Litio, una alternativa de energía, pero con explotación sustentable

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Litio, una alternativa de energía, pero con explotación sustentable
Foto: El Universal

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La fiebre por el oro blanco ha llegado a México. Recientemente, en el estado de Sonora, se confirmó el hallazgo de uno de los yacimientos más grandes de litio, un elemento que es clave para la era energética que se devela y esencial para la fabricación de baterías de autos eléctricos, computadoras portátiles y celulares.
Ubicada en el municipio de Bacadéhuachi, a unos 260 kilómetros de la capital del estado, la mina contendría reservas probadas y probables por 243 millones de toneladas, reporta el grupo Mining Technology.
Esta cifra pondría a México como uno de los principales jugadores del tablero mundial del litio, debido a que las reservas de tan sólo este yacimiento son similares a las que disponen, en todo su territorio, Chile y Bolivia, dos de los países con mayores recursos.
Para el doctor Antoni Camprubí Cano, del Instituto de Geología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), los informes que se han hecho públicos son geológicamente creíbles, uno de los motivos es que el yacimiento se localiza en un ambiente parecido al de otras regiones que cuentan con estas minas como Australia, el Altiplano Andino o el de algunos países africanos.
"Se encuentran, esencialmente, en cuencas endorreicas (en las que el agua no tiene una salida natural, como el valle de México) y en ambientes áridos de alta evaporación, lo que permite la acumulación del litio en ciertos minerales en cuanto el agua se ha evaporado", señala el especialista.
De acuerdo con el United States Geological Survey, la demanda internacional de este elemento ha aumentado significativamente en los últimos años: en 2013 era de 30 millones de toneladas, mientras que el año pasado fue de 57 mil 700 millones; en gran medida por la fabricación de baterías de celulares, pero también porque se ha identificado que este elemento es una opción para transitar a una economía baja en emisiones de carbono, debido a que son ideales para almacenar energía renovable a gran escala.
"La fiebre por el litio está tomando mucha fuerza porque, en algún momento, el petróleo se va a acabar y una alternativa es hacer autos eléctricos, y parece que una muy buena posibilidad es usar baterías de litio", explica el doctor Plinio Sosa Fernández de la Facultad de Química de la UNAM.
En 2017, el multimillonario Elon Musk, a través de su empresa Tesla, fabricó la batería de ión litio más grande del mundo, en Australia, con una potencia de 100 megavatios. Alimentada de energía eólica y capaz de activarse en tan sólo una séptima de segundo, la batería sirve para aliviar los problemas de suministro en el sur de este país, que tras una tormenta, en 2016, dejó sin electricidad a un millón 700 mil habitantes.
Génesis científico
El boom del litio nació en la ciencia. Desde los años 70, los investigadores ya trabajaban en resolver cómo las baterías podrían ser más eficientes y ligeras.
Uno de los principios básicos para el funcionamiento de una batería es que los electrones deben fluir del lado negativo al positivo (ánodo a cátodo), el litio es uno de los elementos que más puede liberar electrones, detalla el doctor Plinio Sosa Fernández.
Durante esa década, fue el científico inglés Stanley Whittingham quién propuso el uso de este elemento. Años más tarde, el estadounidense John Goodenough incorporó el uso de sales de litio-cobalto, para duplicar el potencial de la batería, "los resultados eran en el campo de la investigación; las pilas eran muy caras y aún no se podían comercializar", apunta Sosa.
Fue hasta la intervención del científico japonés Akira Yoshino que, en 1985, desarrolló la primera atería de iones de litio comercialmente factible, y logró una pila más ligera y resistente que podía cargarse en diferentes ocasiones sin que su rendimiento se deteriorara.
El pasado octubre, la Real Academia de las Ciencias en Suecia anunció que el premio Nobel de Química 2019 era para estos tres científicos por su labor pionera. "Las baterías de ion-litio han revolucionado nuestras vidas (…). Con su trabajo, los laureados en química de este año han sentado las bases de una sociedad sin cables, libre de combustibles fósiles", indicó el Comité del Nobel.
El fruto de esta revolución tecnológica proviene de la ciencia básica, enfatiza el doctor Sosa. "Fue un trabajo puro de investigación, pero ya después hay una parte que es muy importante, y en México es muy difícil que eso se convierta en una aplicación industrial porque ahí se necesita una empresa que esté dispuesta arriesgar su capital a largo plazo. En nuestro país, hay un divorcio entre las industrias y las universidades, nacieron por separado y nunca hemos podido juntarlas", destaca.
