Mentes y cuerpos sanos
Ya empezó la Fenapo pero yo sigo en el disfrute de la historia, las historias, de los Juegos Olímpicos París 2024. Mens sana in corpore sano es una máxima, un consejo, que pocos seguimos. Quizá olvidemos nombres o hasta si fue en esta u otra Olimpiada, pero quedan esos momentos inolvidables al ver rostros y sus gestos, cuerpos, hacer su máximo esfuerzo, provocándonos para involucrarnos en la contienda. Tragedias y comedias se enlazan en las arenas y los circuitos, en el podio o tras bambalinas.
La joven a la que le arrebataron su tercer lugar, el saltador de pértiga que se atoró con su ídem, el que rompió las marcas de Michael Phelps, la keniana (carrera con vallas) que representó a otro país y obtuvo medalla de oro, atletas que van sin apoyo oficial... cada participante merece un corrido o una epopeya. Lo malo de no ver sino lo que presentan los medios es que perdemos algunas historias: el tirador despreocupado era parte de una pareja; ella fue “ocultada” en la mayoría de las fotos; se dice que por ella quedaron en segundo, pero es una mala excusa.
Gabrielle Thomas (EU) obtuvo medalla de oro en los 200 metros. En algunos medios se destacó que a la par de atleta es neurobióloga y actualmente cursa una maestría en epidemiología. Con la marca obtenida en Tokio 2020, se convirtió en la tercera mujer más rápida de la historia en esta distancia. Llegó a la neurobiología gracias a su interés en entender su entorno familiar: su hermano gemelo tiene TDAH y su hermano menor tiene autismo.
En Wired destacaron con Thomas a otras mujeres: Anna Kiesenhofer, de Austria, doctora en matemáticas y ciclista, con medalla dorada en Tokio 2020. “Su acercamiento al deporte es analítico, ya que aplica las matemáticas en su desempeño”. Louise Shanahan, de Irlanda, atleta de medio fondo, es también física cuántica: “investiga sobre el uso de nanocristales de diamante para medir las propiedades de células individuales en organismos vivos”. Charlotte Hym, patinadora francesa, también es neurocientífica y su tesis fue sobre “el impacto de las voces maternas en el neurodesarrollo de los recién nacidos”.
Añade Wired: “Según la ONU, una de cada tres investigadores son mujeres, y según la Unesco, las mujeres constituyen el 28% de la mano de obra mundial dedicada a la investigación y el desarrollo científico”.
En competencias y concursos no se trata de derrotar a alguien, sino de obtener un triunfo dando lo mejor de uno. Así, la brasileña Rebeca Andrade no “derrotó” a la estadunidense Simone Biles, pero obtuvo mejor calificación. Biles, lejos de ver feo o negar el saludo a Andrade, y animada por su compatriota Jordan Chiles, que obtuvo el tercer lugar y estaba al otro lado del podio, hizo una genuflexión amistosa, amorosa, con una gran sonrisa. “Es la reina”, dijo. Deportividad a todo lo que da.
Solo una persona ha obtenido medalla de oro en cinco olimpiadas consecutivas y en una sola disciplina. Se trata de un cubano de 41 años, con lo que también es ya el atleta de mayor edad que obtiene el primer lugar. Tras la competencia de lucha grecorromana, categoría superpesado (130 kilos), el originario del pueblo de Herradura, Mijaín López, con mirada triste pero satisfecha, se quitó su calzado y lo dejó en el centro del tapiz de lucha, como dicen que es una despedida tradicional entre los luchadores.
Vinesh Phogat fue detenida en 2023 por encabezar en su país una manifestación por los abusos sexuales del presidente de la Federación de Lucha Nacional y diputado por el partido político del Primer Ministro. Vinesh y sus compañeras fueron reprimidas, golpeadas y encarceladas. Este año, el agresor fue suspendido de su cargo y ella pasó a la final de la categoría de 50 kilos, aunque tristemente fue descalificada por un sobrepeso ¡de apenas 100 gramos!
Que estos ejemplos aviven nuestra mente y nuestro cuerpo.
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