Creo que son de celebrar las expresiones de la canciller de Alemania Ángela Merkel, que en reciente entrevista, palabras más, palabras menos, dijo que en un estado democrático, el gobernante no solo debe tolerar la crítica, sino que debe estimularla y hasta agradecerla, porque le permite permanecer en la realidad social y política que se necesita para tomar las decisiones correctas. He ahí una buena explicación a mi entender, de porque los alemanes la han reelegido varias veces hasta acumular 12 años al frente de un gobierno democrático que ha convertido a ese país en la potencia económica principal de la Comunidad Europea. Ya le han llamado la locomotora del tren europeo, porque su economía impulsa también a otras economías de ese conglomerado de naciones democráticas del continente. Ha convertido a su país en una potencia que hoy en día se habla de tú con otras grandes potencias económicas del mundo.
Angela Merkel, además, logró la hazaña de integrar en pocos años al pleno desarrollo, a la parte del territorio alemán que estuvo ocupada por la antigua Unión Soviética y por lo tanto rezagada y constreñida por las políticas comunistas que frenaban su actividad económica, dentro de las directrices del sistema que inhibe y coarta la libre empresa y la capacidad de iniciativa de los individuos. Dedicó entre otras cosas, varios cientos de miles de millones de euros, gran parte de la riqueza acumulada por la Alemania Occidental, para igualar el desarrollo de la Alemania Oriental comunista, hasta llegar al estado fuerte, integrado, libre y democrático que hoy es, a pesar de haber quedado devastada por la segunda guerra mundial a mediados del siglo pasado.
Frente a este ejemplo mundial del avance y desarrollo que puede lograrse en un país con plena vigencia de sus libertades y respeto al Estado de Derecho y a la crítica, uno no puede menos que dolerse de la actitud cerrada del presidente MALO, que se ha dedicado a denostar a los medios y a los periodistas que han tenido la osadía de criticar sus decisiones y acciones, en especial al periódico REFORMA, que es el que ha estado señalando con tenacidad sus grandes errores y ha ejercido una crítica bien fundada, que debería servirle al propio presidente, para tomar nota, como lo hace la señora Merkel en Alemania, y reconocer sus errores que están llevando a México a una recesión tan grave y penosa, que costara muchos años salir de ella.
Resulta muy estimulante y satisfactoria la entrevista que le hizo la semana pasada, el periodista Leo Zuckerman al ex presidente Felipe Calderón, que puedo asegurar que tuvo una audiencia grande, porque el canal televisivo y el propio periodista, que había anunciado que sería de media hora, al comprobar la tremenda cantidad de audiencia, decidió extenderla por una hora completa. Resultó agradable escuchar al Lic. Calderón hablando con pleno conocimiento de causa, sin recurrir a diatriba ni a censuras, sin agredir verbalmente a nadie, con plena serenidad y mesura, que nos hizo ver el abismo que separa a un verdadero estadista, del presidente actual.
El gobierno del CUATROTE, a estas alturas, ya fracasó. Las mentiras constantes del presidente, sus agresiones verbales a todo lo que signifique libertades, como la de libre empresa y la de expresión, la inseguridad y violencia que siguen en aumento en todo el país, el desempleo, la pobreza que ya está abarcando a más de 10 millones de mexicanos nuevos pobres, su rechazo a todas las ideas que no sean las suyas propias, como por ejemplo la propuesta de los empresarios de un SALARIO SOLIDARIO, mediante el cual las empresas, si se ven obligadas a cerrar su operación, el gobierno y los trabajadores comparten su costo a partes iguales, para salvar miles de empresas y millones de puestos de trabajo. Pero eso lo tiene sin cuidado, lo que quiere MALO, es convertirnos en un país de indigentes e ignorantes, tipo Cuba o Venezuela.
MALO, tiene miedo. Sabe que su imagen ya se desgastó. Le teme a la crítica, a la libertad y al progreso real y a la educación del pueblo. Es un gobernante que sabe que solo puede mantenerse en el poder mediante la mentira y dividiendo al pueblo mexicano. Ha desgastado la imagen de nuestro país como serio y confiable. México ya empezará a parecer una nación bananera y atrasada, que prefiere quemar carbón y combustóleo para generar energía eléctrica, que favorecer la inversión local y extranjera en las energías limpias del sol y del viento, mucho más económicas y que no dañan el aire que respiramos.
Se la ha pasado mintiendo al simular que quiere ayudar a los pobres. A los pobres no se les ayuda con dádivas, sino con educación, salud y trabajo. Lo he comprobado. Casi toda mi vida estudiantil la hice en la escuela pública. Terminé mi carrera de Contador Público en el Instituto Politécnico Nacional y ahí tuve muchos compañeros y amigos de extracción muy modesta, de familias pobres, pero que al haber estudiado una carrera, como la que yo tuve el privilegio de estudiar, prontamente elevaron su nivel de vida y acceso a los bienes necesarios para una vida digna. Por eso sé, me consta, que es la educación la mejor y única forma de romper el círculo de la pobreza.
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PD.- PREGUNTA.- ¿Podría el presidente municipal Xavier Nava Palacios moderar el gasto en comunicación social así como su frecuencia, para emplear esos recursos en mejorar algunos servicios municipales que tanta falta hacen? Por su atención, gracias.