En el campo
A pesar de la importancia que ha cobrado el litio, el liderazgo para extraerlo en México lo han tomado empresas extranjeras. La compañía inglesa Bacanora Lithium posee diez áreas de concesión minera que cubre alrededor de 100 mil hectáreas en el noreste de Sonora. En el yacimiento de Bacadéhuachi aún se continúan trabajos en la fase de exploración pero ya contemplan una producción anual de 17 mil toneladas, durante los primeros años, registra la propia firma británica.
Una de las críticas más férreas contra la extracción de litio son los problemas hídricos que puede acarrear sobre las poblaciones cercanas. En Chile, en Atacama, integrantes de la comunidad han denunciado cómo la extracción de litio está utilizando gran cantidad de agua dulce de los acuíferos de la región. Al respecto, el doctor Camprubí Cano asegura que las probables consecuencias hídricas en Bacadéhuachi dependerán, en gran medida, del sistema de extracción que se utilice.
"Si éste precisara de mucha agua, que no sé si pudiera ser el caso, cabría ponderar muy bien el impacto en las poblaciones cercanas y en el ambiente. Eso, en una zona árida, es un aspecto crítico. Antes de valorar este aspecto, es necesario esperar a que las empresas que gozan de los fondos definan el método de explotación minera y el método de beneficio del litio en sus plantas procesadoras. Por el momento, es prematuro aventurar cuestiones de esta índole", señala.
Aunque el especialista también destaca que en México es posible una explotación sustentable. "En nuestro país hay una minería moderna y con suficiente capacidad técnica y humana para ello. El hecho de llevar a cabo una explotación lo más sustentable posible es una cuestión de voluntad de las empresas y de la debida vigilancia de las diversas instancias gubernamentales".
"Extraer el litio no es lo más complicado, lo difícil es el proceso para la fabricación de pilas, en general los países de tercer mundo no somos muy buenos en eso; sólo nos queda vender la materia prima, como hicimos con el petróleo. En México, tenemos la capacidad humana para hacer este proceso porque tenemos ingenieros químicos de primer nivel, sí tenemos los recursos humanos; lo que no tenemos es a las empresas y al gobierno interesado en arriesgar en esto", comenta el doctor Sosa.

Bacadéhuachi, expectativa por el litio
Desde hace 10 años, los habitantes de Bacadéhuachi viven entre la expectativa, la esperanza y la nostalgia. Seguido ven entrar y salir personas de diversas nacionalidades que exploran sus cerros y se van. Por las noticias, los pobladores saben que en poco tiempo nada será igual.
Y es que cerca del rancho La Ventana, en la cadena montañosa de la Sierra Madre Occidental, está situada una reserva natural de litio de unas 4 mil 500 millones de toneladas, considerada de las más grandes del mundo. Algunos habitantes piensan que dejarán de arrear vacas para emplearse en la mina de litio que se abrirá próximamente o planean prestar algún servicio o vender alimentos para resolver su situación económica.
Luego de estudios de factibilidad, obtener los permisos requeridos y asegurar el acceso a la tierra, la empresa británica Bacanora Lithium (en alianza con la china Ganfeng Lithium) adquirió los terrenos necesarios donde tienen 10 concesiones mineras en la zona conocida como La Ventana.
La empresa inglesa prevé extraer en Bacadéhuachi 35 mil toneladas de litio al año, lo que colocará a Sonora como uno de los máximos productores del mineral a nivel mundial.
De acuerdo con Jorge Vidal Ahumada, secretario de Economía de Sonora, Bacanora Lithium hará una inversión en una primera etapa de 420 millones de dólares en la que generará mil 200 empleos. En una segunda etapa, la inversión será de 380 millones de dólares, con la generación de mil empleos en la construcción, además de otros 490 en la mina.
El funcionario refirió que en el estado está explotando 33% de su territorio, pero reconoció que de acuerdo con las nuevas políticas federales está vetada la explotación para nuevas concesiones.
"Las concesiones que están otorgadas, aunque no estén operadas, son válidas; en este caso (de Bacanora Lithium), la empresa tenía la concesión y tiene los permisos de agua, de uso de suelo, todos al corriente", explicó el secretario de Economía estatal.
A su vez, el alcalde de Bacadéhuachi, Manuel María Madrid Galaz, (Morena) aseguró que este proyecto minero coloca en la mira mundial al municipio y ha creado grandes expectativas de empleo a los pobladores.
"Aquí hay mucha migración por la falta de oportunidades; la mayoría de la gente se tiene que ir, pero el principal problema es la desintegración familiar, ya que los varones tienen que salir a trabajar a Estados Unidos, Agua Prieta o Hermosillo, entre otros", indicó.
El funcionario incluso comentó que hay más habitantes en la capital del estado que en la propia comunidad.
