Jueves de corpus

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“Echeverría me dijo: ‘Quieren calar a mi gobierno, pero los vamos a escarmentar’”.

Alfonso Martínez Domínguez

El 10 de junio de 1971 yo era estudiante de la Preparatoria 8 de la UNAM. No fui a la manifestación de ese jueves de corpus en el casco de Santo Tomás, pero al día siguiente entrevisté a mis compañeros que sí habían asistido y preparé una crónica que narraba el ataque de los “halcones” y cuestionaba al gobierno. Le di el artículo a Federico Campbell y él lo entregó a José Emilio Pacheco, quien lo publicó en la sección cultural de la revista Siempre!. Fue mi primer artículo profesional. Tenía17 años. 

Nunca se esclarecieron los hechos del halconazo. El regente de la Ciudad de México, Alfonso Martínez Domínguez, fue obligado a renunciar, aunque años después culpó de la matanza al propio presidente Luis Echeverría. Este siempre negó la responsabilidad, pero prometió una investigación cuyos resultados nunca se dieron a conocer. En 2006 Echeverría fue juzgado por su presunta responsabilidad, pero se le exoneró en 2009. No había pruebas para condenarlo. 

El actual gobierno ha usado el 49º aniversario de la matanza para autopromocionarse. El 10 de junio el presidente Andrés Manuel López Obrador empezó su mañanera diciendo: “El día de hoy vamos a recordar el hecho histórico, lamentable, de la represión del 10 de junio de 1971 para que no olvidemos y nunca jamás se reprima en México”. Jesús Ramírez Cuéllar, coordinador de comunicación social de la Presidencia, tuiteó: “Hoy es el 49 aniv. de la matanza del 10 de junio, un crimen de Estado de un régimen sostenido con autoritarismo y represión. Nunca más la violencia del gobierno vs estudiantes y ciudadanos que luchan por sus derechos. #10deJunio no se olvida es parte de la lucha por la democracia”. 

¿Fue el halconazo un crimen de Estado? ¿Quién ordenó la agresión? ¿Echeverría? ¿Martínez Domínguez, a quien el presidente trató de culpar sin nunca presentar cargos en su contra? Nunca hemos sabido. 

El expresidente Echeverría ya ha declarado que él no ordenó el ataque. A los 98 años no creo que pueda añadir mucho más a la declaración. Sin embargo, uno de los protagonistas de “ese régimen sostenido con autoritarismo y represión” no solo está vivo, sino aparentemente lúcido, y mantiene actividades políticas. Se llama Manuel Bartlett. 

Bartlett era director general de gobierno en la Secretaría de Gobernación de Echeverría. No tengo forma de saber si tuvo alguna participación en la decisión que llevó al ataque a los manifestantes, pero desde su cargo debe haber estado enterado de todo. Si realmente López Obrador y su director de comunicación quieren saber qué ocurrió, ¿por qué no le preguntan a ese testigo de privilegio que ha sobrevivido hasta el presente en puestos importantes de la política. 

El halconazo a mí me marcó en lo personal. La crónica que escribí el 11 de junio representó el inicio de una carrera profesional que todavía mantengo y ratificó mi convicción, como la de Ramírez, de que el régimen era autoritario y represivo. Bartlett ya había venido colaborando con él y tuvo su momento más relevante cuando ocupó la secretaría de gobernación, de 1982 a 1988, y presidió la Comisión Federal Electoral que manejó la elección de 1988. 

Hoy el presidente López Obrador y su director de comunicación saben perfectamente dónde se encuentra: en la dirección general de la Comisión Federal de Electricidad. ¿Por qué no lo invitan a alguna mañanera para que explique lo que sabe de ese ataque sangriento?

Medias tintas

“O somos conservadores o somos liberales, no hay medidas tintas”, dijo AMLO el 6 de junio. Pero la distinción no es tan tajante. El presidente suele tener posiciones conservadoras, como cuando busca concentrar más poder en su persona; pero también tiene resabios liberales, como su respaldo al libre comercio a través del T-MEC. 

Twitter: @SergioSarmiento