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El coordinador del Programa de Manejo, Uso y Reúso del Agua (PUMAGUA) de la UNAM, Daniel Rocha, señaló que la compra de agua embotellada representa un desembolso considerable para los mexicanos; tan solo en la Ciudad de México se gastan cuatro mil millones de pesos al año, y a nivel nacional la cifra alcanza los 45 mil millones de pesos.
De acuerdo con un boletín que emitió la UNAM, tras los sismos de 1985 el consumo de agua embotellada se extendió debido a la ruptura de tubos de abastecimiento. Con este suceso, se generaron políticas públicas de salud como recomendar hervir el agua antes de consumirla, entre otros.
"El agua de la Ciudad de México es confiable en sí, hasta la toma, pero hay condiciones que la hacen poco apta para consumo humano, como su almacenamiento en cisternas o tinacos; ahí pierde su calidad, y más cuando permanece estancada tiempo prolongado y no se da mantenimiento y limpieza a estos contenedores", explicó Rocha.
La poca confianza que la población tiene sobre la calidad del agua que reciben a sus casas, fue uno de los factores que permitió que la venta de agua embotellada se popularizara.
Los habitantes de la Ciudad de México gastan cuatro mil millones de pesos al año, y a nivel nacional la cifra es de aproximadamente 45 mil millones de pesos, "casi el doble del presupuesto de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) para 2019", afirmó Rocha Guzmán.
De acuerdo con el coordinador de la UNAM, la CDMX requiere de 90 mil millones de pesos para rehabilitar los 12 mil kilómetros de tubería que compone la red de servicio, pero para llevar a cabo esa obra se necesitaría el presupuesto de 17 años y medio del Sistema de Aguas de la Ciudad de México (SACMEX).
El universitario detalló que este año el SACMEX recibió un presupuesto de 5 mil 200 millones de pesos.