In-D: Salón de la Fama del Rock And Roll, el arte de vender espejos

Hablar acerca del Salón de la Fama del Rock and Roll es uno de esos temas en el que jamás lograremos ponernos de acuerdo. Habrá quién lo tome como una autoridad suprema que le da prestigio a una banda. Habrá también quién piense que ser galardonado por esta organización no sirve absolutamente para nada.
El Salón de la Fama del Rock and Roll es de esas cosas que sabemos que existen pero poco conocemos de su fondo y forma. Es un tema brumoso, un asunto que flota en el aire sin ser tangible. Vaya, para acabar pronto. El Salón de la Fama del Rock es como los unicornios: todos sabemos cómo son aunque nunca hemos visto uno.
Hay algunos datos históricos al respecto que nos dan una vaga idea de lo que se trata todo este asunto: Sabemos que su Museo que está en Cleveland, sabemos que fue idea del empresario discográfico Ahmet Ertegun en la década de los 80’s, sabemos que ser ingresado a este grupo de celebridades otorga un cierto prestigio al artista. Más allá de eso no sabemos nada.
Recientemente se dió a conocer la lista de nominados para la clase del 2024. En esta lista resaltan nombres como Ozzy Osbourne, Foreigner, Jane’s Addiction, Kool & The Gang, Cher y la fallecida Sinéad O’Connor.
Como era de esperarse la polémica comenzó a surgir aquí y allá. Motivos no faltaron: que si algunos de los nominados son hip hop o funk (géneros que no podrían ser catalogados como rock), que si las votaciones nunca han sido del todo transparentes. Incluso algunos nominados, como es el caso del propio Ozzy, están en desacuerdo ante este tipo de organizaciones y ceremonias, refiriéndose a ellas como “un montón de basura que deciden solo unos cuantos”.
Vayamos por partes. Es una realidad que la forma en que está conformado el llamado “Comité de Nominaciones” del Salón de la Fama del Rock nunca ha quedado muy clara. Los nombres de los integrantes de dicho comité nunca han sido de dominio público. Se dice que está conformado por empresarios discográficos, historiadores de la música, periodistas, expertos y productores. Al día de hoy no sabemos los nombres de dichos personajes, aunque nos queda claro que tienen el poder suficiente para decidir quién entra y quién queda fuera del Salón de la Fama.
Otros asuntos negativos han quedado expuestos por declaraciones de personajes como Courtney Love, quien ha puesto el dedo en la llaga evidenciando la discriminación al sexo femenino por parte de la organización. Courtney manifestó su inconformidad ya que del total de artistas que han entrado al Salón de la Fama, únicamente el 8% son mujeres. Así mismo, el misterioso Comité de Nominaciones está conformado únicamente por personajes del sexo masculino
Para ingresar al Salón de la Fama existen algunos requisitos. En primer lugar debe haber pasado al menos un cuarto de siglo desde el lanzamiento del primer álbum de un artista para que éste pueda aspirar a ser nominado. Además, el Comité de Nominaciones debe evaluar la influencia y la importancia de las aportaciones del artista para perpetuar el legado del Rock and Roll. Siendo así podemos hablar de una segunda injusticia al ver que grandes nombres del rock han sido ignorados históricamente por el Comité: Soundgarden, Iron Maiden, Pat Benatar, Pixies, Joy Division, entre otros.
Por eso y muchos motivos más el Salón de la Fama del Rock and Roll es una especie de caja negra en cuyo interior suceden cosas que nunca entenderemos. Las decisiones tomadas por su misterioso comité parecieran obedecer al único interés de seguir generando millones por medio de su Museo. El Salón de la Fama del Rock nos ha vendido espejos y mientras se siga manejando de manera tan poco transparente las voces de los consumidores de música y de los propios nominados a ingresar al Salón seguirán siendo ignoradas.
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