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SAN VICENTE. Un oficial de la Policía Municipal murió en el módulo de vigilancia del ejido Tantojón; las autoridades presumen que comió en exceso y eso ocasionó su muerte.
El fallecido respondía al nombre de Hermenegildo del Ángel, contaba con 28 años de edad y tuvo su domicilio en avenda Cuayalab de la colonia Alto San José.
La noche del sábado había ido con sus compañeros a brindar vigilancia en un baile, donde los invitaron a comer barbacoa.
Ya como a las 2 de la madrugada del domingo regresaron al módulo que está instalado a la entrada del ejido Tantojón.
Sin embargo como a las 5 de la mañana uno de sus compañeros encontró a Hermenegildo tirado en el suelo, y al tratar de ayudarlo se dio cuenta que estaba muerto.
Los elementos de la Policía Ministerial del Estado iniciaron las investigaciones y se entrevistaron con una doctora del municipio, quien había revisado al hombre y les comentó que presumiblemente su muerte se debió a una convulsión interna.
Sin embargo los familiares del occiso no estaban de acuerdo con ese dictamen, pues dijeron que Hermenegildo era un hombre sano y no padecía ninguna enfermedad.
Por eso fue necesaria la intervención del personal de la Subprocuraduría de Justicia zona Huasteca Norte, que se encargó de trasladar el cuerpo al Servico Médico Forense (Semefo) de Ciudad Valles para la necropsia de ley.
El dictamen del médico forense fue que el policía falleció por broncoaspiración (ahogado con sus alimentos), confirmando con ello que no había delito por perseguir.
El fallecido respondía al nombre de Hermenegildo del Ángel, contaba con 28 años de edad y tuvo su domicilio en avenda Cuayalab de la colonia Alto San José.
La noche del sábado había ido con sus compañeros a brindar vigilancia en un baile, donde los invitaron a comer barbacoa.
Ya como a las 2 de la madrugada del domingo regresaron al módulo que está instalado a la entrada del ejido Tantojón.
Sin embargo como a las 5 de la mañana uno de sus compañeros encontró a Hermenegildo tirado en el suelo, y al tratar de ayudarlo se dio cuenta que estaba muerto.
Los elementos de la Policía Ministerial del Estado iniciaron las investigaciones y se entrevistaron con una doctora del municipio, quien había revisado al hombre y les comentó que presumiblemente su muerte se debió a una convulsión interna.
Sin embargo los familiares del occiso no estaban de acuerdo con ese dictamen, pues dijeron que Hermenegildo era un hombre sano y no padecía ninguna enfermedad.
Por eso fue necesaria la intervención del personal de la Subprocuraduría de Justicia zona Huasteca Norte, que se encargó de trasladar el cuerpo al Servico Médico Forense (Semefo) de Ciudad Valles para la necropsia de ley.
El dictamen del médico forense fue que el policía falleció por broncoaspiración (ahogado con sus alimentos), confirmando con ello que no había delito por perseguir.