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Lo que empezó como una curiosidad ahora se volvió una disciplina para Lauro Miguel Castillo Delgado, quien desde hace 34 años participa como penitente inscrito en la hermandad de encruzados.
Lauro, es presidente de está congregación donde participan 100 de sus compañeros a los que él llama hermanos.
Durante la Semana Santa, en las procesiones que se realizan en Taxco, entre hombres y mujeres que arrastran cadenas, cargan rollos de espinas, los flagelados y los encorvados, participan mil 500 personas distribuidos en diferentes hermandades.
En entrevista con Notimex, Lauro se cubre el rostro y cuenta que inició a los 16 años a participar en la penitencia, inscrito en la hermandad de encruzados, sin embargo, lo permitido es a partir de los 18 años.
Los abuelos por el lado materno y paterno de Lauro también participaron en la hermandad de encruzados y eso le ayudó a que hicieran una excepción y se le permitiera ingresar antes de la edad permitida.
Dijo que lo que inició como una invitación por amigos de preparatoria y curiosidad y el querer compartir con ellos un espacio en la formación religiosa, se empezó a preparar y ahora se ha vuelto una disciplina.
Lauro inició como penitente cargando espinas, después arrastrando cadenas y también se flagela y ha cumplido 34 años haciéndolo.
Antes de participar en la procesión de la Semana Santa, Lauro Miguel señaló que en agosto, los integrantes de la congregación de encruzados empiezan a prepararse con un retiro espiritual en un monasterio, donde reciben las enseñanzas tanto de instrucción religiosa como de formación humana.
Durante la preparación, dijo que están conscientes de que hacen un ofrecimiento por amor pidiendo por la paz del mundo, la salud de las personas, por las que agonizan, y por la paz de Taxco y de Guerrero.
Detalló que el martes de la Semana Santa ofrece la penitencia por las ánimas del purgatorio y participa en la procesión arrastrando cadenas.
El miércoles por la tarde participa en la flagelación, que significa entregar la sangre por las necesidades de todas las personas que se adhieren a la oración y que es el valor más preciado de la vida.
Indicó que antes de salir a la procesión, algunas personas se acercan a la hermandad de encruzados y les entregan peticiones, como el que se les incluya en la oración y piden por la salud de alguien en particular o por alguna circunstancia que viven actualmente.
El jueves, participan en la procesión de El Cristo de los Encruzados, por lo que cargan rollos de entre 40 a 50 kilos de zarzamora y algunos se flagelan.
Lauro participa en la procesión de las Tres Caídas, cargando rollos de espinas y recorre las calles empedradas de Taxco desde las 9:00 a las 13:00 horas.
También por la noche apoya a sus compañeros haciendo penitencia en la procesión del silencio.
La flagelación forma parte de la penitencia que se hace durante la Semana Santa, pero para la hermandad de los encruzados se considera una disciplina.
Lauro Miguel explicó que el flagelo es similar a la forma del flagrum romano y el material que utilizan para elaborarlo es piola, plomo para rellenar e insertar los clavos y posteriormente se cubre con pábilo y la punta de los clavos se cubre con tela adhesiva para que al momento de flagelarse no sea uniforme sin causarse mayor daño.
Durante la entrevista, Lauro se coloca su capucha negra y su faldón y se prepara con ayuda de uno de sus hermanos, que también participarán en la procesión del viacrusis, colocándole la cuerda que le ayudará a sujetar y a cargar entre 40 y 50 kilos de rollos de espina de zarzamora en la cintura y cuello.
Explicó que después de participar en la flagelación, la curación es complicada porque prácticamente se limpia con agua mineral, oxigenada y alcohol para curar las heridas.
Hasta la fecha desconoce algún caso de algún penitente que se haya desmayado durante la flagelación, pero hay casos en que sus compañeros se han lastimado la columna por cargar mal los rollos de espinas.
Todos los penitentes, de acuerdo a las enseñanzas que han recibido, deben cumplir ciertas características, como cubrirse el rostro, la penitencia debe de ser pública, anónima, en silencio y caminar por la calle descalzos.
