Woldenberg: en defensa de la democracia

“Como toda edificación humana, la democracia puede fortalecerse, reblandecerse e incluso desaparecer para dar paso a fórmulas autoritarias”, establece el subtítulo de la más reciente aportación analítico-literaria de José Woldenberg publicada por Cal y Arena en un libro fundamental para entender el pasado reciente, el momento actual, las promesas y desafíos del porvenir inmediato.

Ya en entrevista, me dice que nuestra construcción democrática, al principio zigzagueante nos llevó unos veinte años –entre 1977 y 1997- en los que hubo que modificar normas, construir instituciones y al mismo tiempo los mecanismos para garantizar la legalidad en elecciones cada vez más competidas. Un lapso en el que la pluralidad fue abriéndose paso en el espacio público de la representación política; en paralelo, el tránsito de una presidencia priísta casi omnipotente a una acotada por Congresos cada vez con más presencia opositora. Años de un enorme trabajo de partidos,  Sociedad Civil y órganos autónomos del Estado, preponderantemente el IFE. Un esfuerzo no siempre valorado debido a que en paralelo hemos resistido un estado permanente de crisis económica y un desencanto en nuestras expectativas de bienestar, sobre todo a causa de fenómenos de corrupción y abusos de poder que resquebrajaron la confianza en la política y en los políticos. Extrema riqueza y extrema pobreza coexistiendo en el territorio nacional. Del blanco al negro. Sin que el conjunto de grises intermedios pueda construir un nosotros inclusivo. La desigualdad como la marca imborrable de México. Porque no hay un rasgo del país que lo modele con más fuerza. En todas las áreas gravita y en todas deja su huella. 

A propósito, Woldenberg explica el inédito fenómeno del 2018 en los siguientes términos: “El malestar con la vida política tradicional, alimentado por fenómenos de corrupción, inseguridad, falta de crecimiento económico y debilidades del estado de derecho, fue el caldo de cultivo que permitió un crecimiento espectacular de la candidatura de AMLO”.

Aunque, no obstante el fenómeno del avasallamiento de Morena en el gobierno federal, las Cámaras de Diputados y Senadores, Congresos locales –entre otros el de la Ciudad de México- y varias gubernaturas, Woldenberg establece: “Asumir que cualquier régimen de gobierno es pasajero es un buen punto de partida. No existe ley en la historia que garantice que un régimen democrático está destinado a pervivir. El futuro no está escrito. En materia política, quiero pensar que el México de hoy, plural, masivo, contradictorio, no cabe ni quiere hacerlo bajo el mando de un solo partido, un solo ideario y un solo liderazgo”.

“¿Qué cuáles son los riesgos? Son muchos: las descalificaciones a la sociedad civil, a los órganos autónomos, a instituciones y personas que tienen un punto de vista diferente al del presidente López Obrador; que cuando los medios difunden notas o reportajes que no son del gusto del ejecutivo sean tildados de conservadores o fifís. Me preocupa lo que está pasando en Baja California…yo no recuerdo una aberración de esa magnitud”.

Esas y otras reflexiones se contienen en el libro En defensa de la democracia de José Woldenberg. Uno de los hombres más significativos en el cotidiano proceso de construcción de un México con las libertades que nos merecemos. Una pluma para leerse. Y una voz para escucharse. Por todos.