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Luto y desierto

Por Alexandro Roque

Febrero 25, 2024 03:00 a.m.

A

Hoy se cumplen dos años de que falleció mi papá, Brígido Roque Rodríguez. La noche del 25 de febrero de 2022 fue una de las más largas, entre el desconcierto y la tristeza y luego hacer lo necesario, como conseguir un médico que nos diera el acta de defunción y ver lo de sus exequias.

Por más edad que tenga una persona siempre es difícil ese adiós definitivo. Compartió 50 de sus 79 años conmigo y lo agradezco. Tan parecidos y tan diferentes. En estos días, personas queridas han sufrido pérdidas lamentables: hijos, hermanos, madres. Los cambios de clima, las defensas bajas. El ambiente aún está pintado de gris invierno.

Bien dicen que solo hay dos temas en la literatura (o en el arte), la vida y la muerte. Hay ocasiones en que las redes sociales semejan obituarios permanentes. Así suele ser los principios de año. 

Aunque uno se ‘conduela’, no es posible sentir cómo le duele al otro. Nos pesa y por eso damos nuestros ‘más sentidos pésames’ en plural expresivo (que no denota cantidad sino intensidad) pero no sabemos cómo carga su dolor  a quien abrazamos.  Como en toda separación, siempre hay lágrimas y palabras que no se dicen. Siempre queda un futuro, una vida que sería distinta juntos. 

También estos días hay amigos, amigas, personas que admiro y aprecio, en cama o acompañando en el hospital a personas que  su vez ellas quieren. Vayan mis oraciones con ellos y ellas. 

Hoy, luego de asistir a la misa de las 10 am, acompañaremos la urna con los restos mortales de mi papá a su última morada, el nicho B-8 de la parroquia de San Pio X. 

Los libros Calaveritas literarias, I y II, con los versos de “Filimuerto” Juarez Córdoba y caricaturas de “Roquemort”, mi papá, fueron editados por la Universidad Autónoma de San Luis Potosí. Aún se pueden conseguir. Dice la sinopsis del segundo: “La muerte llega cuando termina la vida, como el momento de terminar de leer la rima de los afamados versos de Filiberto y las agraciadas caricaturas de Roque; conocido periodista uno y monero el otro. El regalo es muy amplio, de más de 70 caricaturas de personas del medio político y muy público que a carcajadas nos han regalado una otorgada y sobresaliente retórica de imagen y verso, que sin esfuerzo, guardaremos con gusto en nuestra memoria las fechorías de los vivos no tan muertos, ni menos prósperos que las fantasía de nuestras tradiciones potosinas”.

Dice la autocalavera:

Roquemort y Filimuerto

con sus trazos y palabras,

sin hacer obras macabras

y con un poco de acierto,

siempre retratan a un muerto

pero la muerte, de veras,

en sus acciones certeras

no hace ninguna excepción,

a los dos se llevó al panteón

y los puso a hacer calaveras.

Hace dos años, escribió el gran Filiberto sobre mi padre: “Médico del IMSS, con una vocación artista a toda prueba, además de las caricaturas, con las que obtuvo premios de periodismo, tiene una obra pictórica interesante y trabajos de escultura notables. Hizo una serie de esculturas de personajes políticos muy bien logrados, pero caricaturizados. […] Que en paz descanse el amigo, gran artista y, sobre todo, hombre integro y ciudadano ejemplar. A su familia, a su esposa, el sincero pésame. A sus hijos, en los que la sensibilidad artística del doctor Roque trasciende, un abrazo solidario y fraterno”.

Algo he escrito, de corte literario, y espero hacer un libro recopilatorio de su obra. Mucho material y muchos recuerdos, historias en y del desierto. 

Me despido esta semana con algo de las Meditaciones de Marco Aurelio: “Todo lo que acontece es tan habitual y bien conocido como la rosa en primavera y los frutos en verano; algo parecido ocurre con la enfermedad, la muerte, la difamacio´n, la conspiracio´n y todo cuanto alegra o aflige a los necios”.

Es cuaresma, son días en el desierto.

http://alexandroroque.blogspot.com

Correo: debajodelagua@gmail.com

Twitter: @corazontodito 

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