Postura de AMLO ante la injerencia extranjera

CIUDAD DE MÉXICO, agosto 27 (EL UNIVERSAL).- El presidente Andrés Manuel López Obrador rechazó el llamado al diálogo del embajador de Estados Unidos en el país, Ken Salazar, sobre la reforma al Poder Judicial de la Federación, porque —dijo—, es un asunto que sólo corresponde a los mexicanos y la soberanía de México está por encima de cualquier tratado comercial.

"Aun en el caso, que no es real, de que hubiese sanciones a México [por el T-MEC], nosotros los mexicanos tenemos que poner por delante nuestra soberanía. No podemos someternos, es la historia de México, es el sacrificio de mucha gente por lograr una patria libre, independiente, soberana, eso está por encima de cualquier tratado", insistió.

La presidenta electa Claudia Sheinbaum coincidió con López Obrador al señalar que el diálogo nunca está cerrado, "pero hay cosas que le competen a los mexicanos y hay otras que sí nos competen en la relación, es una decisión soberana, si después de eso quieren ver cómo eso está incorporado en el T-MEC, con gusto", consideró.

Sheinbaum Pardo llamó al embajador Salazar para que revise la propuesta para reformar el Poder Judicial de la Federación, pero por el momento no se podrá reunir con él hasta que asuma el cargo de presidenta de la República.

En la conferencia mañanera, López Obrador fue cuestionado sobre el llamado que hizo la semana pasada el embajador Salazar para dialogar sobre la reforma judicial que había criticado por poner en riesgo la democracia y el T-MEC.

¿Este tema no lo tocaría con él?, se le preguntó al Presidente.

"No, es un asunto de los mexicanos y se está resolviendo en las instituciones de nuestro país", respondió López Obrador.

El Mandatario federal dijo que le buscan dar la vuelta por las ramas, diciendo que como hay un tratado comercial "nos podemos meter. No, el tratado no es para que México se convierta en un apéndice, en una colonia, en un estado asociado, aún cuando haya mexicanos que quisieran eso", sostuvo.

Aseguró que no hay pleito con el embajador Salazar, es sólo aclarar, puntualizó, que somos países independientes y soberanos muy respetuosos de nuestra relación de amistad y cooperación.

"Y no es ningún pleito con el embajador [de Estados Unidos en México], él es una muy buena persona, pero es política y no siempre vamos a coincidir", argumentó.

Reiteró que no es posible que un embajador extranjero opine lo que está bien o lo que está mal en nuestro país, porque esa no es la función de un diplomático.

La semana pasada el diplomático estadounidense llamó al diálogo ante la polémica suscitada por sus críticas contra la reforma al Poder Judicial de la Federación.

"Diálogo siempre debe de haber, el asunto es que los temas relacionados con México nos corresponden a nosotros, no pueden venir extranjeros, ningún gobierno extranjero a tratar asuntos que sólo corresponden a los mexicanos", remarcó el Presidente.

Puso como ejemplo que si él pidiera a Washington dialogar sobre la venta de armas para hacer la guerra en el mundo, "qué me tengo yo que meter", consideró.

El viernes pasado, el gobierno mexicano envió una nota diplomática de protesta a Washington por las declaraciones "desafortunadas e imprudentes del embajador Salazar", que son "una acción inaceptable de injerencia" y que contravienen la soberanía mexicana.