La reunión de trabajo entre Andrés Manuel Lopez Obrador y Donald Trump fue el encuentro de dos liderazgos populistas, el primero de izquierda con valores conservadores y el segundo de derecha. Ambos nacionalistas. Desgraciadamente, Estados Unidos de Norteamérica, Brasil, Reino Unido y México son los países con mayores defunciones por la pandemia; encuentro como semejanza entre los jefes de Estado de estas naciones (Trump, Bolsonaro, Johnson, AMLO) que son liderazgos que edifican lo político desde el populismo.
Es momento de abordar el populismo desde lo teórico sin filias ni fobias. Dejar de utilizar el término como un insulto. Erróneamente, la mayoría lo implementa como una descalificación, es necesario entenderlo, matizarlo y diferenciar los distintos tipos de populismos. Desde mi perspectiva, el surgimiento de liderazgos populistas en el siglo XXI es una consecuencia de las fallas de la globalización, las deficiencias representativas de la democracia liberal, el agotamiento del modelo neoliberal y la crisis financiera global de 2008. Como escribió Chantal Mouffe, estamos pasando por un momento populista.
Los populistas han sabido ganar elecciones por el impacto de sus discursos y el malestar de las sociedades. La construcción del populismo parte desde la propuesta de Carl Schmitt en su libro El concepto de lo político, que propone la fabricación de una relación amigo-enemigo, la formulación de la política desde el antagonismo. Estos neo populismos denuncian que se enfrentan a las élites políticas, económicas y mediáticas.
Chantal Delsol, en su obra Populismos: una defensa de lo indefendible, indica que el populismo “es un movimiento multiclasista, generalmente incluye componentes opuestos, como es el reclamo por la igualdad. Vinculado a cierta forma de liderazgo carismático. Posee componentes nacionalistas. El populismo emergió históricamente como la corriente política que representa los intereses del pueblo que rompe con las elites económicas y políticas”
Para Ernesto Laclau, en La razón populista, “el populismo es un movimiento multiclasista. Incluye componentes opuestos, como es el reclamo por la igualdad de derechos políticos y la participación universal de la gente común. Unido a cierta forma de autoritarismo. Encabezado por un liderazgo carismático. Impulsa demandas de justicia social. Fuertes componentes nacionalistas. Negación de la importancia de la clase. Enfrenta los derechos de la gente común contra los grupos de intereses privilegiados, contrarios al pueblo y a la nación”.
Observemos la definición de Flavia Freindenberg en su investigación La tentación populista, “el populismo es un estilo de liderazgo, caracterizado por la relación directa, carismática, personalista y paternalista entre líder-seguidor, que no reconoce mediaciones organizativas o institucionales, que habla en nombre del pueblo y potencia la oposición de éste a ‘los otros’, donde los seguidores están convencidos de las cualidades extraordinarias del líder y creen que gracias a ellas, a los métodos redistributivos y/o al intercambio clientelar que tiene con el líder, conseguirán mejorar su situación personal o la de su entorno”
Para precisar, Freindenberg, temporaliza y categoriza en populismo clásico (Perón, Cárdenas y Getúlio Vargas), populismo tardío (Echeverría y López Portillo) y el neo populismo del Siglo XXI que emergió con el giro progresista en Latinoamérica (Evo, Chavez, Correa y Kirchner). Después de la crisis de 2008 en Europa surgieron con mayor fuerza populismos de extrema derecha como Marine Le Pen en Francia. En este contexto ultraconservador europeo se inserta el triunfo de Andrezej Duda en Polonia. En este espacio no nos alcanza a mencionar a todos los neo populistas, de izquierda o derecha. Pero debemos advertir de un posible ascenso e incremento post pandemia en distintas latitudes.
Regresando al encuentro de Trump y Obrador, identifico en el populismo la explicación de una relación de intereses. Todo indicaba un choque de trenes que no se concretó. La diferencia la ubico en lo ideológico y programático. Para que disminuyan los liderazgos populistas es forzoso reducir las brechas de la desigualdad y fortalecer la democracia.
Twitter: @LmElizondo