Glosario político: cuál es el origen e historia del "dedazo"
CIUDAD DE MÉXICO, septiembre 7 (EL UNIVERSAL).- En los días previos, el Frente Amplio por México, conformado por el PRI, PAN y PRD, eligió a Xóchitl Gálvez como su virtual candidata presidencial para las elecciones del 2024. Lo mismo hizo Morena con Claudia Sheinbaum ayer miércoles.
Tras la designación de ambas, las redes sociales explotaron con comentarios sobre el "dedazo" y siempre que hay elecciones viene a colación el término, pero ¿de dónde proviene?
La Real Academia Española (RAE) reconoce a la palabra "dedazo" como la "designación de un candidato a un puesto público, de parte del poder ejecutivo, sin las formalidades de rigor" en México y en Honduras, aunque en "el Salvador tiene un significado diferente, relacionado a una delación.
Si bien ahora la palabra "dedazo" es un término popularizado su origen se remonta a varias décadas atrás, cuando el Partido Revolucionario Institucional (PRI) gobernaba, sin oposición política.
Según el libro "La herencia" de Jorge Castañeda, "el dedazo" fue una práctica que existió en el PRI desde su fundación como el Partido Nacional Revolucionario (PNR) por Plutarco Elías Calles, quien designó a sus siguientes tres sucesores sólo con su decisión.
"El dedazo" y el PRI
Ese sistema "rigió de 1940 a 1994. El presidente en funciones designaba a un sucesor, ya fuera por decisión o voluntad anticipada (escogiendo al que prefería), ya fuera por eliminación o descarte (escogiendo al que quedaba después de la batalla o al menos malo). El elegido era siempre el que el presidente escogía, pero lo seleccionaba entre los que podía, no únicamente entre los que quería", resume Castañeda sobre el dedazo.
En los casos que Castañeda investigó, Díaz Ordaz escogió a Luis Echeverría "porque no le quedaba de otra(o); Echeverría a López Portillo porque fue el que siempre quiso y no se le cayó en el trayecto; JLP a Miguel de la Madrid, por descarte, porque era la mejor segunda opción, a falta de una primera en el gusto del presidente; De la Madrid a Carlos Salinas de Gortari también por decisión tomada desde un principio, y lo mismo Salinas a Colosio.
Pero Colosio fue asesinado —el caso extremo de un candidato que se quedó en el camino— y Zedillo fue elegido entonces por eliminación, porque no quedaba otra opción viable en la emergencia. Zedillo designó a Labastida por descarte, en una primaria fabricada, debido a que la XIV Asamblea del PRI y los candados allí impuestos al presidente le impidieron inclinarse por quienes hubiera preferido, José Ángel Gurría (secretario de Hacienda) o Guillermo Ortiz (gobernador del Banco de México)".
Sin embargo, el escritor aclara en su mismo libro que el dedazo provocaba tensiones entre los "tapados", es decir los posibles candidatos, y sucesiones dolorosas. "En otras palabras, con un par de excepciones, nunca se produjo una sucesión indolora. La época de oro no fue dorada: fue de bronce o de latón", sobre la época de sucesión en el PRI y sus precedentes.
Para Castañeda, todos los presidentes priistas usaron el "dedazo" como método de sucesión y fue hasta el año 2000 en que "el sistema del 'tapadismo', 'dedazo' o 'herencia' dejó de existir como tal". En aquel año, Vicente Fox rompió con el PRI en la Presidencia y Castañeda fue su canciller, lo que hace entrever la lectura política del escritor.
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