¿México, nueva Venezuela?

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¿Por qué nunca sabemos que exista emigración desde los países democráticos y con libertades y derechos para sus pueblos, hacia los países comunistas o socialistas; y sí en cambio, sabemos de millones de personas desesperadas, que, por el contrario, luchan a brazo partido por salir de esos países de ideologías marxistas? El caso dramático y doloroso de más de 4 y medio millones de venezolanos que han estado huyendo de su país hacia Colombia, Brasil o Perú para escapar de la dictadura madurista, que destruyó la riqueza de ese país con casi todas sus libertades, es muy elocuente, pero no es el único. Cuando en Cuba se implantó el régimen comunista, encabezado por Fidel Castro, también hubo una emigración de varios millones de cubanos hacia la libertad que les ofrecía el vivir en el estado de la Florida en los Estados Unidos. 

¿No se deberá a que la condición natural del ser humano es la de buscar vivir en libertad y en condiciones económicas decorosas que les permitan prosperar, educar a sus hijos y morir en paz y en libertad? Libertad para pensar, libertad para emprender, libertad para criticar a los gobernantes sin temor a represalias, libertad para votar y escoger la propuesta política que crea mejor, libertad de prensa. Y si lo vemos, desde el punto de vista económico, ¿Como pueden explicar los partidarios del marxismo o comunismo, la prosperidad y el bienestar de los trabajadores en países como Corea del Sur, la Alemania Oriental y en general, casi todos los países de Europa Oriental que empezaron a vivir en libertad y a prosperar, a la caída del régimen comunista, que impulsaron el  estadista ruso Mijail Gorvachov, el líder obrero polaco Lech Walesa y Juan Pablo II?

A mí también me preocupa, como probablemente a usted, estimado lector, llegar a ver a mi querido México convertido en una Venezuela o en una Cuba, países en los que se sufren condiciones de pobreza y de opresión en los que ya no se puede vivir. En el año 2000 visité Cuba, mas precisamente La Habana, junto con mi familia y lo hicimos solo porque la agencia de viajes nos hizo ver que viajar a Cuba, salía en aquel entonces, más económico que ir a conocer Cancún, que era nuestro interés inicial. Pudimos así viajar, sin ningún tipo de ideas preconcebidas, sino con el espíritu abierto y el más sincero deseo de disfrutar de sus bellezas naturales, como la playa de Varadero, encontrar también en ese país las condiciones que habían llevado a su pueblo a instaurar y conservar por la amenaza permanente del régimen represor, un sistema comunista. 

Encontramos a una ciudad de La Habana, salvo por algunos edificios públicos y lo que se podría llamar la Zona Dorada, que solo cuida el gobierno, para la fotografía y su propaganda política, calles completas llenas de edificios semi destruídos, habitados por muchas familias, en estado de abandono total por falta del mínimo mantenimiento. Como en Cuba no hay derecho de propiedad privada, esos edificios son propiedad del gobierno, que no gasta ni un solo centavo en su conservación; y sus moradores no tienen posibilidad económica para ponerlas en condiciones mínimas de habitabilidad digna.

Nuestra patria está en peligro. Peligro inminente. No se trata de algo que le puede pasar a México. ¡NO! Es que ya le está pasando. Si nos tomamos la molestia de buscar y de leer los acuerdos que tomaron todos los partidos socialistas y comunistas de nuestro continente, junto con los representantes de los gobiernos comunistas o pro comunistas en Latinoamérica, durante el Foro de Sao Paulo en el año de 1990 en Brasil, veremos que el gobierno llamado de la 4T que encabeza AMLO, está ya en plena marcha para implantar un régimen comunista en nuestro país. Veamos: 

De acuerdo con sus fundadores, el Foro fue constituído para reunir esfuerzos para debatir sobre el escenario internacional después de la caída del Muro de Berlín y las consecuencias del neoliberalismo en nuestro continente. Cuando Fidel Castro se dio cuenta de que la Unión Soviética estaba colapsándose desde 1987, empezó a diseñar una estrategia para perpetuarse en el poder en Cuba. Entró en contacto con un joven marxista-sindicalista de Brasil, Lula Da Silva en Brasil, para ver el problema del resquebrajamiento de la Unión Soviética y pensaron una estrategia para seguir llegando al poder y organizaron en 1990 el Primer Foro de Sao Paulo.

Decidieron que en lo sucesivo los comunistas, en lugar de tomar el fusil e ir a la montaña, formarían su propio partido para presentarse a elecciones y que la gente los votara. El primer presidente que el Foro puso en el poder, fue Hugo Chávez. El problema era cómo hacer que la gente votara por el comunismo y había que encontrar una manera de manipular la democracia para poder llegar al Poder. Ya no habría lucha violenta, se trata de hegemonía cultural, de lavar cerebros en el cine, en el teatro, en la música, en la escuela, en la Iglesia, en la casa y en la familia.

Y esa hegemonía cultural es la que promueve desde 1990 el Foro de Sao Paulo, para manipular la democracia. Es cuando el populismo empieza a hablar de dar cosas gratis, cuando todos sabemos que nada es gratis en la vida, a dividir a la sociedad con odio y a acabar con las instituciones creadas. 

Según la politóloga de origen guatemalteco, Gloria Alvarez, en México el PRD es miembro del Foro desde que AMLO estaba en el Sol Azteca y a partir del año 2015, Morena también es miembro. “Si un partido es miembro del Foro, lo que le está diciendo al mundo es: el socialismo del siglo XXI es la vía, la dictadura venezolana es lo que hay que emular”, finalizó.

Los encuentros del Foro hasta el momento, se han llevado a cabo en distintas ciudades de America Latina, puntualmente cada año, desde 1990. Sao Paulo, Cd. De México, Managua, La Habana, Montevideo, San Salvador, Buenos Aires, son algunas de ellas.  Y los acuerdos que se han tomado ahì, los està siguiendo puntualmente AMLO que nunca dijo en su campaña que, de llegar al poder, tratarìa de implantar en Mèxico el comunismo. ¿Còmo? Dividiendo a los ciudadanos en buenos y malos y suscitando y cultivando el rencor entre distintos grupos de la sociedad. ¿Còmo? Repartiendo un dinero que no han devengado entre la juventud para comprar apoyo electoral; denostando y acusando a quienes lo critican, como “conservadores”, “fifìs” y “neoliberales”, culpándolos de la pobreza de muchos que solo saldrán de ella, por la protección del gran líder, el nuevo dictador de la nación; destruyendo la economía nacional al ahuyentar la inversión y la creación de empleo y gastando solo en lo que le dè rentabilidad electoral; entregando inmensos recursos al ejército y a la marina para obtener su apoyo, etc.

Nuestro país està en peligro. Ojalá que los mexicanos estemos a la altura del deber cívico.

lujambio06@hotmail.com