Querido lector: es imposible no abordar la pandemia en el presente articulo, el Covid-19 domina el ciclo de noticas. En las siguientes líneas compartiré algunas reflexiones personales. La epidemia nos modificó la vida cotidiana de distintas formas, el mundo no será el mismo cuando esto termine. Tendremos que regresar a estudiar este momento histórico desde las Ciencias Sociales y Políticas.
Por razones personales comencé con mi pareja la cuarentena desde el 13 de marzo, nos surtimos de lo básico y auto regulamos el comportamiento social. No había que esperar las indicaciones del gobierno, solo bastaba leer la prensa para identificar la gravedad. En esos días cancelaron las clases presenciales. Aquí me enfrenté al primer problema, soy un profesor universitario nostálgico, de los que escriben en el pizarrón. Por lo tanto, el curso se tuvo que adaptar a la modalidad de educación a distancia, siendo sincero extraño a mis alumnos.
Mi trabajo es académico, se puede desarrollar desde casa. Eso no se modifica: leer, investigar y escribir. Con tanta información que fluye se me ocurrió redactar un diario de anotaciones durante la cuarentena, es la primera pandemia en tiempo real para todo los países híper conectados. El segundo problema es establecer una rutina en el confinamiento, mantener los hábitos y no entregarse al ocio.
Empiezo temprano con ejercicio, reviso los periódicos, avanzo los pendientes, escucho la conferencia vespertina de la Secretaria de Salud, exploro las últimas noticias y le dedico tiempo a la diversión. Un sistema que hasta el momento va funcionando. Imagino que la mayoría hemos incrementado el tiempo en las redes sociales, tratando de comunicarnos con el exterior. En éstos espacios debemos cuidar nuestro lenguaje escrito y no ofender. Cuidar la información que compartimos, combatir las fake news.
La pandemia nos muestra a diversos liderazgos mundiales. Los políticos populistas fueron los más irresponsables en sus discursos y acciones, véase las declaraciones de Trump, Bolsonaro, Obrador y Boris Johnson. De inicio se equivocaron siendo negacionistas. Contrastarlos con Angela Merkel o con la jefa de Estado del Reino Unido. Enorme diferencia. La terca realidad obligó a los primeros a corregir.
Desde una perspectiva teórica, el neoliberalismo va perdiendo el debate. Los ciudadanos y políticos piden la intervención del Estado. Queda claro que se debe fortalecer a la salud pública y la ciencia. Es la oportunidad de (re) construir un Estado de bienestar, un nuevo pacto social.
El neoliberalismo presentó desgaste en la crisis del capitalismo financiero global de 2008, no corrigió. Para 2016, expuso las fallas al concentrarse la riqueza en unas pocas manos (véase El capital del siglo XXI, Thomas Piketty). Llegaron los gobiernos nacionalistas y el Brexit. La pandemia evidencia que la economía del modelo neoliberal se sostenía con alfileres. Contrario a lo que propusieron Friedrich Hayek y Milton Friedman, ideólogos neoliberales, ahora demandan la regulación del mercado regresando a Keynes.
Del 2018 a la fecha, legisladores mexicanos de todos los partidos han realizado algunas reformas constitucionales con perspectiva social. Se garantiza el acceso a la salud universal como obligación del Estado. En el numeral cuarto se incluye las pensiones para adultos mayores, becas para estudiantes y discapacitados. Además, se extiende la gratuidad hasta la educación universitaria. Identifico en éstos derechos el génesis jurídico para construir una sociedad equitativa cuando pase la pandemia.
En México, las semanas criticas apenas se avecinan. Mi respeto y respaldo total a los profesionistas del sector salud, son ellos quienes enfrentan la pandemia en primera línea. Nosotros como sociedad seamos solidarios acatando las indicaciones. Es clave quedarnos en casa, somos parte de la solución para evitar el contagio masivo. Cuídense, resguárdense, les mando un abrazo desde la distancia.