Lo que fue una artera agresión, entre muchas otras, orquestada por el rencor de Ricardo Gallardo Juárez en contra del Ayuntamiento que le arrebatamos a golpe de votos los ciudadanos de esta capital, hay quienes le han llamado una confrontación. No hay tal. Se trata de un pequeño grupo de personas a sueldo del ex alcalde que cumplen sus órdenes, para provocar y agredir a la autoridad municipal de la capital, que ha cumplido con su deber de sacar a la luz pública el saqueo y los múltiples latrocinios y delitos de malversación del erario público, de los cuales hay múltiples evidencias ya en poder de las Fiscalías del Estado, que hasta ahora han servido solo como tapade ras. El Ayuntamiento, lo único que hizo en el incidente del pasado lunes, fue, defender y proteger la seguridad de los miembros del Cabildo, de funcionarios y comunicadores ahí presentes y que ya emprendió gestiones legales para sancionar a los agresores.
Quizás, habría que reconocer que la falta que se le podría imputar a la autoridad municipal, es el uso excesivo de fuerza, para retirar a una ex empleada del registro civil que se negaba a abandonar el lugar después de ser sancionada por varias faltas administrativas, y en este caso, habría que practicar la investigación, y sancionar, si procede, al elemento policíaco que la obligó a salir, en lugar de alguna otra medida como la de aislarla en el lugar que ocupaba.
No entienden que no entienden. Los directivos del PAN en San Luis, no escarmientan después del ridìculo que, a nivel nacional hicieron los diputados panistas del congreso de Baja California, que se burlaron cìnicamente de la constitución de aquel estado y de la Federal. Que además, también pisotearon la voluntad del pueblo de BC que únicamente diò su voto a Jaime Bonilla por dos años, votando, a propuesta de otro diputado de Morena, para extender a cinco años el periodo de gobierno para el cual fue electo recientemente Jaime Bonilla. Tan grande fue la pifia y la metida de pata de los diputados panistas en BC, que hasta su presidente nacional, Marko Cortès, que no se caracteriza por ser muy enèrgico, se viò en la necesidad de anunciar que serían expulsados del PAN esos dizque legisladores. Además tendrà que investigar què recibieron a cambio, y de que orìgen, por cometer tal desaguisado. Cosa que no será difícil de aclarar, ya que el propio Bonilla no se ha deslindado de ese trafique entre Morena, (su partido), y el PAN.
Ahora, los jerarcas panistas locales, declaran enfáticamente que apoyan a sus regidores en el Cabildo Municipal, que piden la destitución del Secretario General, Sebastiàn Pèrez, uniendo su petición a la del grupo de regidores del PRD, al servicio de los intereses del ex alcalde Gallardo Juàrez. Està de locos este asunto que fue provocado por una turba de mujeres y hombres perredistas que en su afán de ganar notoriedad y el agradecimiento (probablemente económico) de Ricardo Gallardo, irrumpieron en la sesión del Cabildo municipal que se celebrò el pasado lunes, profiriendo insultos contra los funcionarios municipales, pidiendo el cese del Secretario General
Los demonios andan sueltos. Además de los muy graves problemas de corrupción, impunidad y violencia que enfrentamos, ahora parece que l a rebatinga por el poder político en San Luis Potosì, ya diò inicio y todo indica que van a soplar fuertes vientos. A pesar de que todavía faltan dos años para la con tienda electoral, la turbulencia ya se desatò y poco a poco se empiezan a definir los aspirantes. El PRI, està en la lona y no parece que se pueda levantar ya como para ser un contendiente de peso. Por el momento, todo parece indicar que la batalla por el gobierno del estado y los municipales en el 21, se cerrarà entre el PAN y Morena. Tal como se ven las cosas por ahora, ya dan claras señales de aspirar a la gubernatura, cuando menos 5 panistas, si no es que 6 y por Morena, no se ve por el momento una figura viable, aunque no es de dudarse que tendrá también dos o tres aspirantes.
Me parece peligrosa y preocupante esta anticipaciòn, porque los responsables titulares de los poderes estatales y municipales, empezaràn a distraerse con el tema político-electoral, en lugar de centrar toda su atención y su esfuerzo en las serias responsabilidades de gobernar y de gobernar bien. Todos los que se sienten candidateables, estudian sus posibilidades y empiezan a maniobrar para alcanzar apoyo dentro de sus partidos y es justamente en estas circunstancias en las que a espaldas de los ciudadanos se empiezan a tejer, los “arreglos” que les permitirán alcanzar las ansiadas candidaturas.
¿Qué está pasando en el Ayuntamiento? ¿cómo es posible, me pregunto, que los regidores del PAN, el partido que apoyó al actual Ayuntamiento de nuestra Capital, estén ahora pidiendo la destitución del Secretario General, Sebastián Pérez, haciendo coro con los militantes del mismo partido que respaldó al nefasto alcalde anterior, Ricardo Gallardo, que continúa sin asimilar su estrepitosa derrota del 2018, después de que se cansó de saquear las arcas municipales? ¿No entienden los directivos del PAN en el estado y en la capital, que después del vergonzoso apoyo que dieron sus diputados en Baja California al gobernador electo Jaime Bonilla, se extinguió aún más la poca credibilidad que les quedaba?
Creo que es un error garrafal de la estrategia política del PAN, el hecho de que sus regidores en el H Ayuntamiento de San Luis Potosí, estén pidiendo la destitución del secretario general, Sebastián Pérez, por un error que no es imputable a él sino a la falta de personal en el área de Seguridad Pública Municipal con la debida capacitación y experiencia.
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