A-AA+
La candidata de la coalición Juntos Haremos Historia al gobierno capitalino, Claudia Sheinbaum Pardo, prometió un gobierno digital, con transparencia "al infinito", y consideró que el 1 de julio se confrontarán dos proyectos: el de la honestidad y el de la corrupción.
Al participar en el tercer y último debate entre los aspirantes a gobernar la Ciudad de México, la abanderada de los partidos Morena, del Trabajo (PT) y Encuentro Social expresó que en caso de ganar habría rendición de cuentas y un gobierno abierto para llevar “al infinito” la transparencia.
Expuso que de ganar las elecciones promovería un gobierno digital y electrónico, porque actualmente no hay comunicación entre población y autoridades, de tal manera que al digitalizar los trámites no sólo se recibirían quejas sino que se daría seguimiento hasta la solución de los problemas.
Declaró que haría respetar la Constitución local, por lo que terminaría con los cacicazgos que se han impuesto en las delegaciones gobernadas por el Partido de la Revolución Democrática (PRD) en donde, en su opinión, se niega la libre reunión y manifestación.
Sostuvo que para terminar con la violencia que aqueja a la Ciudad de México se debe rescatar la gobernabilidad que provocó un gobierno fallido al que, a su juicio, representa Barrales Magdaleno, candidata de Por la Ciudad de México al Frente.
Al hablar de transparencia indicó que convocaría a la sociedad civil para construir un verdadero sistema anticorrupción y rechazó el que aprobaron en la Asamblea Legislativa que, desde su punto de vista, genera una burocracia de 360 puestos para colocar a amigos que les permitan mantener intereses de corrupción.
Según ella, el gobierno que representaría Barrales es corrupto porque hizo compras donde hubo sobreprecios para hacer negocio desde el poder público, ya que se compraron 158 mil lámparas a dos mil 600 millones de pesos, más de 16 mil pesos por cada una cuando en el mercado estaban a 10 mil pesos.
Abundó que en 2015 se compraron 154 camiones a 2.5 millones de pesos cada uno cuando su valor comercial era de 1.5 millones; en 2016, 148 autobuses DM 1 con 16.5 por ciento de sobreprecio; en 2017 se compraron 10 mil chalecos después del sismo de septiembre pasado a 7.5 millones de pesos, 572 por cada uno de ellos, con un valor comercial de la mitad.
Denunció que se aprobaron ocho mil millones de pesos para atender a los damnificados del sismo del 19 de septiembre de los cuales, según ella, se habrían desviado tres mil millones para la compra del voto.
Al participar en el tercer y último debate entre los aspirantes a gobernar la Ciudad de México, la abanderada de los partidos Morena, del Trabajo (PT) y Encuentro Social expresó que en caso de ganar habría rendición de cuentas y un gobierno abierto para llevar “al infinito” la transparencia.
Expuso que de ganar las elecciones promovería un gobierno digital y electrónico, porque actualmente no hay comunicación entre población y autoridades, de tal manera que al digitalizar los trámites no sólo se recibirían quejas sino que se daría seguimiento hasta la solución de los problemas.
Declaró que haría respetar la Constitución local, por lo que terminaría con los cacicazgos que se han impuesto en las delegaciones gobernadas por el Partido de la Revolución Democrática (PRD) en donde, en su opinión, se niega la libre reunión y manifestación.
Sostuvo que para terminar con la violencia que aqueja a la Ciudad de México se debe rescatar la gobernabilidad que provocó un gobierno fallido al que, a su juicio, representa Barrales Magdaleno, candidata de Por la Ciudad de México al Frente.
Al hablar de transparencia indicó que convocaría a la sociedad civil para construir un verdadero sistema anticorrupción y rechazó el que aprobaron en la Asamblea Legislativa que, desde su punto de vista, genera una burocracia de 360 puestos para colocar a amigos que les permitan mantener intereses de corrupción.
Según ella, el gobierno que representaría Barrales es corrupto porque hizo compras donde hubo sobreprecios para hacer negocio desde el poder público, ya que se compraron 158 mil lámparas a dos mil 600 millones de pesos, más de 16 mil pesos por cada una cuando en el mercado estaban a 10 mil pesos.
Abundó que en 2015 se compraron 154 camiones a 2.5 millones de pesos cada uno cuando su valor comercial era de 1.5 millones; en 2016, 148 autobuses DM 1 con 16.5 por ciento de sobreprecio; en 2017 se compraron 10 mil chalecos después del sismo de septiembre pasado a 7.5 millones de pesos, 572 por cada uno de ellos, con un valor comercial de la mitad.
Denunció que se aprobaron ocho mil millones de pesos para atender a los damnificados del sismo del 19 de septiembre de los cuales, según ella, se habrían desviado tres mil millones para la compra del voto.