El gabinete presidencial
Los nombramientos de las personas titulares de las principales secretarías del gabinete legal del gobierno que encabezará la Presidenta Electa de México, Dra. Claudia Sheinbaum, a partir del 1 de octubre de 2024, han sido bien recibidos por los más diversos sectores de la sociedad mexicana. No podría ser de otra manera, se trata de servidores públicos de probada capacidad y experiencia. Estarán donde su perfil y trayectoria les permita hacer propuestas viables y deseables para el país. Lejos han quedado aquéllas clasificaciones dicotómicas que reducían la pluralidad de opciones, para formar parte del primer círculo presidencial, apelando a etiquetas simples como “tecnócratas” o “políticos”, por ejemplo, por lo que, de acuerdo al peso de uno u otro tipo de colaboradores, se imponía un cierto estilo de gobernar, como “mucha administración y poca política”, o viceversa… “mucha política y poca administración”. Ese fue un sello muy propio de los gobiernos anteriores a la llegada de la Cuarta Transformación., precisamente porque no se planteaban cambios de fondo en las instituciones. Lo que devino, en no pocos casos, fue la superficialidad, el abuso de poder, la ocurrencia.
La conformación del gabinete de la Dra. Sheinbaum apunta a otro tipo de ejercicio político de gobierno, uno que obedezca al propósito superior de continuar con una política de Estado al servicio de los sectores sociales más vulnerables de la nación, lo que requiere de colaboradores con una visión de largo alcance para consolidar una transformación institucional que responda a los anhelos de justicia social del pueblo mexicano y a un desarrollo nacional que garantice nuestra soberanía en un entorno internacional complejo. Un gobierno que se orientará, en buena medida, a privilegiar el diálogo y la suma de esfuerzos de todas las instituciones del país, por lo que se entiende la convocatoria a colaboradores que caminen en esa dirección, que sean, en pocas palabras, estadistas, no meros detentadores del poder de “administrar la cosa pública”. Venturosamente, los nombramientos dados a conocer, cumplen con esos rasgos. Servidores públicos que, además de formación, capacidad y experiencia, han actuado con responsabilidad y mesura.
El nombramiento de la Lic. Rosa Icela Rodríguez Velázquez, en la Secretaría de Gobernación, muestra de manera ejemplar ese propósito esbozado por la Dra. Sheinbaum. Se trata de una servidora pública que ha dejado en claro su misión en el cargo que ocupará: cumplir con una alta responsabilidad que requiere de un gran compromiso, actuando con sensibilidad, coordinación y diálogo, con respeto y civilidad en la búsqueda de acuerdos con todos los sectores y actores de la vida pública nacional. Sin duda así será.
En “La conflictiva y nunca acabada construcción del orden social deseado”, sugería el reconocido politólogo Norbert Lechner, la mano firme de la política es esencial para mantener el rumbo de un amplio proyecto nacional, pero también lo es la mano flexible que pueda enlazar los sueños que propicien llegar a todas y todos a buen tiempo y lugar. En suma, los nombramientos de quienes integran el equipo que acompañará a la Dra. Claudia Sheinbaum son más que promisorios para consolidar una gran transformación institucional que, por mandato de una amplia mayoría social, se confirmó con plena legitimidad en el pasado proceso electoral.