"Algunos ya han hablado de regresar a sus raíces cuando se asiente el complejo minero (…) Gente grande que vive aquí, dice que si no los aceptan para trabajar en la mina, prestarán algún servicio", señaló.
Sin embargo, los residentes aún tienen sus dudas, pues aseguraron que tienen varios años escuchando sobre proyectos mineros. "La gente está esperando el trabajo y han recalado bastantes en camiones, han venido ‘dioquis’ (en balde) porque no hay trabajo, no hay nada que hacer aquí", afirmó el agricultor Ricardo Valenzuela, de 70 años de edad.
Para Flora Jaime, ama de casa, este proyecto va a tardar: "tenemos desconfianza de que a la gente del pueblo no la empleen". En contraste, Breny Moreno, empleada de Telégrafos, considera que el proyecto generará un despunte muy importante a nivel general, y que es algo extraordinario y sorprendente.
Con lo básico
Bacadéhuachi fue fundado por la desaparecida tribu indígena ópata y sus habitantes no cuentan con una sola fuente de empleo formal. La mayoría de las personas se dedica a la ganadería y a la elaboración de alimentos como queso, pan, tortillas que se venden entre ellos mismos; no hay muchas opciones.
A pesar de que este municipio está a 270 kilómetros de Hermosillo, se hacen de camino más de cinco horas, debido a las múltiples curvas, pendientes y voladeros que hacen riesgoso el viaje en una carretera de dos carriles.
La localidad está en la ruta de la sierra alta que conduce al vecino estado de Chihuahua; en una zona de riesgo, pues ahí son constantes los enfrentamientos entre grupos armados que buscan el control.
Hace unos meses, hombres armados entraron al municipio y no sólo acabaron con la tranquilidad de los habitantes, sino también con el único hotel de cinco habitaciones que había, por lo que desde ese entonces la Guardia Nacional y la Policía Estatal tienen más presencia en la zona.
El poblado cuenta con casi 500 viviendas, la mayoría de adobe, en las que habitan mil 83 personas, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Sus calles son adoquinadas y algunas cuentan con concreto hidráulico por donde es escasa la presencia de vehículos y es más común ver por las calles a hombres y jóvenes a caballo o en burro; además de que todo está cerca y no hay gasolineras.
En el envejecido pueblo rural todo es mínimo: Cuenta con tres policías municipales, quienes en promedio aplican 10 multas diversas al año. Hay un sólo centro de salud de atención básica con un doctor cada tres días.
También sólo hay un plantel de educación preescolar, una primaria y una secundaria. Los estudiantes que desean ir a la preparatoria deben hacerlo en Granados, un municipio vecino a 50 kilómetros de distancia, donde para llegar hay que cruzar un camino accidentado; por ello, los jóvenes se deben quedar internos en un albergue y regresar con su familia los fines de semana en un camión escolar del municipio. Estudiar la universidad es un triunfo, un lujo; algo excepcional.
A pesar de las dificultades, esta comunidad es católica y trata de mantener vivas sus tradiciones, como en Semana Santa y en las fiestas patronales el 7 de septiembre, cuando se realiza una cabalgata en honor a la santa patrona del pueblo: Nuestra Señora de Loreto.
"No sé qué estoy vendiendo"
Las primeras exploraciones en la zona iniciaron en 1994, asegura Miguel Terán, un ganadero que vendió sus tierras a la empresa Bacanora Lithium para el Proyecto Litio Sonora. Recuerda que los primeros geólogos llegaron en carro de gobierno al rancho La Ventana, se llevaron muestras y volvieron ocho años después a medir y después no volvieron.
Luego, hace 10 años, Bacanora Lithium realizó los primeros estudios. Hizo como 115 barrenos, según relata don Miguel, quien dice que él les dio permiso y luego le ofrecieron comprar.
"Yo les dije: ustedes saben que están comprando y yo no sé qué estoy vendiendo. No se aprovechen de mi nobleza. Así fue como empezó la negociación, pero querían darme lo que vale cualquier terreno", refiere.
Aunque no se le nota decepcionado, reconoce que pudo haber hecho una mejor negociación, ya que en últimas fechas se ha enterado de lo que hay en las mil 900 hectáreas de terreno que vendió y que ahora forman parte del proyecto Sonora Litio.
Por ahora, mientras no empiecen a explotar el mineral, don Miguel continuará manteniendo sus vacas en el lugar, pues eso está estipulado en el contrato. "Yo tengo derecho hasta que ya estorbe, pero ya compré otro terreno", expresa con una sonrisa. Luego bromea: "de repente nos fallaba la batería del carro y me decían, pues aquí tienes litio, pero yo sé de caballos y de vacas, pero no de litio".