Incongruencias de un presidente

Compartir:

La actitud colérica, rijosa que suele ofrecer AMLO durante sus “mañaneras”, en las que ataca, descalifica, adjetiva, fifís, rapaces, conservadores, neoliberales, etc. a quienes le hacen crítica, pone en evidencia un espíritu maniqueísta y antidemocrático, o deficiencias psicológicas que preocupan mucho. Intranquiliza observar que el llamado primer mandatario del país (el que recibe y cumple un mandato), demuestre su intolerancia para quienes piensan diferente, para quienes quieren hacer uso de su derecho a la libertad de expresión y de pensamiento. Exhibe un espíritu autoritario e intolerante. 

Es indispensable, es urgente, es justo, que el presidente hable claro a los mexicanos. Si intenta implantar un régimen comunista, que lo diga de una vez. Que diga qué piensa hacer con el poder excesivo que le da  control de dos de los tres poderes de la Federación, y con el Judicial, que, aunque todavía hoy parece ser independiente, lo quiere avasallar también, para constituirse en un “neodictador”, un dictador del siglo XXI. Porque esta antigua nación llamada México, a la que le ha costado tanta sangre y sufrimientos llegar a este tiempo, quiere vivir en un régimen de libertades y de cabal respeto a los Derechos Humanos, a pesar de estar todavía, en este 2019, plagado de corrupción, de lacras y de injusticias, así diga lo contrario el presidente que desde hace mucho tiempo afirmó que en este país la corrupción ya se acabó. FALSO. Es también necesario que sepa AMLO, que no puede ser él, el único que sabe lo que les conviene a los ciudadanos; que tiene que escuchar, servir y aceptar su crítica basada en la razón, en la Ley y en los principios del Bien Común.

No toda transformación es buena. Puede ser para mejorar o para empeorar. Ya en su denominación de 4T, conlleva confusión e indefinición. Ambigüedad. ¿Qué es la 4T? ¿Hacia dónde pretende arrastrar al país AMLO? ¿Cuál es el modelo de país que tiene en mente el actual presidente? ¿La transformación que quiere es, hacer de México otra Cuba? ¿Otra Venezuela? ¿Otra Corea del Norte? Porque, la verdad, se ve el país va caminando hacia un desastre económico, social y político, si tomamos en cuenta las decisiones que ha tomado hasta ahora este presidente, si consideramos sus nulos resultados por la violencia y la inseguridad, que siguen siendo las manifestaciones que más preocupan al mexicano de a pie, de bicicleta o de automóvil. Si ponderamos que la inversión, el crecimiento económico y el empleo, van en plena picada. Y si reconocemos que hay una actitud de soberbia en el presidente, que no admite críticas, por mas sinceras y bien intencionadas que sean.

Creo que muchos millones de ciudadanos de este país, se preguntan cómo puede sostener que quiere combatir la corrupción, cuando no toma ninguna acción legal y firme contra el ex presidente Peña, que auspició, toleró o participó en algunos de los mas descarados y mayores desvíos del erario público en la historia de México, como fue la Estafa Maestra, que le costó al país mas de 7 mil millones de pesos. ¿Dónde está la congruencia? ¿Puede estar contra la corrupción genuinamente un presidente que le tapa, que le tolera al director de la CFE, Manuel Bartlet Díaz, que no declare en su Declaración patrimonial más de 26 bienes raíces que están a nombre de sus familiares más cercanos y 2 empresas una de las cuales vende materiales y equipos eléctricos, que ya le están facturando al gobierno de AMLO, millones de pesos?

¿Cómo puede justificar el presidente de México haber tolerado las agresiones y humillaciones que sufrieron muchos miembros de las fuerzas armadas del país, perfectamente armados y capacitados para combatir, de parte de grupos de vándalos y delincuentes que los golpearon, los arrojaban al suelo y les apaleaban a sus vehículos, sin que pudieran meter las manos, porque tenían órdenes de no disparar, o la ridícula versión de no reprimir? Para tolerar su violencia criminal. ¿cómo pudo llegar a decir que los delincuentes “también son pueblo”, y en consecuencia pueden agredir y vejar a las fuerzas del ejército o la GN?

Si, además, tomamos en cuenta la actitud, el estilo, el temperamento, como guste llamarle usted, de quien tiene la máxima responsabilidad pública en el país, y que su discurso cotidiano es de confrontación, que reparte a acusaciones sin comprobación, es maniqueo, porque divide a los mexicanos en solo buenos y sabios, o solo malos y rapaces. Que los cataloga y encasilla dependiendo de si se le aplaude o se le hacen ver sus errores. Preocupa, y mucho el actual estado de cosas en el país, cuando el presidente se autoproclama como el único “Bueno” de la película de terror que estamos viviendo. Cuando toma decisiones que hasta algunos de sus mas cercanos y calificados colaboradores como el Dr. Carlos Urzúa, renuncia al importantísimo cargo de Secretario de Hacienda y lo explica: “Porque se habían tomado decisiones de política pública sin el sustento necesario y porque existía un conflicto de intereses muy importante”.

Rechazamos enérgicamente que López nos quiera colgar etiquetas de enemigos del gobierno, o de conservadores, o de neoliberales. No buscamos que fracase el actual gobierno, al contrario. También miente López cuando afirma  que guardábamos silencio ante la corrupción del Peña Nieto. Desde hace muchos años hemos sido críticos de los gobiernos de distintos partidos, locales y federales. No aceptamos que el presidente le falte al respeto a personas que durante muchos años han luchado de buena fé, contra la corrupción y las lacras de nuestro sistema político. Ni se aceptan acusaciones que no se pueden comprobar a todo tipo de personas o instituciones, por el simple hecho de criticar sus acciones.

Si tuviéramos que concentrar en un solo párrafo una valoración práctica del gobierno de AMLO, durante sus casi 10 meses de trabajar como presidente de México, me inclinaría por decir que, por sus mentiras, sus contradicciones y sus desaciertos, está causando ya, mucho daño a México y a los mexicanos. Su postura roñosa para asignar presupuestos adecuados a la salud, a la educación, al deporte, a la investigación o al turismo, al tiempo que dilapida miles de millones en programas electoreros es la mejor prueba de ello.

lujambio06@hotmail.com