Empresa libre y gobierno democrático, generan progreso real

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Me pregunto si AMLO tendrá siquiera idea de lo que es ser empresario.   

Creo que si todos los que ejercen algún cargo público de elección, hubiesen pasado por la experiencia de haber sido empresarios exitosos por algunos años, en modesta o mayor escala, este país estaría en vías de convertirse en potencia económica y ofrecer a sus habitantes mejores condiciones de vida. Mucho mejores que las actuales o que las que hemos vivido vamos a decir, en los últimos 70 años. Me refiero fundamentalmente al presidente de la república, a los gobernadores estatales, a los diputados, alcaldes o senadores., que son los que reciben mayores ingresos en el país provenientes de los pagadores de impuestos y son quienes toman las principales decisiones que nos afectan a todos. 

Porque invertir sus ahorros  o los de su familia en un negocio, ya sea un pequeño taller, un comercio, una tortillería, una pequeña fábrica, etc., levantarse temprano cada día, cumplir cabalmente con los impuestos, pagar puntualmente su salario al o a los empleados, pagar las deudas contraídas con los proveedores oportunamente, para no perder el suministro adecuado de los insumos, pagar las prestaciones sociales de los empleados, lidiar con la competencia desleal de los ambulantes que no pagan impuestos, evitar la extorsión del hampa organizada o desorganizada, pagar los gastos comunes como renta, energía eléctrica, agua, telefonía e internet, etc. etc. y después de luchar cada día con todo ello, lograr sostener la manutención de la propia familia y, tratar de ahorrar algo para cuando llegue la vejez, entonces, solo entonces, los funcionarios y los políticos que toman las decisiones, harían mejor su trabajo.

Aceptemos que saber algo de política, de historia, de leyes y de filosofía, ayuda, pero también es cierto que ningún buen gobernante sabe de todo. Lo que sabe un buen funcionario público, es rodearse de buena gente, profesional, calificada, inteligente y de comprobada honorabilidad y rectitud. El buen servidor público es sincero y sabe estar a la altura de lo que se espera de él. Entiende que el verdadero patriotismo no es envolverse en la bandera y lanzar discursos demagógicos y falsos cada día, ni jactarse de ser defensor del pueblo y de luchar contra la pobreza, sino de tomar decisiones que a veces pueden no ser populares, pero siempre serán necesarias para asegurar un mejor futuro para el ciudadano de a pie, con buenos servicios públicos y acceso a la educación y a la salud, con niveles de calidad alta.

Estos funcionarios, generarían confianza y estimularían la inversión y el empleo.

Los políticos y altos funcionarios podrían entender la realidad del país. Entenderían que el gobierno no es generador de riqueza, más bien la consume, que la empresa es su principal fuente, cuando cuenta con un régimen político que respeta la constitución, las garantías de los ciudadanos, el Estado de Derecho, en pocas palabras. Entenderían que es preciso que con sus acciones y decisiones deben generar y fortalecer la confianza para salir adelante, hay que trabajar duro, disciplinados, ser responsables y que el precio de la indiferencia, de la negligencia, de la deshonestidad, es el fracaso, es la pobreza, es el descrédito social. Entonces serían capaces de transmitir a los subordinados, dando ejemplo, el sentido de responsabilidad y el cumplimiento de la palabra empeñada. Tendrían autoridad formal y moral para prescindir de aquellos empleados perezosos, impuntuales e irresponsables.

Todos los países que en las últimas décadas han sido ampliamente exitosos y han reducido drásticamente la pobreza, mejorando los niveles educativos, como por ejemplo Sud Corea, Japón, Sud Africa, Alemania, Francia, Tailandia, Singapur, etc. etc., son países con pleno goce de sus libertades, entre otras, la libertad de empresa, la de expresión, la libertad política y con gobiernos respetuosos de los derechos de los ciudadanos. Los políticos deben reconocer que las grandes migraciones que se están dando hoy en el mundo, siempre buscan los países de libertades que son las que generan riqueza y bienestar. Nunca vemos que busquen para vivir, las tiranías socialistas o comunistas. ¿Por qué?

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¿Cuál es el significado real de la propuesta presidencial para rifar el avión presidencial que, hasta el momento, pudo haber parecido solo una mala broma presidencial, pero que, por su reiteración en otras mañaneras, parece que va en serio?

En lugar de resolver la tremenda problemática de violencia e inseguridad o la baja en la economía, se ocupa de algo que no representa un verdadero problema para los mexicanos.   

¿Es un simple ardid, una treta, para desviar la atención de los mexicanos por los nulos resultados de su gobierno? ¿El tema del avión lo seguirá explotando para mantener sus ataques obsesivos a la administración calderonista, cargarle todas sus culpas y envolverse en una actitud de simular defender a los pobres, para mantener su imagen austeridad y de moderación que tanto le sirve para engañar a ciudadanos de buena fé? ¿Se darán cuenta de que en su obsesión por el poder solo piensa en reelegirse, bajo el pretexto de que es el pueblo bueno y sabio el que lo pide? De paso, apartar las críticas a sus nulos resultados en los temas verdaderamente importantes que nos preocupan a todos, que empeoran cada día, por la soberbia presidencial que no reconoce errores ni los corrige. 

Parece una manía del presidente la obsesión ególatra de ser un nuevo prócer de nuestra historia, al querer imitar o reproducir las acciones de algunos de los gobernantes del pasado, cuyo nombre aparezca en los libros de historia, que en el futuro enseñarán a los niños mexicanos a venerar y a honrar. En sus delirios de grandeza, creerá que esa rifa es viable y que va a obtener el apoyo masivo de los mexicanos, de forma similar al  que tuvo Lázaro Cárdenas, cuando anunció su decisión de expropiar la industria del petróleo, recibiendo alhajas, dinero o maíz, sino hasta borregos y gallinas, para pagar a las empresas extranjeras. 

El país está urgido de un verdadero presidente, que hable menos, deje de hacer y decir despropósitos y resuelva los verdaderos y graves problemas. 

lujambio06@hotmail.com