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La importancia de la inteligencia artificial

Por Redacción

Marzo 31, 2024 03:00 a.m.

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Dra. Mariana Córdova Contreras

Siempre pensamos que un mundo gobernado por la tecnología sólo existiría en las películas de Hollywood y que faltarían años para lograr ver una transformación así, sin embargo, el momento ha llegado. Estamos en presencia de una nueva era tecnológica basada en el desarrollo de la Inteligencia Artificial. La mayoría de las personas al escuchar sobre este tema lo primero en que piensa es en plagio, falta de ética, miedo, sustitución de la mano de obra humana entre otras cosas y no están viendo la gran oportunidad que tienen en sus manos.  

Primero definamos qué es la inteligencia artificial, de acuerdo a la Comisión Europea se define como sistemas de software (y posiblemente también de hardware) diseñados por humanos que ante un objetivo complejo, actúan en la dimensión física o digital.

Los sistemas de IA pueden usar reglas simbólicas o aprender un modelo numérico y pueden adaptar su comportamiento analizando cómo el medio ambiente se ve afectado por sus acciones previas. En otras palabras, pueden realizar tareas que normalmente requieren inteligencia humana, como el aprendizaje, el razonamiento y la percepción. (Inteligencia Artificial, 2023)

Vamos a explorar de manera sencilla y clara los tipos de inteligencia artificial que el profesor de Biología Integrada y Ciencias de la Computación de la Universidad de Michigan Arend Hintze clasifica. Imagina que la IA es como una escalera donde cada peldaño representa un nivel de cómo las máquinas pueden entender y actuar en nuestro mundo.

Máquinas Reactivas: Piensa en estas máquinas como jugadores de ajedrez muy básicos. Conocen las reglas y pueden hacer jugadas, pero no recuerdan tus movimientos anteriores ni planifican para el futuro. Cada jugada que hacen es como si fuera la primera vez que juegan contigo. No aprenden de sus partidas; simplemente reaccionan. Un ejemplo clásico es el programa de ajedrez Deep Blue de IBM, que venció al campeón mundial Gary Kasparov. 

Memoria Limitada: Ahora, imagina un coche que puede recordar lo que ha visto en los últimos segundos, como la velocidad y dirección de otros coches alrededor. Esta información ayuda al coche a tomar decisiones, cómo cuándo frenar o acelerar. Es como si tuviera una “memoria a corto plazo” que le permite aprender un poco de su entorno reciente para tomar mejores decisiones. Un gran ejemplo son los autos autopilotados de Tesla.

Teoría de la Mente: Este es un nivel más avanzado donde las máquinas empezarían a entender las emociones y pensamientos humanos. Aunque todavía no estamos allí, la idea es que estas máquinas podrían interactuar con nosotros de manera más natural y personalizada, comprendiendo nuestras intenciones y adaptándose a ellas. Sería como tener un robot compañero que sabe cuándo estás triste y trata de animarte.

Autoconciencia: El nivel más alto y futurista sería alcanzar máquinas que son conscientes de sí mismas; saben quiénes son, reconocen sus límites y capacidades, y pueden entender y tener emociones. Esto es algo de ciencia ficción por ahora, pero el objetivo sería crear máquinas que realmente puedan pensar y sentir de manera similar a los humanos. Imagina un robot que no solo sabe que estás triste, sino que también siente empatía por ti.

Comprender los diferentes tipos de inteligencia artificial es crucial para poder imaginar, crear y utilizar las innovaciones del mañana. Cada tipo de IA tiene sus fortalezas y limitaciones, las cuales nos guían en cómo y dónde aplicarlas de manera efectiva. Por ejemplo, una IA reactiva puede superar a los humanos en juegos de estrategia, pero no puede mantener una conversación significativa o generar contenido creativo nuevo. Por otro lado, tecnologías como ChatGPT, si pueden entender y generar lenguaje humano de manera coherente, lo que abre puertas a nuevas formas de interacción, tales como la educación personalizada y creación de contenido. Conocer estos diferentes tipos de IA nos permite aplicar de manera adecuada las tecnologías existentes, al mismo tiempo que nos preparan para los desafíos y oportunidades que las futuras innovaciones puedan traer.  

Las aplicaciones prácticas de la IA, desde la educación hasta el transporte y la energía, demuestran cómo la comprensión teórica se traduce en beneficios tangibles. En el sector educativo, la capacidad de la IA para ofrecer soluciones personalizadas y mejorar las tutorías en línea se basa en tecnologías como ChatGPT o similares, que pueden procesar y entender grandes volúmenes de información para adaptarse a las necesidades individuales de aprendizaje. Esto representa un salto significativo de IA limitadas a tareas específicas, a sistemas que pueden aprender, adaptarse y ofrecer respuestas complejas en tiempo real.  

En el transporte y el sector energético, la aplicación efectiva de IA con memoria limitada y algoritmos predictivos permite no solo optimizar rutas y reducir el consumo energético sino también mejorar la seguridad y prevenir problemas antes de que ocurran. Esta capacidad de anticipación y ajuste refleja un avance hacia sistemas más integrados y conscientes del entorno, aunque aún no alcancen la autoconciencia. Aquí, la comprensión de las capacidades y límites actuales de la IA es crucial para aplicar estas tecnologías de manera que maximicen la eficiencia y la seguridad. (Repsol, 2023)

La Inteligencia Artificial marca el inicio de una nueva era tecnológica con impactos significativos en diversos aspectos de nuestra sociedad, pero el más importante de todos es el en el ámbito académico, demostrando la capacidad de la misma para personalizar propuestas de cursos, mejorar las tutorías en línea y analizar las competencias de los estudiantes abriendo nuevas puertas para la educación del futuro.

Aunque inicialmente se asociaba con temores de lo desconocido, al abrazar esta tecnología con conciencia y ética, podemos construir un futuro donde la inteligencia artificial no solo coexista con nosotros, sino que también nos impulse hacia niveles de desarrollo inimaginables. La clave está en reconocer y aprovechar estas oportunidades para construir un mañana más prometedor y equitativo para todos.

(Asistentes de investigación: Maximiliano Gómez Ramírez y Juan Pablo Valle Chávez)