionados y en movimiento, también contra un puesto ambulante de estructura metálica para luego colisionar contra el “Centro Empresarial Lomas”. Ahí explotó y se fragmentó en un sinnúmero de partes. Los restos se dispersaron hasta por 100 metros y un fuego posterior consumió la mayoría de la nave.
En el amparo directo 40/2016 que fue presentado ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), se dice que el ciudadano francés Paul Henri Gimenez circulaba en su automóvil justo en el momento en que la aeronave se impactó.
El francés salió del vehículo sufriendo quemaduras y lesiones de suma gravedad. Horas después, Giménez, de entonces 33 años de edad, ingresó al servicio de urgencias del Hospital General Dr. Manuel Gea González, donde fue atendido por quemaduras directas en el 75% de su cuerpo; probable trauma cerrado de tórax y abdomen, entre otros.
Las secuelas quedaron: cicatrices por quemaduras de segundo y tercer grado, injertos de piel, amputaciones de falanges en ambas manos, contracturas, muerte de músculos, lesiones cutáneas. Dos años después del accidente, Henri interpuso una reclamación de indemnización por daños causados por el Estado en contra de la Segob y de la SCT.
Solicitó una indemnización por daños personales, daño moral, gastos médicos pasados, presentes y futuros y perjuicios, lucro causante y daño al proyecto de vida. La Segob le dio un finiquito, mientras la SCT determinó que era improcedente su pretensión.


