Vagos de siete suelas

A lo largo de muchos meses Usted que me honra al leerme ha podido dar cuenta con que he sido especialmente incisivo en señalar al grupo de personas facinerosas que usurpan a la Soberanía Popular, a los que en vía de síntesis denominé Asamblea de Vagos, oiga, pero también he dejado asentado en muchas más ocasiones que me he quedado corto.
Se trata en realidad de una pandilla delincuencial, de un grupo organizado para el crimen, aún cuando alguien de entre los tales diga que no es cierto, y mire, la razón, la realidad, la verdad, se imponen tercamente.
Son vagos, pillos, villanos, pandilleros, son una lacra social y un ejemplo de todo lo podrido que tiene nuestra sociedad.
Desde las infamias que cada una de esas personas ha cometido a lo largo de todo este tiempo, que no son pocas, y casi todas sus tropelías cometidas en medio del escándalo, hasta sus últimas fechorías, son absolutamente reprobables.
Ya se dará Usted cuenta del cinismo con que se conducen, porque verá a esas malas personas postuladas para nuevos cargos, porque no llenan, no se sacian de humillar al Pueblo de San Luis Potosí, y no les basta con las muchas ocasiones en que nos han agraviado, siguen, y no pararán hasta que les detengamos.
Los nombramientos que han hecho de altos cargos son esencialmente un fraude a la voluntad de la gente, porque ellos no nos representan, están usurpando a la representación popular, lo hemos dicho, y hoy cobra especial relevancia cuando vemos cómo esa caterva de desvergonzados nombran como si nada a los fiscales, el General, el Anticorrupción, y el Electoral.
Hay, en esa Asamblea de Vagos, un total desprecio por la ciudadanía, y le apuestan al olvido, a que nadie recordará sus atropellos, las corruptelas, los francos saqueos y las vilezas que han cometido.
Ninguno de esos 27 impresentables, ninguno, pueden presumir de que están fuera del lodazal, y si acaso son más genuinos las ladronas y los ladrones que no ocultan su villanía, que los que andan por las calles haciéndose pasar por íntegros.
¿Qué consenso social recogieron para designar al Fiscal General del Estado en la persona del Procurador nombrado por el Gobernador?
¿A quién, de entre toda la ciudadanía, le preguntaron sobre si era dable ejecutar una maniobra que la indignación nacional le ha llamado Fiscal Carnal?
Luego vinieron las propuestas de Juan Manuel Carreras López para designar a los fiscales Anticorrupción y Electoral, ¿A quién le preguntaron esos sátrapas para rechazar las primeras ternas?
Felones, tomaron en solitario, con torvas negociaciones en lo oscurito, la determinación de darle la fiscalía que los debería de combatir, a la propia servidumbre del Ejecutivo; nuevamente, ¿A quién consultaron los usurpadores del Congreso del Estado para arribar a la conclusión de que la honradez y la decencia en el servicio público estarían vigiladas y bajo la lupa en la persona de un ayudante del Secretario General de Gobierno?
Las 27 personas que hoy se sirven de nuestra institución legislativa son unos hipócritas, porque en corto, en directo, gimen y lloriquean por las imposiciones del grisáceo Titular del Poder Ejecutivo, pero le obsequian, como si de una caricia comprada se tratara, los espacios que están diseñados para vigilar, impedir y castigar sus raterías.
¿Qué autoridad moral tenían los diputados de la Ecuación Corrupta para votar en la designación del Fiscal Anticorrupción? Ninguna, y sin embargo lo hicieron, sintiéndose arropados por nuestra abulia social, como he apuntado, apostándole al olvido, a la conformidad que da el paso del tiempo.
Alguna vez todos esos 27 estuvieron llamados por el espíritu de nuestras leyes a ser mujeres y hombres de Estado, pero sucumbieron a su naturaleza ligera, a sus apetitos voraces, a su definición particular de anomalías políticas, y renunciaron, abdicaron, de su sagrado deber de representar a la gente y protegerla.
Imagine Usted una jauría que se sacia con un ser indefenso,
eso hicieron.
El recién nombrado Fiscal Anticorrupción ha sido muchas veces citado como una persona decente, al que excluyen de las siempre atascadas negociaciones políticas, y antes de este episodio lastimoso en el que acepta ser tapadera de rateros y corruptos, yo mismo creía eso; no obstante le concedo el beneficio de la duda, si el señor Jorge Vera Noyola es el hombre decente e íntegro que ha preconizado ser, que renuncie de inmediato a esta simulación, que deje en manos de un nuevo Congreso que sí represente a la ciudadanía la decisión de ese nombramiento, que levante la cerviz, que se incorpore, que desprecie el jugoso sueldo que le tienen prometido y que sirva a la gente, que de la cara al juicio de la historia, que no nos avergüence a los que lo hemos conocido decente.
Si no lo hace se habrá vaciado en sí mismo, irán al retrete los años en que exhibió integridad, porque estaremos recordándole cada que sea posible que su nombramiento es el resultado de una propuesta ofensiva del Ejecutivo, aprobada por un grupo delictivo y en fraude al espíritu de nuestras leyes.
Si Jorge Vera se queda en el cargo para el que la Asamblea de Vagos lo designó ayer, no será diferente a todas y todos los perniciosos que votaron por él, sino su clon, su personero, su orinal.
Dirá Usted, ¿y el Fiscal Electoral? Ni cuidado le ponga, no perdamos el tiempo… Como la fiscalía electoral sirve para dos cosas, da lo mismo que sea el que nombraron o un adobe. Nadie en su sano juicio en nuestro San Luis Potosí puede pensar que una denuncia de delitos electorales va a prosperar, vaya ni siquiera a integrarse. Habrá que denunciar ante la Fiscalía Federal.
Esos tres nombramientos, el del Fiscal General –Fiscal Carnal– y los nombrados ayer –Fiscal Tapadera y Fiscal Simulador– terminan por definir el tipo de Estado y la clase de gobierno que ha decidido Carreritas encabezar: un Estado fallido, y un gobierno de grises, solapador de ladrones, socio de gánsteres, y como marco un baño de sangre, decenas de mujeres asesinadas por odio, y más de un millar de otras personas cruelmente privadas de la vida.

Ingenuidades
Si Usted vota por cualesquiera de los integrantes de la Asamblea de Vagos, por cualquier miembro del “gabinete” de Carreritas, o por cualquiera de los ediles o funcionarios municipales que se presentan a elecciones, después no se queje, sobre todo porque ya los conoce de ratas, incompetentes, cínicos y voraces; ahora que tendrá oportunidad, échelos.

leonelserrato@gmail.com