Hasta Obama lo tiene

“Ni Obama tiene una pensión así.”

Andrés Manuel López Obrador

¿Qué hacer con los ex gobernantes? Esta es una pregunta incómoda que siempre se han hecho quienes gobiernan en sistemas democráticos y saben que tarde o temprano ellos también estarán fuera del poder.  En México pasamos del Maximato, en que el expresidente Plutarco Elías Calles ejercía el poder tras bambalinas, hasta los tiempos del silencio, cuando los exmandatarios debían guardar silencio en una regla no escrita del sistema. 

Muchos presidentes, es cierto, salían de su gestión con fortunas acumuladas, por lo que no necesitaban más ingresos; pero otros no, y esto obligó crear una pensión para los expresidentes. 

López Obrador prometió en campaña que eliminaría las pensiones a los expresidentes, la cual afirmó era de 5 millones de pesos mensuales. La información era falsa. La pensión equivalía al sueldo de un subsecretario, 205 mil pesos al mes, pero los expresidentes sí tenían asignados personal de seguridad y administrativo que en conjunto podían tener un costo de 5 millones de pesos mensuales. Aun antes de que López Obrador tomara posesión, el Congreso eliminó las pensiones de los expresidentes y su personal de protección y apoyo. 

Ahora resulta, sin embargo, que Felipe Calderón y Vicente Fox tendrán a ocho elementos militares de protección cada uno. Fox dio a conocer por Twitter un supuesto ataque de un comando armado a su rancho en San Cristóbal, Guanajuato, y responsabilizó de su seguridad y la de su familia al presidente. López Obrador respondió asignándole ocho militares y reveló también que hace tres meses había asignado la misma guardia a Felipe Calderón, quien la había solicitado. Ningún otro expresidente, señala AMLO, ha pedido esa protección ni la ha recibido. 

No es inusitado que un gobierno otorgue pensiones especiales y seguridad a los exgobernantes. En Estados Unidos se paga una pensión de 207,800 dólares al año a los expresidentes; sí, incluso a Barack Obama. El cónyuge del expresidente puede recibir también una pensión anual de 20 mil dólares al año, si renuncia a otras a las que tuviera derecho. Los expresidentes estadounidenses reciben también recursos para mantener una oficina y protección del Servicio Secreto durante toda la vida. 

Un expresidente en Francia obtiene una pensión de 65 mil euros al año, así como un apartamento amueblado, un auto con dos conductores, dos empleados domésticos y pasajes gratuitos en ferrocarril y avión. Los expresidentes del gobierno español pueden obtener una pensión vitalicia de 80 mil euros al año o participar en el Consejo de Estado, lo cual conlleva un sueldo de 100 mil euros anuales. Los expresidentes también tienen derecho a dos funcionarios (un asistente personal y un secretario), gastos de oficina, un automóvil con chofer y escolta y seguridad. Tienen además “pase libre” en el transporte aéreo, marítimo y terrestre. Los exgobernantes en ningún país democrático pierden estos privilegios por realizar trabajos remunerados. 

Es razonable que un Estado otorgue una protección especial a quienes han ocupado el máximo cargo de gobierno. Una persona honesta no cambiará sus decisiones como gobernante porque no tenga una pensión, pero es justo que los exmandatarios tengan la posibilidad de vivir con dignidad y seguridad después de su encargo. 

No tendrían los expresidentes que solicitar la protección o la pensión como un favor del presidente en funciones. Tengamos una ley razonable, que otorgue una pensión digna y personal de apoyo y seguridad suficientes a quienes han gobernado. Así lo hacen los países democráticos. Y con razón. 

Sube inversión

El aumento de 8 por ciento en la inversión fija bruta en enero es una de las mejores noticias que pudo haber recibido el nuevo gobierno. La inversión es el único camino para generar crecimiento futuro. 

Twitter: @SergioSarmiento