Guerra comercial
La célebre frase de Carl Von Clausewitz, de principios del siglo pasado, que refiere que "la guerra es la continuación de la política por otros medios", ha servido para entender las derivaciones de la guerra como mero conflicto bélico. Las implicancias de tal apreciación indican que los medios pueden ser distintos a la confrontación violenta, pero el objetivo es el mismo: la derrota o, incluso, hasta la aniquilación del enemigo. En un contexto más contemporáneo y de orden propiamente político, el sentido suele ser matizado, planteando que, más que un enemigo político, se contiende contra un adversario al que, incluso, conviene no aniquilar, sino hasta cuidar para legitimar el triunfo logrado, además de tenerlo como punto de fuerza equilibrado. La frase que reza "al enemigo es mejor tenerlo cerca", refiere un cierto pragmatismo político cercano a las observaciones que en su tiempo hiciera Maquiavelo.
En todo caso, la guerra es una relación entre dos fuerzas que se oponen y, esa relación, puede tener connotaciones diversas dependiendo de múltiples intereses y fines de los polos que juegan esa relación. Una visión más cercana a esto es, el poder como relación de fuerza que ejemplificaba Elías Canetti entre el gato y el ratón, refiriendo que; mientras el ratón está dentro del campo de fuerza del gato, éste puede corretearlo y zarandearlo a placer, dándose el lujo hasta de decidir si lo atrapa o lo deja correr; pero, en cuanto el ratón sale del campo de influencia del gato, éste se vuelve loco y empieza a idear cómo atraparlo, cuestión que ya no se vuelve tan fácil como antes y hasta lastimado puede salir el gato (como Tom y Jerry para mejor ilustración de lo enunciado).
En las guerras comerciales, guardadas las proporciones, ocurre lo propio. Un gobierno pretende sojuzgar o controlar al otro, metiendo presiones arancelarias como las que ahora promueve el presidente estadounidense Donald Trump; pero hasta en las guerras en sentido clásico se respetaban ciertas reglas que, en el caso comercial, don Trump se pasa por debajo del arco del triunfo. Tampoco sorprende porque, esa es una característica del sistema económico capitalista desde sus orígenes, así sea que, progresivamente, se hayan diseñado y aplicado mecanismos para encubrir el contenido violento que subyace en las relaciones desiguales y asimétricas entre países con diverso grado de desarrollo económico.
Otro pensador célebre como Michel Foucault planteaba, precisamente, invertir los términos de la frase de Clausewitz, para describir de manera más precisa el derrotero del conflicto inherente a las modernas sociedades, donde la violencia ha llegado a normalizarse hasta en espacios más pequeños y cotidianos. La frase seria, entonces: "la política como continuación de la guerra por otros medios". Pero la novedad del método no cambia la historicidad del objeto y la intercambiabilidad de términos en una frase seguirá denotando que en una guerra o conflicto, en este caso comercial, el curso de los acontecimientos puede variar, dependiendo de estrategias y posturas que no se agotan en la voluntad de un solo individuo como Trump que, por lo demás, hace gala de una soberbia que, más temprano que tarde, le puede resultar contraproducente. Por eso, siguiendo a Kant, necesario es tener presente la búsqueda, así sea perpetua, de la paz, como un postulado siempre presente en todas las implicancias y derivaciones que lo requieran.
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