Halcones por palomas

“En enero, ni galgo lebrero
ni halcón perdiguero”
Anónimo.

Lo comentaba en artículos anteriores, este año 2018 será significativamente complejo en materia de seguridad. Los cambios y enroques están a la orden del día en los altos mandos de seguridad y justicia, así como en el tema de las penitenciarías a lo largo y ancho del país.
Algunos Gobernadores y Presidentes Municipales, ya pusieron sobre la mesa la disyuntiva entre -Halcones o Palomas-, en las áreas de seguridad y justicia. Término usado por los norteamericanos desde el siglo XIX para definir a los bélicos de los pacifistas “War Hawks y Doves”.
Hombres “Halcones” que den resultados, con muchos –blanquillos-, no importa que lo hagan al margen de la ley o pisando los derechos humanos, o volviendo a las viejas prácticas (habría que preguntarnos sin embargo, si nunca se fueron en realidad), hombres dispuestos a “darle piso” al mañoso, a poner orden en la ciudad y en el Estado, hombres dispuestos a pactar con “unos” para que les pongan a los “otros”, hombres empáticos y graciosos a los ojos de sus gobernadores y presidentes municipales, hombres que viven literalmente en las oficinas, comen y se bañan ahí, hombres que no se tientan el corazón para ejecutar tal o cual cosa.
Tipos que son directos, no le dan vuelta al asunto. Lo siguiente y cualquier parecido con la realidad mexicana, es mera coincidencia.
-Mi, jefe, necesito que den de alta a mi equipo de trabajo, son de confianza, puras reatas que no se quiebran y están al corriente, bien leales y discretos, se la saben de todo a todo-,
-Mi jefe, ya tengo localizada una casa de seguridad con gente armada dentro, la vamos a reventar-,
-Mi jefe, tengo identificado a los mandos municipales que protegen, o no les hacen nada a aquellos, los voy a levantar-,
-Mi jefe, tengo tres detenidos de aquellos, están soltando la sopa, se nos pasó un poco la mano, pero los vamos ir a dejar por ahí-,
-Mi jefe, me ponen 500 mil dólares de entrada, para dejar trabajar a unos amigos, son gente de bien, ellos no asesinan ni secuestran, ellos a lo suyo, y de pasada me darán información de rivales mugrosos-.
RESPUESTA: –Tú sabes lo que tienes que hacer, a mí no me digas nada, lo que yo quiero son resultados y quitarme la presión de medios y de los empresarios, ¡solamente no me hagas pendejadas manifiestas!
Hombres temibles y reprobables, pero que parece ser se están poniendo de moda. En el mandato del Presidente López Portillo, (con quien estudio de chavito en la escuela junto con Luis Echeverría), hubo un tipo de las características antes mencionadas, que mantenía la seguridad del D.F., en niveles aceptables para todos, “El Negro Durazo”. Un súper Halcón, que delinquía a carta cabal en contra de los delincuentes y de los propios policías. Hace 18 años que falleció el General de cinco estrellas, sin serlo. El mismo que tenía antecedentes penales en Miami por tráfico de cocaína desde 1976, que tomaba café con coñac y sus dosis de cocaína a diario, y que recibió del Tribunal Supremo de Justicia el reconocimiento “Doctor Honoris Causa”.
A diferencia de los Halcones, los hombres “Palomas”, son pusilánimes, agachados, temerosos, serviles con el poder, más reflectores que acción, algunos con niveles de estudios de posgrado; pero, parecen ya no ser la solución efectiva y rápida en algunas entidades federativas. Hombres que se la pasan más con la “socialite” y en la política barata, que a dar chingadazos. Hombres que no quieren hacer talacha, ni fontanería en las instituciones de seguridad y justicia, más bien, prestos a caer bien a todos.
O lo que es peor, vienen de otras instituciones, ya sean federales o estatales en calidad de comisionados, no van a ensuciarse en una corporación que no es la suya, con el riesgo de verse afectados en su servicio civil de carrera de la otra institución. Y los más peligrosos, Palomas mimetizadas de policías como trampolín en su carrera política. Algunas Palomas, tampoco tienen equipos de trabajo sólidos y experimentados, se rodean de séquitos exactamente iguales a ellos, lo que no permite un contrapeso de trabajo profesional.
Me cuestionaba un empresario exitoso, ¿que se podía hacer para bajar la inseguridad? Le comente que desde mi experiencia, lo que he visto que funciona más o menos, es primeramente que el Gobernador o Presidente Municipal tengan voluntad política y que de perdida le llame la atención el tema, si le causa escozor ya valió; segundo, que sea de sus confianzas su jefe de seguridad o procurador y los tenga en estima, y tercero, que tanto el procurador como el jefe de la policía y el gobernador tengan el mismo canal de interlocución.
Pero, si el jefe de seguridad y el procurador, son vistos como penitentes (por decir lo menos), minimizados y regañados un día sí y otro también, el camino va a hacer largo y tortuoso para tener un impacto positivo en el fortalecimiento de la seguridad y justicia. A la par, que la mayoría de las instituciones de seguridad y procuración de justicia están pasando por procesos de reestructuración, unas, buscando el Modelo óptimo de función policial y las otras emigrando a Fiscalías Autónomas.
Por último y muy conveniente, si el Gobernador y su jefe de seguridad no tienen el control real de las policías municipales importantes de su Estado, el trabajo a desarrollar por la seguridad es casi imposible.
Otro tema sesgado por los políticos, la asignación de recursos para el reclutamiento y formación de nuevos elementos, la depuración de las instituciones, el incremento de sueldos y prestaciones de sus estados de fuerza y la mejora de la infraestructura y el equipamiento de sus Academias e Institutos de formación. De entrada, si no se cuenta con ello, se está perdiendo el tiempo y agravando el problema.
TAPANCO: A veces pueden ser forzosos los “Halcones”, desafortunadamente no hay de otra, claro, con su costo político respectivo. Max Weber, decía que las cualidades de un político de altura deben ser: la pasión, el sentido de la responsabilidad y la mesura, mismas que lucharan incansablemente en contra de la vanidad que lo ciega, por la impresión que debe causar a los demás.
El país, enfrenta permanentemente tres retos: Economía, Política y Estado de Derecho. El INEGI en su última encuesta filtra que en diciembre de 2017, el 35.8% de la población de 18 años y más, residente en las ciudades de interés, consideró que en los próximos 12 meses la situación de la delincuencia en su ciudad seguirá igual de mal. Por otra parte, un 37.7% de la población mencionó que la situación empeorará en los próximos 12 meses, lo cual no representa un cambio significativo respecto a diciembre de 2016.

Francisco.soni@uaslp.mx