Buscando a su hermano, ha encontrado 10 cuerpos

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ENSENADA.- A tu hermano le dieron un par de balazos porque lo confundieron y ese “error” hizo que terminara enterrado junto a otros dos extraños, dentro del terreno de un rancho prácticamente escondido: esa fue la noticia que recibió don Tuni hace un tiempo. 

Con la esperanza de hallar a su hermano, Agustín aprendió a rastrear cuerpos, a deslizarse entre un sitio lleno de tierra, parcelas de cebollas, alguno que otro árbol que se revela a morir en la región agreste y la nada. Así, en medio del dolor, en el Valle de la Trinidad, al este de Ensenada, don Tuni ha hallado durante el último año alrededor de 10 cuerpos: ninguno el que busca.

Aunque siempre se dedicó al comercio, a rentar sus tierras y a atender una heladería y una tienda, hoy, este hombre sabe cómo desenterrar cuerpos. También conoce el hedor que se mezcla entre el aire, como signo de lo que alguna vez fue una persona ahora convertida solamente a carne sin vida.

Desde que desapareció su hermano, en diciembre en 2017, Agustín camina por el Valle cargando varillas, picos y palas. Pero no solo él aprendió del negocio de la muerte, también los sobrinos y hasta los trabajadores; saben que si en su andar por la tierra hay un pequeño montículo o hundimiento lo primero es hundir el palo de metal, y su entra y sale con olor, significa que es hora de cavar.

“Uno nunca se imagina que va andar buscando a los suyos en tierras ajenas”, dice Tuni mientras camina uno de los ranchos en el Valle, en la Lázaro Cárdenas, junto a un par de sobrinos, y activistas. “Ya no recuerdo cuántos cuerpos he visto, no sé, cuatro que hallamos al pie del cerro, una pareja en el arroyo… 10 o más”.