Tlahuelilpan, a un año de la tragedia, persiste la tristeza

La explosión de un ducto le arrebató la vida a 137 personas

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Tlahuelilpan, a un año de la tragedia, persiste la tristeza

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Telpitán, Hgo.- “Avísale a mi mamá que mi hermano se quemó”. A sus 52 años de edad, Alberta Montiel perdió a su hijo mayor y al mismo tiempo “volvió a ser madre”. La explosión de un ducto de Petróleos Mexicanos (Pemex), en la comunidad de San Primitivo, en Tlahuelilpan, Hidalgo, el pasado 18 de enero de 2019, le arrebató la vida a su primogénito: Santos Preciado, hombre dedicado al campo, esposo, hermano, extrabajador de Pemex y padre de dos pequeñas.

Tras la muerte de Santos, la madre de las menores, Nelly, de siete años, y Georgina, de cinco, se ha tenido que dedicar de lleno a trabajar para ofrecerle sustento a sus hijas. Las niñas, por su parte, ahora están prácticamente de tiempo completo al cuidado de su abuelita, doña Alberta.

La vivienda de doña Alberta y su esposo, Nicolás Preciado, donde también habitan su nuera Maricela y sus nietas, se encuentra en la colonia La Cruz de la comunidad de Teltipán, en el municipio de Tlaxoapan, uno de los lugares más golpeados por la tragedia. Aquí, en tierra de campesinos y gente sencilla, la muerte arrasó prácticamente en cada una de sus calles, llegó mezclada entre el olor a gasolina y el fuego.

La tragedia 

Al anochecer del viernes 18 de enero de 2019 cientos de habitantes del municipio hidalguense de Tlahuelilpan y alrededores recolectaban combustible de una toma clandestina de un ducto que se había roto, cuando se originó la enorme explosión.

A casi un año, el saldo oficial de la tragedia es de 137 muertos, de los cuales 127 eran hombres -nueve de ellos menores de edad- y 10 mujeres. Además, 194 menores quedaron huérfanos: 175 perdieron a su padre; 16, a su madre y tres perdieron a ambos.