Asimismo, dijo que en tiempo liturgia, los penitentes de preparan y ofrecen el ayuno.
Lauro, es presidente de está congregación donde participan 100 de sus compañeros a los que él llama hermanos.
Durante la Semana Santa, en las procesiones que se realizan en Taxco, entre hombres y mujeres que arrastran cadenas, cargan rollos de espinas, los flagelados y los encorvados, participan mil 500 personas distribuidos en diferentes hermandades.
En entrevista con Notimex, Lauro se cubre el rostro y cuenta que inició a los 16 años a participar en la penitencia, inscrito en la hermandad de encruzados, sin embargo, lo permitido es a partir de los 18 años.
Los abuelos por el lado materno y paterno de Lauro también participaron en la hermandad de encruzados y eso le ayudó a que hicieran una excepción y se le permitiera ingresar antes de la edad permitida.
Dijo que lo que inició como una invitación por amigos de preparatoria y curiosidad y el querer compartir con ellos un espacio en la formación religiosa, se empezó a preparar y ahora se ha vuelto una disciplina.
Lauro inició como penitente cargando espinas, después arrastrando cadenas y también se flagela y ha cumplido 34 años haciéndolo.
Antes de participar en la procesión de la Semana Santa, Lauro Miguel señaló que en agosto, los integrantes de la congregación de encruzados empiezan a prepararse con un retiro espiritual en un monasterio, donde reciben las enseñanzas tanto de instrucción religiosa como de formación humana.
Durante la preparación, dijo que están conscientes de que hacen un ofrecimiento por amor pidiendo por la paz del mundo, la salud de las personas, por las que agonizan, y por la paz de Taxco y de Guerrero.
Detalló que el martes de la Semana Santa ofrece la penitencia por las ánimas del purgatorio y participa en la procesión arrastrando cadenas.
El miércoles por la tarde participa en la flagelación, que significa entregar la sangre por las necesidades de todas las personas que se adhieren a la oración y que es el valor más preciado de la vida.
Indicó que antes de salir a la procesión, algunas personas se acercan a la hermandad de encruzados y les entregan peticiones, como el que se les incluya en la oración y piden por la salud de alguien en particular o por alguna circunstancia que viven actualmente.
El jueves, participan en la procesión de El Cristo de los Encruzados, por lo que cargan rollos de entre 40 a 50 kilos de zarzamora y algunos se flagelan.
Lauro participa en la procesión de las Tres Caídas, cargando rollos de espinas y recorre las calles empedradas de Taxco desde las 9:00 a las 13:00 horas.
También por la noche apoya a sus compañeros haciendo penitencia en la procesión del silencio.
La flagelación forma parte de la penitencia que se hace durante la Semana Santa, pero para la hermandad de los encruzados se considera una disciplina.
Lauro Miguel explicó que el flagelo es similar a la forma del flagrum romano y el material que utilizan para elaborarlo es piola, plomo para rellenar e insertar los clavos y posteriormente se cubre con pábilo y la punta de los clavos se cubre con tela adhesiva para que al momento de flagelarse no sea uniforme sin causarse mayor daño.
Durante la entrevista, Lauro se coloca su capucha negra y su faldón y se prepara con ayuda de uno de sus hermanos, que también participarán en la procesión del viacrusis, colocándole la cuerda que le ayudará a sujetar y a cargar entre 40 y 50 kilos de rollos de espina de zarzamora en la cintura y cuello.
Explicó que después de participar en la flagelación, la curación es complicada porque prácticamente se limpia con agua mineral, oxigenada y alcohol para curar las heridas.
Hasta la fecha desconoce algún caso de algún penitente que se haya desmayado durante la flagelación, pero hay casos en que sus compañeros se han lastimado la columna por cargar mal los rollos de espinas.
Todos los penitentes, de acuerdo a las enseñanzas que han recibido, deben cumplir ciertas características, como cubrirse el rostro, la penitencia debe de ser pública, anónima, en silencio y caminar por la calle descalzos.
Asimismo, dijo que en tiempo liturgia, los penitentes de preparan y ofrecen el ayuno.


