Dinero, solo quiere dinero

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Si hubo un tiempo en que este país resistió el derroche, la irresponsabilidad y la corrupción de los gobiernos, fue porque todavía PEMEX aportaba fuertes cantidades, vía impuestos, al erario nacio nal, por la abundancia de sus yacimientos. También porque la demanda, el mercado mundial del petróleo, pagaba los precios de 60, 70 o hasta 100 dólares por barril y ESTA SEMANA ESTUVO UN DÍA A -2 DLS PB. y porque siendo infestada de tremenda corrupción, los ingresos propios y el endeudamiento enorme de más de 200 mil millones de dólares, alcanzaba para todo ese dispendio criminal, que daba para cerrar casinos en Las vegas (Barragán Camacho secretario de la Quina), residencias palaciegas como la “Colina del Perro, o el Partenón de Durazo en Zihuatanejo, o para los grandes negocios inmobiliarios de los presidentes de la república, en Acapulco, en Cancún, en Ixtapa o en San José del Cabo o en Huatulco. Las instalaciones de PEMEX, semiabandonadas, sin el debido mantenimiento se volvieron obsoletas, porque la demanda va rápidamente en declive y el precio anda por niveles de un dígito, cuando no en precio negativo y la industria automotriz ya emigra rápidamente a autos movidos por electricidad o energías limpias. MALO NO ENTIENDE QUE EL NEGOCIO DEL PETRÓLEO SE TERMINÓ Y SUS DERROCHES EN DOS BOCAS SON SOLO TIRAR EL DINERO DE LOS MEXICANOS.

¿Qué quiso decir MALO, cuando afirmó en reciente declaración que “la pandemia nos cayó como anillo al dedo? Cuál es su interpretación, estimado lector? Si usted me lo permite, le diré la mía. La pandemia le servirá para desviar recursos a sus únicos propósitos, que son fortalecer sus programas electoreros, con miras a su reelección,  que en realidad están debilitando al país, aceleradamente porque son recursos que cada mes se dilapidan, en gastos que no aportan nada al Bien General de la Nación, que llevan la intención aviesa de comprar, de pervertir el voto de millones de mexicanos pobres, que mientras más son y más lo están, se vuelven más dependientes de la oprobiosa y miserable ayuda oficial. Es un círculo vicioso alevoso e ilegal, porque usa los recursos de todos los mexicanos para favorecer el interés espurio de un solo hombre.

Malo Continúa manoteando la riqueza nacional, con poder casi total; como en las monarquías absolutas de los siglos XVI, XVII o XVIII, cuando un Luis XiV proclamaba en Francia, “l´etat c´est moi”, El Estado soy yo. A principios de este mes, publicó un decreto en el Diario Oficial de la Federación (DOF), “ “para extinguir a los fideicomisos públicos sin estructura orgánica y mandatos”, explicando que “los recursos regresarán a la Tesorería de la Federación, que representan casi un punto del PIB, es decir, cerca de 250 mil millones de pesos, que se destinarían a fortalecer sus programas sociales, apuntalar a  un PEMEX moribundo, ante la caída de los precios del petróleo y al pago de deuda”.

MALO se apropia ya de los fideicomisos públicos, que son en realidad, reservas financieras, ahorros logrados por gobiernos anteriores, que se depositan en una institución financiera, para realizar un fin lícito de interés público. Por ejemplo, puede encomendar a una institución bancaria, que destine esos recursos previamente depositados, a la adquisición de equipo médico para entregarlo a instituciones de salud como puede ser el IMSS, ejecutando una compra debidamente concursada o licitada con la calidad y precios correctos. O puede encomendar a un contratista o constructor la construcción de una escuela debidamente equipada y con instalaciones sanitarias adecuadas.  Esta figura jurídica permite mejorar la utilización de fondos públicos y activar o agilizar algunas funciones necesarias en la administración pública. Bien manejados y supervisados, los fondos públicos depositados en los fideicomisos, pueden constituir una valiosa herramienta para la toma de decisiones estratégicas, delegando responsabilidades, con la debida vigilancia.

Hace pocos días, Edelmiro Santos Díaz, diputado de Morena, metió un proyecto de iniciativa de Ley, para trasladar los fondos de las AFORES, al Banco del Bienestar propiedad del gobierno, que representaría un despojo a la libertad de decidir de los trabajadores del país, cuyos ahorros son operados y administrados por una institución que puede ofrecer mejores rendimientos que los que paga el gobierno y que además permite al trabajador SELECCIONAR, la AFORE, que más le convenga o cambiarse a otra en cualquier momento.

Y como para rematar, estas intentonas de acaparar mas y mas recursos y más poder en las manos de un solo hombre, MALO, ya habló en su reciente circo mañanero, que “las reservas del Banco de México, son en realidad reservas de la Nación, no del Banco de México”, como preparando el zarpazo para echarles el guante y apoderarse de los 185 mil millones de dólares que tiene en custodia el Banco Central y que serían los últimos recursos financieros del país que se tienen como defensa para afrontar la tremenda crisis económica que está empezando ya a empobrecer a todos los mexicanos, empezando por los más pobres, que supuestamente él defiende.

Dinero, solo quiere dinero. Este presidente, el que se dice protector de los pobres, compendio de   honestidad, brazo poderoso de la justicia social, denodado gladiador contra la corrupción, y faro de luz de la austeridad, quiere dinero, solo dinero y más dinero. Necesita mucho para seguirlo derrochando en sus proyectos absurdos que solo están empobreciendo al país. 

     lujambio06@hotmail.com

P.D.- Desde aquí le decimos al presidente que ya pare su intentona de instaurar el comunismo en nuestro país. Ese sistema ya fracasó históricamente. Lo que necesitamos es una República Democrática, Federal y con División de Poderes.