Jornada de Ayuno y Oración en Chiapas
Conflicto postelectoral y violencia en Chiapas
Miembros de la organización Las Abejas realizaron una jornada de ayuno y oración, para pedir por la paz y tranquilidad en los municipios de Chiapas, que desde hace tres años están sumidos en una ola de violencia por el pleito de grupos criminales.
La jornada de ayuno y oración, se llevó a cabo en la comunidad Nuevo Yibeljob, del municipio de Chenalhó, fundada en el año 2000 por unas 100 familias, que habían dejado sus hogares en Yibeljob, a raíz de la masacre de Acteal de 1996.
El ayuno y oración se llevó a cabo de las 06:00 a las 14:00 horas, en una carpa donde participaron hombres, mujeres y niños.
José Alfredo Jiménez, integrante de Las Abejas aseguró que llevaron a cabo la jornada de ayuno y oración, para pedir por "la paz y tranquilidad en Chiapas".
Recordó que en 1996 dejaron sus hogares en Yibeljob, por la violencia que se vivía en Chenalhó. Durante tres años vivieron refugiados en Xoyep, hasta que fundaron Nuevo Yibeljob.
Jiménez consideró que la violencia que se vive en Chiapas es mayor a la que se registró en 1994. "Yo creo que esta es peor, porque en 1994 fue una guerra declarada por el Ejército Zapatista al Ejército mexicano donde se debía de respetar a la población civil".
Además, "había una ley que podía regular la guerra, aunque no fue una guerra justa, fue una guerra injusta. Era diferente. Ahora el narco no respeta (a la población civil) y el gobierno se le salió de las manos (el problema) ".
El conflicto postelectoral de Pantlehó, del 2021, provocó que dos grupos armados se mantuvieran enfrentados por el control del municipio, pero el problema se ha extendido a comunidades Chenalhó, municipio vecino.
El asedio del grupo paramilitar "Los Herrera", a la comunidad Tzanembolom, provocó que cien indígenas tzotziles dejaran sus hogares el 20 de julio.
Felipe Hernández, de 27 años, explicó que durante nueve días desde el 10 de julio, estuvieron rodeados de hombres armados, hasta que unos 250 elementos de la Policía Estatal los rescató el día 20, para trasladarlos a San Cristóbal de las Casas, donde permanecieron un día y luego los llevaron a la Casa de la Cultura de la cabecera municipal de Chenalhó.
Durante nueve días no tuvieron acceso a alimentos, agua y tampoco pudieron salir a sus áreas de cultivo, porque tenían miedo a morir por las balas.
Otro grupo de La Esperanza, de Chenalhó, también abandonó su comunidad y permanece en la cabecera municipal, en un salón de la presidencia municipal.
"Salimos con lo que teníamos puesto", explica Felipe que ve complicado el regreso a su comunidad. "Quisiéramos que el gobierno nos comprara tierras para construir nuestras casas de nuevo".
Celso Gutiérrez Santiz, de 37 años representante de La Esperanza, dio a conocer que dejaron sus hogares el 30 de julio, por los disparos de armas de fuego de un grupo armado. No sabe si se trató de "Los Herrera".
Como como consecuencia, 42 familias, 250 personas dejaron sus hogares, para buscar refugio en la cabecera municipal de Chenalhó.
Celso no sabe cuándo regresará a ocupar su hogar. "No sabemos, cuándo vamos a regresar", dice.
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