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Tapachula, Chis.- Poco más de medio millar de migrantes de África, Haití y Asia se entregaron de forma voluntaria al Instituto Nacional de Migración (INM) los últimos días de febrero y la primera semana de marzo del presente para solicitar el oficio de salida que les permita continuar su viaje a Estados Unidos o Canadá para solicitar refugio.
Los extranjeros ingresaron por la frontera de Guatemala y provienen en su mayoría del Congo, Camerún, Angola, Senegal, Sierra Leona, Nepal, Uganda, India, Sri Lanka, Bangladesh y Haití, entre otras naciones.
Los migrantes, que salieron de la estación Siglo 21, en México, denunciaron que fueron objeto de discriminación y maltrato por el color de su piel al interior de la instalación gubernamental, donde permanecieron seis días para tramitar su documentación.
“Mucha discriminación en México, mucha discriminación”, insistían mientras mostraban el color de su piel.
Acusaron que por la mañana eran bañados a “manguerazos” con agua fría y dormían en el área de los sanitarios y en el piso.
“Primero comen los hombres blancos y nosotros poquito de lo que sobra una vez al día”, detallaron en español.
Durante un recorrido realizado por la explanada de la estación migratoria de Tapachula, se observó a unos 200 migrantes, entre ellas mujeres embarazadas y con menores edad, quienes duermen en las jardineras y piso de concreto, cobijados por las sombras de árboles, con temperaturas de hasta 40 grados.
Los migrantes, quienes declinaron proporcionar su nombre por temor a represalias, explicaron que no cuentan con recursos para pagar un hospedaje ni alimentación para sus familias, puesto que han gastado más de 4 mil dólares en el viaje, que duró entre uno y tres meses.
Los extranjeros detallaron que muchos sufrieron asaltos, tanto de la delincuencia común como de policías en Centro y Sudamérica, además de que han desembolsado recursos para el pago de coyotes para cruzar la selva de Venezuela y Colombia, gastos de transporte, comida y hospedaje.
El Instituto Nacional de Migración reportó que en 2018, a Baja California llegaron 72 personas de la región de Medio Oriente, mientras que en enero fueron siete. La Casa del Migrante en Tijuana reporta que han recibido cuatro.